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La gran noche de Champions League de un Valencia que vende como nadie
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La gran noche de Champions League de un Valencia que vende como nadie

El Valencia recibe al Mónaco en el partido de ida de la eliminatoria previa a la fase de grupos de la Champions. Lo hace sin Otamendi, vendido al City por un buen puñado de millones de euros

Foto: Nuno Espírito Santo, durante el último entrenamiento del Valencia antes de su partido con el Mónaco (EFE)
Nuno Espírito Santo, durante el último entrenamiento del Valencia antes de su partido con el Mónaco (EFE)

El Valencia se juega más de media temporada. El anhelado sueño de disputar nuevamente la fase de grupos de la Champions League está a un par de pasos, dos partidos ante un incómodo Mónaco que aparece amenazante. Un poco menos desde que se supo que en Mestalla (miércoles, 20:45 horas) no estarán dos de sus figuras -Moutinho y Kurzawa-, lo que ha aliviado a la escuadra de Nuno Espírito Santo. Un equipo cuya existencia ha estado marcada por la fuga -anunciada hace tiempo- de Otamendi. Deja el argentino 45 millones de euros en las arcas de Mestalla, demostrando el club valenciano que sabe vender como pocos. No se recuerda una mala operación en este sentido. Perdió mucho potencial en el campo, pero sus cuentas siempre fueron alimentadas con buenos millones de euros.

El Valencia siempre fue duro negociador cuando tocó traspasar a alguna de sus figuras. Y nunca traspasó a un jugador donde no quiso, caso del Real Madrid, que por mucho que lo intentó con Mendieta y años más tarde con Villa, fue incapaz de convencer a la directiva de turno. La presión social es demasiado fuerte como para potenciar al club blanco, poco querido en la capital del Turia desde la sonada fuga de Mijatovic. En el año 2000 el Valencia realizó la primera gran venta, cuando traspasó al 'Piojo' López a la Lazio a cambio de 35 millones de euros. Después llegaron las de Farinós (28 millones/Inter de Milán), Gerard (22/Barcelona), Gaizka Mendieta (48/Lazio), Albiol (15/Real Madrid), Villa (40/Barcelona), Silva (33/Manchester City), Mata (28/Manchester United), Jordi Alba (14/Barcelona) y Roberto Soldado (30/Tottenham).

El 'caso Otamendi' ha marcado las horas previas al partido. Desde que su agente desvelara hace tiempo que su representado no jugaría en el Valencia en la presente temporada, en el interior del club se tenía claro que no había vuelta atrás. El zaguero argentino completó con normalidad las primeras sesiones de pretemporada, pero el pasado fin de semana dijo 'basta' y le dejó claro tanto al entrenador como al club que había llegado el momento de la partida. Aunque el Manchester United se postulaba como club comprador hace semanas, finalmente ha sido su vecino el que se lleva al jugador argentino. Nicolás jugará a las órdenes de Pellegrini en el City y junto a Mangala, que no quiso entrar en la operación para jugar en el Valencia y se queda en Inglaterra.

Otamendi deja un socavón en Mestalla

La ausencia de Otamendi no es menor para el Valencia. Una sola temporada le convirtió en un referente en el vestuario y en ídolo absoluto de la grada. El argentino completó una campaña sobresaliente, siendo absolutamente fundamental para que el equipo alcanzara la cuarta posición liguera que le permite disputar esta eliminatoria de Champions League. Deja huella el defensa sudamericano en el vestuario valencianista por una entrega casi insuperable y una profesionalidad intachable en el día a día. Otamendi deja un hueco que su sustituto tendrá muchos problemas para llenar. Su marcha ha supuesto un duro golpe para su entrenador, que no ha llorado y acepta el funcionamiento de la ley del mercado y el deseo del jugador, que ganará mucho más en el City.

No es un día más para el Valencia. Sobre todo para Nuno, que el día de la presentación oficial del equipo escuchó silbidos dirigidos a él. “La afición siempre tiene razón; por lo tanto, toca trabajar para que me aplaudan los que hoy me pitan. No puedes gustar a todos, pero sí que te respeten por tu trabajo diario”, dijo el técnico. No olvida la grada de Mestalla la guerra civil que le enfrentó a Amadeo Salvo y Rufete de la que salió ganador, como quedó claro que el ex presidente tenía a la masa social de su lado. Por ello, esta eliminatoria supone un examen en toda regla para el entrenador, que de no superarlo empezaría la Liga con su propia afición de uñas contra él. Con todo el papel agotado, el ambiente será el habitual en Mestalla cuando su equipo afronta un partido especial, como es el caso.

El ejemplo del Atlético

Cuando Peter Lim se convirtió en el nuevo dueño del Valencia, se marcó como objetivo de obligado cumplimiento obtener un billete para disputar la Champions League. No queda otra. La inversión realizada no puede tener otro resultado final. El futuro de la entidad pasa por disputar una competición que deja buenos millones en las arcas de los clubes. El Valencia quiere seguir la senda del Atlético de Madrid, el club que ha avinagrado más de una vez la cara de Real Madrid y Barcelona en los últimos tiempos. Igual que el club rojiblanco estira la goma económica hasta el límite, fiándolo todo a disputar la Champions League, el millonario de Singapur pretende seguir una línea similar.

El Valencia quiere estar a la misma altura que el Atlético de Madrid cuanto antes. Caer eliminado ante el Mónaco frenaría el plan expansionista fijado, al mismo tiempo que la estabilidad del club -históricamente frágil- quedaría notablemente tocada. Económicamente, el impacto negativo también sería muy importante, pues no hay que olvidar que los clubes que participan en la fase de grupos pueden ingresar cerca de 30 millones de euros dependiendo de los resultados. Consolidarse en la Champions League, cosa que ya ha logrado el Atlético, es fundamental para el Valencia, entre otras cosas, para captar patrocinadores más potentes o atraer futbolistas de mayor nivel. La eliminatoria ante el Mónaco, por lo tanto, puede marcar el futuro de la institución. Para bien… o para mal.

Alineaciones probables:

Valencia: Ryan, Barragán, Mustafi, Vezo, Gayà, Enzo Pérez, Parejo, De Paul, Feghouli, Rodrigo y Alcácer.

Mónaco: Subasic; Fabinho o Touré, Raggi, Carvalho, Echiejle, Toulalan, Pasalic o Fabinho, Dirar, Bernardo Silva, Cavaleiro y Martial.

Árbitro: Mark Clattenburg (Inglaterra).

Estadio: Mestalla.

Hora: 20:45.

El Valencia se juega más de media temporada. El anhelado sueño de disputar nuevamente la fase de grupos de la Champions League está a un par de pasos, dos partidos ante un incómodo Mónaco que aparece amenazante. Un poco menos desde que se supo que en Mestalla (miércoles, 20:45 horas) no estarán dos de sus figuras -Moutinho y Kurzawa-, lo que ha aliviado a la escuadra de Nuno Espírito Santo. Un equipo cuya existencia ha estado marcada por la fuga -anunciada hace tiempo- de Otamendi. Deja el argentino 45 millones de euros en las arcas de Mestalla, demostrando el club valenciano que sabe vender como pocos. No se recuerda una mala operación en este sentido. Perdió mucho potencial en el campo, pero sus cuentas siempre fueron alimentadas con buenos millones de euros.

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