El Sevilla deja con vida al Leicester City
El Sevilla demostró que es mucho más equipo que el Leicester de Ranieri, pero no supo rematar a su rival y el gol de Vardy deja abierta la eliminatoria
El resultado no tiene mucho que ver con lo que sucedió en el terreno de juego, menos si nos atenemos a la categoría de uno y otro equipo. Tuvo el Sevilla la eliminatoria en la mano, no supo rematar a su enemigo y como vigente campeón de la Premier League que es, un simple destello le valió al Leicester City para obtener un botín que no mereció. Un gol de Jamie Vardy revitalizó al equipo de Claudio Ranieri, en la misma medida que obliga a los de Jorge Sampaoli a sufrir más de lo que esperaban en tierras británicas. La Champions League exige siempre lo máximo, un simple error se paga.
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El primer tiempo reflejó fielmente lo que es uno y otro equipo en la actualidad. Uno vigoroso, otro decadente. Uno, el Sevilla, convirtiendo en oro todo lo que toca y el otro, el Leicester City, con sus estrellas apagadas. Jorge Sampaoli ha conseguido fundir a todos sus efectivos en una causa común. Da igual el que juegue, todos suman. Ante la escuálida tropa de Ranieri también se puso de manifiesto, por enésima vez, el buen tino de Monchi. Sus apuestas siguen dando luz al equipo, aunque esta vez no con la suficiente intensidad como para rematar la eliminatoria.
En el primer tiempo apareció Sarabia y en el segundo Jovetic. Dos fichajes con el sello bien impreso del afamado director deportivo. Tremenda la temporada del primero, aquel que brillaba en la cantera del Real Madrid y que como otros muchos tuvo que hacer las maletas. Cuatro duros, dicho de manera coloquial, pagó el Sevilla por el Getafe por el zurdo, que se revaloriza sin freno. El montenegrino, que se pudría en Milán, ha recuperado la sonrisa, porque fútbol siempre tuvo. Y lo disfrutan en el Pizjuán.
El vigente campeón de la Premier llegó al descanso con vida gracias al poco tino de Correa. Antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora, el argentino fue derribado en el área, se aferró al balón y se fue directo al punto de penalti. Peor no pudo lanzarlo, Schmeichel apenas tuvo que hacer nada para detener el balón. Este hecho, lejos de dejar tocado al equipo local y reforzado al visitante, sacó a relucir todo lo contrario. El Sevilla jugó a placer, sin demasiados problemas. Pero sin saber cómo noquear al enemigo.
El equipo de Jorge Sampaoli, espectador desde un palco por estar sancionado, sólo tuvo un problema antes del descanso. Llegó sin mayores problemas al área del Leicester, pero no tuvo el acierto necesario en el último momento. Jovetic ganaba la partida a los gigantescos zagueros del equipo de Ranieri, pero sólo fue Sarabia el que acertó. El medido y preciso centro de Escudero tuvo continuidad con un perfecto cabezazo de su compañero, colocando el balón pegado a un poste. Justo premio a un equipo muy superior. Todo hacía prever que tras el descanso los locales liquidarían a un contrincante menor.
No le hacía falta al Sevilla que apareciera el mágico Nasri en escena con el brillo de otras oportunidades. Poco a poco iba cocinando el partido. Vitolo astilló un poste nada más comenzar el segundo acto y poco después, Jovetic firmaba una genialidad que Correa se encargaba de hacer buena al marcar el segundo. El Leicester mejoró en el segundo tiempo, pero nadie esperaba que en la única llegada limpia al área de Sergio Rico encontrará premio. Sin embargo, así fue. Vardy apareció por sorpresa para dar vida a una eliminatoria que no supo matar el equipo hispalense. Toca sudar en Inglaterra.
Ficha técnica:
2 - Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Rami, Lenglet (Carriço, m.55), Escudero; N'Zonzi, Nasri; Sarabia, Vitolo, Correa (Iborra, m.63); y Jovetic.
1 - Leicester FC: Schmeichel; Simpson, Huth, Morgan, Fuchs; Drinkwater, Ndidi, Albrighton (Amartey, m.88), Mahrez; Vardy y Ahmed Musa (Gray, m.57).
Goles: 1-0, M.25: Sarabia. 2-0, M.62: Correa. 2-1, M.73: Vardy.
Árbitro: Clément Turpin (Francia). Amonestó a los locales Escudero (m.77) y Carriço (m.92).
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca cuarenta mil espectadores. EFE
El resultado no tiene mucho que ver con lo que sucedió en el terreno de juego, menos si nos atenemos a la categoría de uno y otro equipo. Tuvo el Sevilla la eliminatoria en la mano, no supo rematar a su enemigo y como vigente campeón de la Premier League que es, un simple destello le valió al Leicester City para obtener un botín que no mereció. Un gol de Jamie Vardy revitalizó al equipo de Claudio Ranieri, en la misma medida que obliga a los de Jorge Sampaoli a sufrir más de lo que esperaban en tierras británicas. La Champions League exige siempre lo máximo, un simple error se paga.