Amenazas de muerte y el Legia-Real Madrid de juveniles, también a puerta cerrada
El presidente del club polaco defiende a los ultras y el máximo accionista los quiere echar, de ahí que su familia haya sido amenazada de muerte recientemente por los temidos Teddy Boys
Llueve sobre mojado con el tema de los hinchas radicales en Polonia, pero lo cierto es que en vísperas de la llegada del Real Madrid a Varsovia están consiguiendo, al igual que sucedió dos semanas atrás en la capital de España, que se hable mucho más de ellos y sus temidas fechorías que del motivo por el cual el vigente campeón de Europa pisará este miércoles el césped de un vacío Wojska Polskiego (Ejército Polaco) Stadion para medirse al histórico Legia.
Precisamente la durísima sanción impuesta por la UEFA, consecuencia del último gran episodio de violencia gratuita de los ‘Teddy Boys 95’ (el ala más peligrosa de sus ultras), una monumental pelea en las gradas de su campo en la que atacaron tanto a miembros de seguridad del club como a la policía local, ha provocado un cisma en toda regla entre la dirigencia de la centenaria entidad fundada el primero de marzo de 1916. Dariusz Mioduski, máximo accionista del Legia, ha roto relaciones con su presidente, Boguslaw Lesnodorski, al hallarse en las antípodas respecto al camino a seguir para encontrar una solución al pertinaz problema del hooliganismo.
Mientras Mioduski y sus acólitos están hartos de tener que hacer frente a multas y sanciones desproporcionadas por parte del órgano rector del balompié europeo y de su propia federación a causa de los incidentes provocados por los ultras y propugnan su expulsión definitiva del club, Lesnodorski se empecina en defenderlos argumentando que son “el corazón del equipo, quienes están siempre a su lado en las buenas y en las malas. Por tal razón debemos protegerlos, no expulsarlos”. La escenificación de esa guerra institucional se hizo públicamente visible cuando ambos dejaron de compartir asientos continuos en la tribuna VIP, justo después de la bochornosa tarde de la visita de los alemanes, saldada encima con un humillante 0-6.
La presencia del equipo de Florentino Pérez a orillas del Vístula y la necesidad de cumplir religiosamente la sanción impuesta, que por lo pronto les impedirá tener aficionados en las gradas como local mientras siguen con vida en esta Champions, hará valer durante unos días las tesis de un Mioduski cuya familia ha sido amenazada de muerte recientemente por los temidos Teddy Boys.
El club se ha puesto a disposición de las autoridades polacas para coordinar el importante dispositivo de seguridad que se pondrá en marcha en las horas previas al choque con el fin de evitar una posible concentración de hinchas radicales en los aledaños del Wojska Polskiego para protestar contra el castigo impuesto por la UEFA y tratar de torpedear el arribo de los autobuses de ambas escuadras al escenario del encuentro. Es su manera de desafiar a las autoridades y de proclamar su condición de ‘irreductibles’ en un país excesivamente permisivo con este tipo de conductas asociales y violentas… hasta ahora.
Por primera vez, parece haber unanimidad en la necesidad de acabar de raíz con este cáncer que azota el fútbol patrio y siembra de miedo y destrucción cada rincón por donde pasa. El nuevo Gobierno ha anunciado que tomará medidas para combatir con mano de hierro el problema del hooliganismo. Incluso el mítico Zbigniew Boniek, presidente de la Federación nacional, ha abandonado su actitud laxa con este asunto reconociendo que ha llegado el momento de erradicarlo definitivamente del fútbol.
Pero de momento el riesgo de que se produzca una batalla campal aprovechando la presencia de la 'BBC', Kroos, Zidane y compañía es muy alto, así que toda precaución es poca cuando se trata de controlar a estas peligrosísimas y sumamente violentas agrupaciones de ‘hinchas’, muchos de ellos cabezas rapadas de ideología fascista, racistas convencidos y por si fuera poco homófobos, como dejaron clara constancia en su reciente ‘incursión’ por Madrid, donde sembraron el pánico tanto en el centro de la ciudad como en las inmediaciones del Bernabéu.
Entre las numerosas medidas de excepción que se van a tomar en Varsovia durante estos casi dos días que durará la visita merengue, figura una que afecta directamente al Juvenil A blanco, que dirige Guti. La directiva del Legia ha decidido que el partido de la UEFA Youth League que les enfrentará a su homólogo polaco horas antes del duelo entre los equipos mayores se disputará también a puerta cerrada en su Ciudad Deportiva. Con ello, se pretende bloquear otro posible foco de problemas ante una eventual presencia de radicales en lo que será la antesala del choque de por la noche.
Llueve sobre mojado con el tema de los hinchas radicales en Polonia, pero lo cierto es que en vísperas de la llegada del Real Madrid a Varsovia están consiguiendo, al igual que sucedió dos semanas atrás en la capital de España, que se hable mucho más de ellos y sus temidas fechorías que del motivo por el cual el vigente campeón de Europa pisará este miércoles el césped de un vacío Wojska Polskiego (Ejército Polaco) Stadion para medirse al histórico Legia.