Koke como solución para todos los males
Dos derrotas en los tres partidos que ha jugado el Atlético sin Koke. Estos datos muestran bien a las claras la importancia del canterano, que si nada se tuerce luchará por la remontada en la vuelta
El Atlético de Madrid tuvo poco que ver consigo mismo en Leverkusen. Ni el juego, ni el estilo, ni la intensidad… Ni siquiera el gris blanquecino de la camiseta le representa. Fue, con total seguridad, la peor versión rojiblanca de lo que va de temporada. Y tuvo que llegar cuando más importa, el día en el que fallar está prohibido. Por suerte para el Atleti, aún quedan noventa minutos en el Calderón con un resultado que no es del todo imposible de remontar. No haber marcado en campo contrario complica aún más el asunto, pero ganar por dos goles de diferencia no parece improbable… y más si está Koke Resurrección en el campo.
¡Cuánto se le echó en falta en el BayArena! Y en Vigo, por extensión. Era por algo que el Cholo Simeone prácticamente nunca le daba descanso: porque es una pieza irremplazable, insustituible, un jugador único dentro del plantel colchonero. No hay otro jugador en plantilla que tenga las virtudes de Koke, ni siquiera que se le parezca. Y sin él, Simeone tiene que jugar a otra cosa, inventarse un nuevo esquema, porque no es posible hacer lo mismo con Koke que sin él. Son dos cosas distintas, y claramente la segunda es peor que la primera. Para comprobarlo, valga este dato: dos derrotas en tres partidos sin él (cinco derrotas, un empate y cinco victorias en los últimos once, ya que estamos).
Será complicado que el canterano regrese a la lista este fin de semana contra el Sevilla. El Atleti no debería tener ninguna prisa porque una lesión muscular mal curada provoca problemas mucho más serios. Si nada se tuerce, Koke debería volver a jugar con el Atlético en el Calderón ante el Valencia el próximo 8 de marzo. Tendrá tiempo suficiente, nueve días, para volver a ponerse a tono antes de liderar a su equipo en el Vicente Calderón en busca de la remontada hacia los cuartos de final.
Y digo lo de liderar con toda la intención. Porque el Atleti en ese partido no tendrá a dos de los cuatro capitanes. Diego Godín vio la tercera amarilla de la competición y, por lo tanto, será sancionado, mientras que la baja de Tiago Mendes también es segura por su expulsión. De los que portan el brazalete sólo quedarán Gabi y Raúl. Koke, por tanto, tendrá que ejercer su función de adalid más que nunca. Será el que le dé salida a la pelota desde atrás, el que apoye constantemente a Gabi y presumiblemente Mario en la cobertura y el que lance los contragolpes de los delanteros. Vamos, lo que no pasó contra el Bayer.
El Bayer evitó con continuas faltas y choques que el Atlético tuviese la más mínima continuidad en el juego. No trenzó ni una sola jugada asociativa en todo el partido, no digamos ya ocasiones de gol. Sin Koke, el Atleti pierde eso que parece que no tiene pero que echa en falta cuando no está: el toque. Koke es la pausa a la electricidad y el vértigo rojiblanco, la inteligencia meditada dentro de la jauría. Y entre todo eso no falta tampoco el coraje sin el que no se puede triunfar bajo las órdenes del Cholo.
“No pudimos salir de esa presión durante gran parte del partido. No pudimos resolver bien la primera presión, no jugamos las combinaciones con velocidad y ganamos la mitad de segundas pelotas que ellos, que ganaron casi todas. Eso les hizo sentirse más cerca de las combinaciones ofensivas", dijo Simeone. En buena medida eso fue así porque no jugó Koke, y el Cholo lo sabe muy bien. Con Koke pocas de esas situaciones se habrían dado por los motivos ya expuestos en el párrafo anterior. Y el Atleti deberá evitar perder tantos balones sueltos, tendrá que apoyarse en Koke para salvar la presión contraria y deberá encontrar los espacios hacia el gol. Que se prepare, porque en cuanto vuelva, de nuevo no dejará de jugar. El Atleti y el Cholo le necesitan.
El Atlético de Madrid tuvo poco que ver consigo mismo en Leverkusen. Ni el juego, ni el estilo, ni la intensidad… Ni siquiera el gris blanquecino de la camiseta le representa. Fue, con total seguridad, la peor versión rojiblanca de lo que va de temporada. Y tuvo que llegar cuando más importa, el día en el que fallar está prohibido. Por suerte para el Atleti, aún quedan noventa minutos en el Calderón con un resultado que no es del todo imposible de remontar. No haber marcado en campo contrario complica aún más el asunto, pero ganar por dos goles de diferencia no parece improbable… y más si está Koke Resurrección en el campo.
- El Bayer envenena al Atleti con su medicina Jesús Garrido
- Para esto eran los 100 millones del Cholo Jesús Garrido
- Roger Schmidt, elogio de lo radical Darío Ojeda