Un crecido Pellegrini no puede disimular sus ganas a Florentino... y a Guardiola
El chileno, que desvela (ahora) que estuvo a punto de dimitir como técnico del Madrid "en pretemporada", también desafía la llegada de su sustituto, a quien puede ver en la final
"Tenemos el rival que queríamos", asegura el enjuto y hiératico Manuel Pellegrini, entrenador del Manchester City y, por consiguiente, rival del Real Madrid en las semifinales de la Liga de Campeones. El chileno, que tuvo un efímero y frustrado paso por el banquillo del Santiago Bernabéu, ha concedido estos días entrevistas a los dos diarios deportivos madrileños y, por más que él lo haya intentado y uno de sus interlocutores incluso maquillado, en ambas no ha podido disimular las ganas que le tiene al presidente del Madrid, Florentino Pérez.
"Yo no tengo ninguna cuenta pendiente con nadie. No tengo nada ni contra Florentino Pérez ni contra la directiva del Real Madrid", afirma Pellegrini, quien al mismo tiempo confiesa que en sus siete participaciones en Champions -con Villarreal, Real Madrid, Málaga y City-, la peor experiencia la pasó al frente de los blancos. "No era un equipo conformado y tenía algunos déficits evidentes", comenta en referencia a las ventas de Robben y Sneijder. "El fastidio me llevó a pensar en la renuncia en la pretemporada, pero Jorge Valdano -entonces director general del Real Madrid- me convenció para que no la presentara". Pero hay más, a renglón seguido, Manuel asegura que "yo sabía que estaba despedido desde mi llegada, desde agosto. Ni Alcorcón, ni eliminación de la Champions".
[El Manchester City se exhibe contra el Chelsea]
Las manifestaciones de Pellegrini están basadas en hechos reales, sí, pero decir ahora que pensó en dimitir en pretemporada -y no lo hizo- y que supo que estaba fuera del Real Madrid desde agosto, como así oucrrió, no parece lo más oportuno en vísperas de enfrentarse a los blancos en semifinales de la Champions. Salvo que, efectivamente, el chileno intente saldar las cuentas pendientes que tiene con Florentino Pérez. Hacer lo que ha hecho se antoja tan cortés como poco valiente. Lo denunció el portugués Carlos Queiroz hace unos días y lo hizo el propio Rafa Benítez, la última 'víctima' de Florentino Pérez en esa silla eléctica en la que el presidente de ACS ha convertido el banquillo del Bernabéu.
El Madrid, favorito por nombre
Con los deseos de 'vendetta' o sin ellos de su entrenador, lo cierto es que el Manchester City se presenta al doble enfrentamiento contra el Real Madrid en su mejor momento de la temporada. Tal vez por ello Pelligrini esté tan envalentonado o crecido. "Sale favorito por su nombre e historia. Futbolísticamente habrá que verlo", dice sobre el equipo de Zidane. El chileno, habitualmente comedido, también se permite alardear de su City. "Piensa y juega como un equipo grande", afirma, si bien esto es algo que no demostró en las dos últimas temporadas, cuando en ambas ocasiones se enfrentó -y cayó- al Barça en octavos de la Champions.
Ni que decir tiene que en el Real Madrid, pero también en el City, están pendientes de la recuperación de Cristiano Ronaldo. El portugués pisó este domingo el césped de Valdebebas para realizar carrera continua, mejorado de la sobrecarga muscular que desaconsejó su presencia ante el Rayo. También es duda Benzema, lesionado el sábado en Vallecas ante el Rayo (2-3) y del que el club no facilitó ninguna información. La buena noticia para Zidane fue ver a Carvajal trabajar al mismo ritmo que sus compañeros, una vez que el lateral se ha recuperado del fuerte golpe que le ha impedido disputar los dos últimos partidos de Liga.
"Hemos ganado la Copa de la Liga, estamos por primera vez en la historia del club en la semifinales de la Champions y vamos terceros en la Premier, en los puestos de Champions para el próximo año". Lo mismo que no parece tenerle miedo al Real Madrid, Pellegrini valora la temporada que está haciendo su equipo en su tercer y último año en el Etihad Stadium, aunque estar a 12 puntos del Leicester tras perder 9 partidos en su campeonato doméstico no puede considerarse un éxito precisamente.
El morbo de una final City-Bayern
Aunque en España el emparejamiento más morboso del sorteo de las semifinales de la Champions habría sido un Real Madrid-Atlético, el duelo español habría conllevado otro enfrentamiento que no lo era menos entre el Bayern y el City, es decir, el equipo actual de Guardiola y el que el catalán dirigirá a partir de la próxima temporada en sustitución de Pellegrini. Después de ampliar su contrato por un año más para acallar las voces que colocaban insistentemente a Pep en su lugar, El Ingeniero tuvo que hacer otro papelón al aceptar de buen grado el anuncio de su llegada, sin que nada se dijera antes de su consiguiente e inevitable destitución.
"Si hubiera ganado dos Champions y dos Premier, Guardiola hubiera venido igual", asegura Pellegrini, aunque el chileno sabe mejor que nadie que eso no es verdad, pues su contrato siempre estuvo condicionado desde el primer año a lo que el City hiciera en la Liga de Campeones, la gran obsesión del jeque. Y, sí, si Guardiola no vino antes, fue precisamente porque no quiso, pero también porque el chileno no pasó a cuartos en sus dos primeras Champions.
Curiosamente, ha sido en esta edición, con Pep ya anunciado como nuevo técnico de los citizens, cuando más lejos ha llegado y quién sabe si aún lo hará más, hasta el punto de enfrentarse y quién si ganar a Guardiola en la final de Milán. Claro que para ello antes tendrá que eliminar al Real Madrid en un enfrentamieto al que Pellegrini lleva crecido. Veremos si es por convicción en sus posibilidades o simplemente por despecho hacia el que fuera su presidente.
"Tenemos el rival que queríamos", asegura el enjuto y hiératico Manuel Pellegrini, entrenador del Manchester City y, por consiguiente, rival del Real Madrid en las semifinales de la Liga de Campeones. El chileno, que tuvo un efímero y frustrado paso por el banquillo del Santiago Bernabéu, ha concedido estos días entrevistas a los dos diarios deportivos madrileños y, por más que él lo haya intentado y uno de sus interlocutores incluso maquillado, en ambas no ha podido disimular las ganas que le tiene al presidente del Madrid, Florentino Pérez.