Y también juega de portero: por qué Iborra es el Superman del Sevilla
Tricampeón con el Sevilla, le llaman Superman, un tipo leal, capaz de todo con tal de sumar kilos de energía en bien del equipo. Con los de Nervión ha jugado de todo. La última vez, de portero
Las anchas espaldas de Vicente Iborra (28 años) parecen un armario de tres puertas. El capitán sevillista es fuerte como un golpe de viento de Levante y cuando va a la disputa del balón lo hace como si fuera la última vez, con todo. A Iborra, tricampeón con el Sevilla, le llaman Superman, un tipo leal, capaz de todo con tal de sumar kilos de energía en bien del equipo. Con los de Nervión ha jugado de todo. La última vez, de portero.
Vicente Iborra es un tipo competitivo y por eso una derrota le duele como un dolor de muelas. Procedente del Levante, llegó al Sevilla hace tres años y señaló que su objetivo no era otro que ganar títulos. Ya ha logrado tres y quiere seguir sumando energías y fútbol. El secreto de estos éxitos, según el valenciano, no solo radica en el talento del plantel, sino “en la fortaleza del vestuario, que es nuestro secreto; la química que existe entre todo el grupo. Desde fuera se nota que este equipo se lleva bien, que lo forma gente de muchos lugares pero que está unida por unos mismos intereses y tiene claro que el grupo unido puede conseguir muchas cosas”.
Iborra muestra las llaves de la gran casa sevillista, esa que ha llevado muy lejos a este Sevilla del siglo XXI. “Nosotros hemos peleado batallas de todo tipo y hemos atravesado por situaciones muy delicadas, pero en esos momentos hemos hecho piña y logramos remontar. Ese es nuestro gran secreto, y así se lo decimos a los nuevos, que vamos a luchar a muerte por mantener vivos nuestros valores que son los que nos han hecho crecer”.
La oferta del Sunderland
Sampaoli, al aterrizar en Sevilla, proclamó los valores del fútbol. Después de varias semanas anotó con lápiz rojo los nombres de algunos futbolistas, uno de ellos es Iborra, ese capitán de rompe y rasga que siempre mira al frente. “El final del verano fue complicadillo para mí. Surgió una muy interesante oferta del Sunderland pero le confieso que, aunque tuve dudas, sabía que no me iba a mover de Sevilla. Así se lo dije al míster, que se alegró mucho, pues me había dicho que contaba conmigo”. Ahora ya se han iniciado los contactos para ampliar y mejorar su contrato con el club nervionense, lo que sucederá antes de que finalice el año.
Vicente es jugador para todo y no agacha la cabeza. En cuatro meses, Sampaoli lo ha situado de central, de medio centro, en la mediapunta y el domingo, en el Nuevo San Mamés, de portero. “Yo estoy aquí para ayudar, para lo que el entrenador necesite y él sabe que puede contar conmigo”.
Iborra es el primer capitán del Sevilla (Pareja, Carriço y Vitolo completan el cuadro), y esa circunstancia redobla su protagonismo. “Ser capitán del Sevilla es algo que me llena de orgullo y no deja de emocionarme. Se trata de una gran responsabilidad, porque significa que estás ahí para lo que haga falta, para ayudar al compañero cuando tiene la cabeza agachada y está mal. De todas formas, lo que caracteriza a este grupo es que todos estamos para lo que le haga falta al de al lado. Somos una familia”.
La piel de gallina
Juegue o no, Iborra, ese hombretón, aporta sus hombros y su fútbol para sumar al equipo. Nervión lo ha reconocido abiertamente. El pasado derbi con el Betis, al ser sustituido, la grada sevillista coreó su nombre. Iborra, con la camiseta chorreando de sudor, saludó a la grada como un torero: “El escuchar a la gente cantando tu nombre es lo mejor que le puede suceder a un futbolista, no hay mejor premio”.
Este tipo de más de metro noventa guarda la ternura y el arrojo de Peter Pan. Confiesa que el campo del Sevilla es un escenario muy especial. Y cuando suena el himno de El Arrebato cantado a capela… “Se pone la piel de gallina. Aunque haya jugado unos cuantos partidos, uno siente cosquilleo en el corazón. Y le voy a confesar una cosa: yo ya me sabía el himno antes de fichar por el Sevilla. Y lo canto, claro”.
Esta noche, nueva jornada de Champions League y el Ramón Sánchez-Pizjuán será esa caldera que destile magia. Llega el Olympique de Lyon. Un hueso de los que te dejan sin argumentos ni dentadura. Iborra lo tiene muy claro: “Vamos a luchar y tratar de imponer nuestro juego. Estamos muy ilusionados en llegar lo más lejos posible en esta competición tan bonita. Hay que ganar. Entre todos podemos”.
Alineaciones probables:
Sevilla: Sergio Rico; Mariano, Pareja, Kolodziejczak o Mercado, Escudero; N'Zonzi, Franco Vázquez; Kiyotake, Nasri, Vitolo; y Vietto.
Olympique Lyon: Lopes; Yanga-Mbiwa, Nkolou, Morel; Kemen o Gaspar, Tolisso, Gonalons, Derder, Rybus; Fekir y Cornet.
Árbitro: Bas Nijhuis (Holanda).
Estadio: Ramón Sánchez Pizjuán.
Hora: 20.45.
Las anchas espaldas de Vicente Iborra (28 años) parecen un armario de tres puertas. El capitán sevillista es fuerte como un golpe de viento de Levante y cuando va a la disputa del balón lo hace como si fuera la última vez, con todo. A Iborra, tricampeón con el Sevilla, le llaman Superman, un tipo leal, capaz de todo con tal de sumar kilos de energía en bien del equipo. Con los de Nervión ha jugado de todo. La última vez, de portero.