Decálogo de supervivencia del Atlético en su viaje al desconocido Allianz Arena
El exsevillista y su Mainz son los únicos que han logrado ganar esta temporada en Múnich, ciudad nunca visitada por los rojiblancos ni por el propio Simeone
Cosas del destino. El Atlético de Madrid deberá afrontar la misma reválida que su eterno archienemigo dos años atrás camino de la ansiada final de Milán: hacer valer durante 90 minutos en el majestuoso Allianz Arena el golazo de Saúl Ñíguez al Bayern en la ‘caldera’ del Manzanares. Tarea mayúscula la que tienen por delante los del Cholo Simeone en uno de los estadios más complicados del Viejo Continente, al que, curiosamente, nunca han rendido visita.
Tal cual. A pesar de haber cruzado sus caminos por vez primera en aquella fatídica final para los rojiblancos de 1974, resuelta en favor de Beckenbauer y compañía tras 180 minutos de brega en menos de 72 horas (jugados en Bruselas), y de ser dos conjuntos con una amplia trayectoria en competiciones europeas (mayor aún en el caso del Bayern), el Atlético no se ha vestido nunca de corto en la capital de Baviera en sus 113 años de historia. Ni en el viejo Olympiastadion, ni en el modernísimo feudo de los muniqueses, creado para la celebración del Mundial 2006.
Lo mismo puede decirse del director de la orquesta colchonera. El Cholo Simeone buscará el más difícil todavía ante los de Pep Guardiola sin un solo antecedente previo en la casa del Bayern. El técnico porteño nunca pisó el tradicionalmente raudo gramado muniqués en su larga etapa como jugador: ni en su periplo italiano (Pisa, Inter y Lazio), ni en el español (Sevilla y Atlético), ni vistiendo la elástica de la selección argentina, que defendió en 106 oportunidades.
El público nunca marca goles
Será, por tanto, para este roqueño Atlético ‘made in Cholo’ un viaje a lo desconocido frente a uno de los equipos más sólidos e infalibles que existen cada vez que juegan al calor de sus 75.000 seguidores. Sus números como local en lo que va de campaña, cuando menos, impresionan: 25 victorias, un empate (el pasado sábado) y una sola derrota, la que sufrió a manos del Mainz del cántabro Jairo Samperio el pasado 2 de marzo en la Bundesliga.
Nadie mejor que el autor de uno de los dos tantos que noquearon aquella tarde de fines de invierno al Bayern para guiar los pasos del Atlético en el partido más importante del año en pos del suculento premio que supondría salir airoso del fortín del cinco veces campeón de Europa y virtual campeón alemán por enésima vez.
1. El exsevillista ha visitado ya un par de veces el Allianz y, aunque admite la espectacularidad de verlo agigantarse desde la distancia y su impactante colorido externo, no cree que sea capaz de crear una atmósfera tan intimidatoria como la del Calderón. “Es un estadio muy alejado del centro, en un espacio abierto y muy grande, con un montón de accesos, así que el Atlético no se va a encontrar a su llegada un ambiente tan caliente como el que vivió el Bayern en Madrid el otro día. En ese aspecto, pueden estar tranquilos”, explica Jairo a El Confidencial.
2. De igual modo, el extremo del Mainz, con el que ya ha firmado siete dianas esta campaña, descarta de plano que los rojiblancos puedan ser víctimas del ‘miedo escénico’ por mor de la presión que puedan generar desde las gradas los incondicionales del once de Pep. “Es un estadio enorme, con muchísimo público, y el ambiente es muy bonito, pero la gente no aprieta tanto como los hinchas del Atlético en el Manzanares. La primera vez que juegas allí, sí que te impone un poco, pero el Atleti ya está acostumbrado a este tipo de partidos de máxima tensión y sabe muy bien que el público no mete goles”.
“Es un estadio enorme, con muchísimo público, y el ambiente es muy bonito, pero la gente no aprieta tanto como los hinchas del Atlético en el Calderón”
La espalda de los laterales
3. El atacante cántabro pone a Simeone y su 'troupe' sobre aviso del enorme peligro que representa el Bayern en cuanto la pelota echa a rodar en su estadio. “Van a salir a apretarles muy arriba, tratando de hacer su fútbol de máxima posesión e intimidarles para que se echen atrás. El día que les ganamos, fuimos valientes. Les presionamos arriba precisamente para que no nos echasen atrás desde el principio. La clave está en las ayudas a las bandas, porque ellos intentan jugar siempre con los dos extremos muy abiertos y explotar su enorme calidad en el uno contra uno. Ahí son muy peligrosos”, reconoce.
4. Jairo tiene muy claro lo que debe hacer el Atlético el primer cuarto de hora para evitar que el Bayern equilibre la eliminatoria en los embates iniciales. “Correr mucho y estar todos juntos, con las líneas muy unidas, pero al mismo tiempo tratando de evitar meterse muy atrás porque si cortas un pase, las contras te quedan demasiado lejos de su portería”.
5. El punta español desvela alguna de las ‘debilidades’ del cuadro bávaro, motivadas por su persistente juego ofensivo. “A la espalda de los dos laterales se pueden generar muchos espacios. Además, cuando el Atlético consiga salir del ‘cerco’ alemán, podrá tener bastante posesión porque, aunque presionan, no son demasiado agresivos, sobre todo en las bandas. Vidal y Xabi Alonso, por el centro, un poco más, pero no en los costados. Eso es algo que ya se vio en el Calderón”, apunta.
Su talón de Aquiles
6. El hecho de que el Bayern improvise casi en cada encuentro una pareja de centrales, rara vez especialistas en la demarcación, es otro punto que jugará en favor de las huestes del Cholo. “Creo que es su talón de Aquiles. Primero porque nunca sabes quién va a jugar. Su defensa cambia en cada partido. Frente a nosotros jugaron Benatia y Alaba, que aunque es buenísimo, no es central. Ahora está jugando Javi Martínez, que tampoco lo es. Tanto él como Benatia son fuertes, pero no son rápidos, así que obligándoles a salir de su posición para que caigan a las bandas, se les puede hacer bastante daño”.
7. Imprimir velocidad a los contragolpes será vital para poder sorprender a los de Guardiola toda vez que el Atlético cortocircuite su ‘tiqui-taca’. Así se gestó el tanto con el que Jairo silenció el Allianz Arena hace un par de meses. “Nuestro central zurdo cortó el balón y metió rápidamente una diagonal al extremo derecho que pilló a Bernat muy adelantado; el lateral le dobló y cuando llegó a la línea de fondo, yo, que entraba solo por el lado opuesto, aproveché que nuestro punta cortó al primer palo para anticiparme a Neuer y empujar la pelota a la red”.
“El Bayern te aprieta mucho por ese estilo que tiene y las dimensiones del terreno de juego. Meterse atrás es un error porque al final sufres más de la cuenta”
8. El de Cabezón de la Sal reconoce que ser valiente ante el Bayern en su estadio es sinónimo de sufrimiento, por la calidad de sus hombres y por ese estilo de tocar y tocar que ha imprimido Guardiola a su fútbol. “En la segunda parte, nos metieron bastante atrás. Ese día jugamos con una línea de cinco en defensa, que nos permitía llegar a los extremos. Después de mi gol tuvimos un par de llegadas, no tan claras, pero no resulta fácil salir porque a veces tienen varios minutos el balón y las fuerzas empiezan a escasear. Es justo en ese momento cuando pueden hacerte más daño. A nosotros nos marcaron con un disparo desde fuera del área, pero te van metiendo atrás y empiezan a generar ocasiones con relativa facilidad”.
9. El tema del césped que se encontrarán los colchoneros, recuerda, no es menor, porque acentúa lo agónico del esfuerzo propio y la peligrosidad de los alemanes. “El campo estará rápido, así que el balón va a circular a bastante velocidad, aunque da tiempo a hacer las ayudas. Puedo dar fe. Cuando te enfrentas a un rival así, en su estadio, sabes que en algún momento vas a sufrir, pero no creo que eso sea un problema para el Atlético. Es de los mejores equipos defendiendo, así que puede que hasta se sienta cómodo con el bombardeo que le espera”.
10. Un gol del Bayern provocaría, en opinión de Jairo, el momento más delicado con el que se pueden encontrar los rojiblancos en el Allianz. “Muchos equipos se vienen abajo cuando te marcan. A nosotros nos empataron en el minuto 70 y ves que te queda un mundo. La clave en ese momento es mantener la cabeza fría y seguir creyendo en tu idea inicial: buscar una contra y hacerles daño. Fue así como conseguimos sorprenderles de nuevo por su izquierda y Jhon Córdoba (ex del Espanyol) definió muy bien desde la frontal. En los instantes finales trataron de arrollarnos, pero pudimos aguantar el 1-2”, recuerda.
Creer y tener un poco de suerte
En suma, que para sacar tajada del feudo bávaro “hay que creer y tener un poco de suerte. El Bayern te aprieta mucho por ese estilo que tiene y las dimensiones del terreno de juego. De todos modos, soy optimista y creo que el Atlético acabará pasando la eliminatoria. Estoy seguro de que va a ser valiente desde el principio, como lo fue la Juve: marcó dos goles precisamente porque lo fue, aunque luego se equivocó. Meterse atrás es un error porque sufres más de la cuenta. Pienso que el Atlético tiene armas de sobra para plantarle cara y meterse en la final”, asevera Jairo.
Para concluir con su disección del choque de este martes, se atreve con un pronóstico. “Yo digo que van a acabar 1-1, y sin sufrir demasiado. Si hay un equipo que sabe cómo manejar un partido de este tipo, ese es el Atlético. Estoy seguro de que alguna van a tener. Una o dos como poco, y tienen jugadores con calidad como para aprovecharlas. Saben, además, que si hacen un gol estarían en la final en un 90%. Sin olvidar, claro, que ellos son alemanes y nunca se rinden, como demostraron ante la Juve. Pero el Atlético sabrá combatir sus armas mejor que los italianos. Entre otras cosas, porque es más italiano que la propia Juve. Simeone transmite muy bien lo que quiere y eso es un punto a favor”, sentencia.
Cosas del destino. El Atlético de Madrid deberá afrontar la misma reválida que su eterno archienemigo dos años atrás camino de la ansiada final de Milán: hacer valer durante 90 minutos en el majestuoso Allianz Arena el golazo de Saúl Ñíguez al Bayern en la ‘caldera’ del Manzanares. Tarea mayúscula la que tienen por delante los del Cholo Simeone en uno de los estadios más complicados del Viejo Continente, al que, curiosamente, nunca han rendido visita.