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Luis Suárez, que debió ser expulsado, remontó el 0-1 de Torres, que sí lo fue
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la absurda roja al niño condicionó el partido

Luis Suárez, que debió ser expulsado, remontó el 0-1 de Torres, que sí lo fue

Torres adelantó al Atlético, pero dejó a su equipo con diez en el minuto 35 tras dos faltas absurdas. El uruguayo, que firmó un doblete, también se jugó la roja, pero no la vio

Foto: Luis Suárez.
Luis Suárez.

El primer 'round' de este nuevo Barça-Atlético de Champions tuvo dos protagonistas por encima del resto. El primero, Fernando Torres, que adelantó a su equipo en un campo que se le da especialmente bien, pero se autoexpulsó en dos incomprensibles entradas a destiempo y fuera de sitio sobre Neymar, primero, y Sergio Busquets, después. Y el segundo, Luis Suárez, autor de los dos goles que remontaron el del Atlético y que permite al equipo de Luis Enrique ir a Madrid con una mínima ventaja. El uruguayo también debió ser expulsado, especialmente tras una patada sin balón a Juanfran y otras dos trifulcas con rivales, de ahí las lógicas protestas rojiblancas. "El árbitro es un ser humano, a veces se equivoca, a veces acierta. Hubo muchos rifirrafes, yo tuve unos cuantos", reconoció el charrúa. El 2-1 obliga a los de Simeone a ganar en la vuelta, y en ese sentido el ambiente que se vivirá en el Calderón será su mejor baza.

Después de 39 partidos invicto, el Barça cayó contra todo pronóstico en el Clásico, en el Camp Nou y en el día que se homenajeaba a Johan Cruyff. Es por ello que los azulgranas llegaban con algudas dudas en las que que a buen seguro Simeone intentaría hurgar. La única novedad de Luis Enrique fue Ter Stegen, el portero de la Liga de Campeones para desgracia de Claudio Bravo. El Cholo contaba con las ausencia de Giménez y, a última hora, de Savic, de ahí que fuera Lucas Hernández quien formara la pareja de centrales con el almirante Godín. Con pitada al himno de la Champions y los dos equipos con su segundo uniforme por imperativo de la UEFA, el duelo fratricida se inició de forma parecida al último que enfrentó a ambos equipos en la Liga a secas. Lo curioso es que también acabó igual o, al menos, parecido.

[Leer aquí: Simeone, el cordero vestido de lobo: una victoria en sus 15 partidos contra el Barça]

Lo importante en el fútbol no es tener el balón, sino saber qué hacer con él. La historia obliga al Barça a acaparar la posesión y en un equipo con futbolistas como Piqué, Busquets e Iniesta -y Sergi Roberto cuando está- es impensable jugar a otra cosa. Sin embargo, este Barça de Luis Enrique es más peligroso tras robo, pues es entonces cuando Messi, Luis Suárez y Neymar más daño hacen a sus rivales. Simeone había perdido sus seis enfrentamientos anteriores con el técnico asturiano y solo había ganado uno de 15 contra el Barça. Es decir, que tampoco se puede decir que el argentino tenga precisamente la receta para ganarle. Sin embargo, el Cholo es un cordero con piel de lobo y casi siempre ha sabido complicarle los partidos. Esta vez también lo hizo, aunque lo volvió a perder, de ahí que sume ya siete derrotas de siete ante Luis Enrique, si bien, tal y como sucediera en su única victoria en 16 partidos ya ante el Barça, ganar el que le espera en el Calderón dentro de una semana puede volver a suponer el pase a las seminfinales de la Liga de Campeones. La otra vez fue un 1-0, un resultado que también le valdría en esta ocasión.

Lo cierto es que el Atlético fue mejor once contra once. Su equipo salió mejor al Camp Nou, echándose encima del Barça, que no tardó en exhibir sus imprecisiones cuando se veía obligado a jugar como debe o al menos se le supone. Con Busquets engullido por la presión rojiblanca, solo un remate de cabeza de Neymar a centro de Alves inquietó a Oblak antes de que Fernando Torres, quién si no, lograra el 0-1 tras recibir un magistral pase entre líneas de Koke. El '6' del Atlético emuló al mejor '6' que ha tenido el Barça, Xavi, de quien curiosamente ha heredado el '8' de la Selección.

El gol premió los méritos del Atleti, pero, sobre todo, castigó los deméritos del Barça. Sin embargo, el devenir del partido, y quién sabe si también de la eliminatoria, iba a vivir unos momentos decisivos. Torres, excesivamente revolucionado desde que marcó el 0-1, vio una tarjeta amarilla por una entrada a Neymar a la media hora de partido y, siete minutos después, otra por otra a Sergio Busquest en el centro del campo. El alemán Felix Brych lo vio claro y expulsó al delantero del Atlético por doble amonestación. Se equivocó El Niño, que hace tiempo que dejó de serlo y por ello la sorpresa de que cometiera un error impropio de un veterano como él. Lo cierto es que la expulsión de Torres fue tan justa como absurda. Al Atlético de Simeone, sí, un equipo con nombre y el apellido de su autor, le gusta afrontar los partidos desde el victimismo futbolístico, hasta el punto de que si le dan el balón para que lleve la iniciativa, intenta devolverlo con más o menos disimulo. "Dame un punto de apoyo y moveré el mundo", dijo el matemático griego Arquímedes. Algo parecido es lo que predica el Cholo a sus jugadores y por ahí debió de ir su charla durante el tiempo de descanso.

El Atlético volvía a verse en inferioridad, pues en su último enfrentamiento de Liga en el Camp Nou los rojiblancos terminaron incluso con nueve jugadores, aunque entonces el Barça remontó el 0-1 cuando aún estaban once contra once. Un tiro de Neymar al poco de volver de vestuarios dejó temblando el larguero y al Atlético, que empezó a pedir la hora cuando aún restaban 40 minutos para el final. Simeone movió pronto el banquillo e introdujo a Augusto en lugar de Carrasco. Tocaba apuntalar -aún más- el centro del campo y prepararse para el asedio que ya se había decretado en el Camp Nou.

[Leer aquí: Fernando Torres, el fruto prohibido del Barcelona que intimida al Camp Nou]

Antes de que a Luis Enrique le diera tiempo a sustituir a Rakitic por el felizmente recuperado Rafinha, llegó el primer gol de Luis Suárez. El uruguayo, habilitado por Saúl, que se quedó enganchado junto a Filipe, desvió a la red un tiro mordido de Jordi Alba. Como aquello de que la duración de un minuto depende del lado de la puerta del cuarto de baño en que te encuentras, los 30 que restaban para el final no le parecían muchos al Barça, pero eran un mundo para el Atleti, que empezaba a defenderse como gato panza arriba, demasiado metido en su área, aunque desde fuera es fácil decirlo.

De nuevo Luis Suárez, esta vez a centro de Alves y con un gran cabezazo, pilló a Oblak a contrapié y puso el 2-1. Aunque el cambio pareció estar previsto de antemano, el Cholo retiró a Griezmann para dar entrada a Thomas y buscar aún más músculo para atrincherarse. Mucho más sorprendieron las sustituciones de Luis Enrique, para quien los tres de arriba son intocables. Sergi Roberto por Busquets y Arda Turan por Iniesta. El dominio del Barça pasó a ser absoluto, aunque no fue capaz de ampliar una ventaja que en el caso del Atlético se antojaba un mal menor visto el discurrir del partido y con la cabeza puesta ya en el de vuelta, donde Simeone intentará acabar con su mal fario ante Luis Enrique y, a poder ser, hacerlo con los mismos jugadores durante los 90 minutos y por 1-0, un resultado que le basta y le bastó.

Ficha técnica:

2 - Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets (Sergi Roberto, min.80), Rakitic (Rafinha, min.64), Iniesta (Arda Turán, min.83), Messi, Luis Suárez y Neymar.

1 - Atlético Madrid: Oblak; Juanfran, Lucas, Godín, Filipe Luis; Saúl Ñíguez (Correa, min. 90), Koke, Gabi, Carrasco (Augusto, min.53); Griezmann (Thomas, min.76) y Torres.

Goles: 0-1, min.25: Torres. 1-1, min. 63: Luis Suárez. 2-1, m.74: Luis Suárez.

Árbitro: Felix Brych (ALE). Mostró cartulina amarilla a Torres (min.29) y la segunda en el 35, por lo que fue expulsado. También vieron cartulina amarilla Koke (min.33), Busquets (min.48), Filipe Luis (min. 61), Suárez (min.70), Griezmann (min.73), Lucas (min.78), Oblak (min.79), Mascherano (min.82) y Augusto (min.86).

Incidencias: asistieron al encuentro 88.534 espectadores en partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou.

El primer 'round' de este nuevo Barça-Atlético de Champions tuvo dos protagonistas por encima del resto. El primero, Fernando Torres, que adelantó a su equipo en un campo que se le da especialmente bien, pero se autoexpulsó en dos incomprensibles entradas a destiempo y fuera de sitio sobre Neymar, primero, y Sergio Busquets, después. Y el segundo, Luis Suárez, autor de los dos goles que remontaron el del Atlético y que permite al equipo de Luis Enrique ir a Madrid con una mínima ventaja. El uruguayo también debió ser expulsado, especialmente tras una patada sin balón a Juanfran y otras dos trifulcas con rivales, de ahí las lógicas protestas rojiblancas. "El árbitro es un ser humano, a veces se equivoca, a veces acierta. Hubo muchos rifirrafes, yo tuve unos cuantos", reconoció el charrúa. El 2-1 obliga a los de Simeone a ganar en la vuelta, y en ese sentido el ambiente que se vivirá en el Calderón será su mejor baza.

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