El Bayern se queja de un césped al límite de la legalidad, pero puso una alfombra a Saúl
Guardiola, Javi Martínez, Thiago, Lahm, Alaba y Müller se quejaron del estado del terreno de juego, pero el Atlético no sobrepasó ninguna norma de la UEFA, que regula claramente el estado del césped
"La circulación de balón es lenta, porque el campo evidentemente no ayuda. Eso ya lo sabíamos", dijo Guardiola. "Estaba muy seco, eso nos dificultaba un poco las cosas, porque no hemos podido imponer nuestro juego", dijo Javi Martínez. "Estaba muy seco", dijeron Lahm y Alaba. Todos se referían al terreno de juego del Vicente Calderón. Una constante de los equipos que van a jugar al estadio del Atlético de Madrid y que gustan de hacer circular el esférico raseándolo, haciendo que la pelota pase el máximo tiempo posible rodando sobre la hierba. Esas quejas, sin embargo, tienen poca solución. Primero, porque muy a pesar de ello, Saúl se encontró una alfombra creada por la desconexión de los jugadores bávaros y marcó un golazo sin que el césped le incomodase. Y segundo, porque la UEFA permite ciertas variaciones del terreno de juego.
[A Guardiola le falta psicología]
"El club local debe esforzarse para asegurar que el campo está en las mejores condiciones para el juego (...). Para campos naturales, la altura del césped no debería, en principio, exceder los 30 milímetros y la totalidad de la superficie debe estar cortada a la misma altura. La altura del césped debe ser la misma para las sesiones de entrenamiento y el partido". Esa es la norma que establece la UEFA sobre las condiciones en las que debe encontrarse la hierba para la disputa de un partido en alguna de sus competiciones. El Atlético, en ningún caso, superó los 30 milímetros en la altura de su césped.
Otra cosa es el riego del terreno de juego, principal queja de los componentes del Bayern. "El terreno debe ser regado de manera uniforme y no sólo en ciertas áreas. Como norma general, el riego debe finalizar 60 minutos antes del inicio. Sin embargo, por voluntad del club local, el riego puede también producirse después: entre diez y cinco minutos antes del inicio y/o durante el segundo tiempo (durante un máximo de cinco minutos). El árbitro es el encargado de solicitar cambios en esa programación", dice la UEFA con respecto al riego.
[Saúl emerge ante Xabi Alonso y Thiago]
Este caso es bastante diferente a la altura del césped, pero en realidad, el Atlético tampoco abandonó los cauces legales, manteniéndose siempre al límite de los mismos. El terreno no fue regado antes del partido, ni en el descanso. A la sequedad de la superficie ayudó y mucho el día soleado en Madrid y el ambiente seco previo a una llegada de un pequeño banco de nubes que apenas dejó unas pocas gotas de lluvia en la capital de España. El césped estaba seco porque podía estar seco. Es decir, no es ninguna trampa ni una treta del Atlético que haya esquivado la normativa UEFA, sino que es una herramienta más para luchar contra el juego del contrario.
En realidad, como dijo Thiago Alcántara, "el césped estaba mal tanto para ellos" como para el Bayern. Es decir, al final, todos los 25 jugadores que pasaron por el partido tuvieron que jugar en las mismas condiciones. La diferencia fundamental es que unos están habituados a unas condiciones de césped y otros a unas muy diferentes. ¿Alguna es mejor? Cuestión de gustos. Para los que deseen practicar un fútbol asociativo, de rápidas combinaciones en pocos metros, el césped deberá estar en un estado excelente, cuanto más corto mejor (la medida ideal del Barça de Xavi eran 22 milímetros) y muy húmedo, para que el balón más que rodar por la hierba, se deslice sobre ella. Para el estilo del Atlético, eso no es necesario. A su ritmo, más pausado, no le incomoda que la pelota se desplace con mayor lentitud, incluso con pequeños saltitos por alguna deformación de un terreno blando.
[Al Atleti se le pone cara de campeón]
Xabi Alonso se metió en un berenjenal sin quererlo al escapársele que tenía "mérito" el gol de Saúl, por hacerlo "con el campo como estaba, seco". Pero luego se autocorrigió y reconoció que "es fútbol también". El discurso de esa rectificación también lo utilizó Guardiola. "En el fútbol hay que adaptarse a todo", señaló el técnico catalán en referencia a la superficie sobre la que le tocó jugar, y perder. Pero no siempre fue tan cordial con el césped contrario: "¡Poned el campo seco!", gritó Pep en Mestalla en 2012 en una eliminatoria de Copa del Rey, cuando Puyol marcó el empate. El césped del Valencia no estaba en las mejores condiciones, según el técnico.
"Estaba como lo dejamos siempre"
En el Atlético, como no podía ser de otra manera, defienden que siempre se han adaptado a las normas establecidas. "Estaba como lo dejamos siempre que nos toca jugar en casa", dijo Simeone antes incluso del partido, una vez ya supo de las quejas de Guardiola. Por otra parte, Cerezo recordó: "Llevamos jugando toda la temporada y no hemos tenido ningún problema con ningún equipo", y no le falta razón, por esta vez.
"La circulación de balón es lenta, porque el campo evidentemente no ayuda. Eso ya lo sabíamos", dijo Guardiola. "Estaba muy seco, eso nos dificultaba un poco las cosas, porque no hemos podido imponer nuestro juego", dijo Javi Martínez. "Estaba muy seco", dijeron Lahm y Alaba. Todos se referían al terreno de juego del Vicente Calderón. Una constante de los equipos que van a jugar al estadio del Atlético de Madrid y que gustan de hacer circular el esférico raseándolo, haciendo que la pelota pase el máximo tiempo posible rodando sobre la hierba. Esas quejas, sin embargo, tienen poca solución. Primero, porque muy a pesar de ello, Saúl se encontró una alfombra creada por la desconexión de los jugadores bávaros y marcó un golazo sin que el césped le incomodase. Y segundo, porque la UEFA permite ciertas variaciones del terreno de juego.