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Messi supera otro histórico récord con un 'hat-trick' que podría haber firmado Raúl
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la 'pulga', máximo goleador de la champions

Messi supera otro histórico récord con un 'hat-trick' que podría haber firmado Raúl

En la semana de los récords de Messi no podía faltar el de superar la marca de Raúl González en la Copa de Europa. Ya es el mejor goleador de siempre en la Champions, y qué mejor homenaje al jugador que ha superado marcando goles de oportunista

Foto: Messi celebra uno de los tres goles que marcó al APOEL (EFE).
Messi celebra uno de los tres goles que marcó al APOEL (EFE).

Ha habido momentos en la carrera de Leo Messi en que parece que su dedicación primaria es batir todos los registros con el Barcelona que tenga a su mano. O a su pie, mejor dicho. O la cabeza, en realidad le da igual, ha marcado con esas tres partes de su cuerpo algún gol alguna vez. La ferocidad de Messi cuando se trata de anotar goles es salvaje, devastadora, ya sea en la Liga, en la Copa, en la Champions o en el Mundial de Clubes. Le da exactamente igual el partido que sea, Messi sólo quiere ganar y si puede marcar todos los goles que pueda, lo intentará. Es el resultado de años de preparación, de una calidad innata única y de un equipo que trabaja para él. Y así, se baten récords como el de Raúl.

Cuando Raúl marcó su último gol con el Schalke 04 en la Champions League, al Valencia en 2011, todos pensamos que su registro de 71 goles iba a estar bastantes años intacto en el Olímpo de la Copa de Europa. Pero por detrás venían dos monstruos como Cristiano y Messi que no tienen ni la más mínima intención de respetar los mitos del fútbol, sino que lo que quieren es cargárselos a todos para que sean sus nombres los únicos que brillen con lustre propio en la historia del fútbol mundial. Porque si los números de Raúl parecían imbatibles, los que dejen Messi y Cristiano serán más propios de superhombres que de meros jugadores de fútbol.

Por ahora, y a falta de que Messi ponga fin a su carrera, el nuevo récord en la Champions League son estos 74 goles del argentino. Tres días después de batir a Zarra, Messi batió a Raúl. Y así de rápido se superan a dos leyendas del fútbol español. Y si la Pulga se pone a mejorar las marcas personales de esos dos goleadores, lo hace como debe hacer un asesino del área: con goles. Con muchos goles. Tres goles le infligió al Sevilla y otros tres anotó en Nicosia ante el APOEL. Para que no quede ningún tipo de duda sobre su mandato en cuanto a goles se refiere. Puesto a ser el mejor, Messi lo es de manera aplastante.

Esta semana tocaba ganar a Raúl. Y lo curioso es que Raúl marcó muchos de sus 71 goles en Champions de una forma más que similar a la que utilizó Messi para anotar su hat-trick. Acciones de oportunismo, de pillín de área. Raúl era una sombra cuya presencia no se notaba cuando se resbalaba entre las piernas de los defensas para aparecer cuando menos se esperaba para meter la pierna en el camino de la pelota, y así dirigirla hacia la red. Pues bien, Messi le realizó su pequeño homenaje involuntario marcando tres goles al APOEL que podría haber firmado el mismísimo Raúl.

Quizás el que más caracterizara al excapitán del Real Madrid sería el primero de Messi. Rafinha Alcántara estaba intentando abrirse hueco entre una muralla de piernas chipriotas para ensayar el disparo. Cuando lo logró, cuando por fin cargó su buen pie izquierdo, el balón fue dirigido directamente hacia Messi. Éste, sin pensar si el balón iba dentro o fuera del marco, decidió que lo mejor sería asegurar que su destino fuera el gol, y metió la diestra para cambiarle la trayectoria a Urko Pardo y anotar el segundo tanto del Barça en el partido. Cuántos goles habrá metido de manera similar Raúl. Eso sí, los dos son zurdos, pero Messi marcó sus tres goles en Chipre con la derecha, y no es precisamente habitual.

Lo que sí era muy habitual en Raúl era su inteligencia para buscar el espacio, el desmarque inesperado y, una vez delante del portero en un duelo solitario, utilizaba su cuchara, su ligera vaselina sobre el rival para llevar el balón a la red. Y así hizo Messi para meter el segundo de su cuenta al APOEL. Alves leyó el agujero que había abierto Messi y le sirvió la pelota para que sólo tuviera que controlar y elevar el balón sutilmente sobre Pardo. Y el gol de 9 puro, de cazagoles, es el último. La demostración de estar donde se tiene que estar, en el momento justo, para servir de último enlace para el asistente en el camino hacia el gol. En ninguno de los tres goles Messi necesitó más de un toque, como hacía Raúl. La diferencia es que Raúl ya no va a hacerlo más en la Champions, y a Messi le quedan goles para rato.

Ha habido momentos en la carrera de Leo Messi en que parece que su dedicación primaria es batir todos los registros con el Barcelona que tenga a su mano. O a su pie, mejor dicho. O la cabeza, en realidad le da igual, ha marcado con esas tres partes de su cuerpo algún gol alguna vez. La ferocidad de Messi cuando se trata de anotar goles es salvaje, devastadora, ya sea en la Liga, en la Copa, en la Champions o en el Mundial de Clubes. Le da exactamente igual el partido que sea, Messi sólo quiere ganar y si puede marcar todos los goles que pueda, lo intentará. Es el resultado de años de preparación, de una calidad innata única y de un equipo que trabaja para él. Y así, se baten récords como el de Raúl.

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