Es noticia
La ansiedad y la cobardía del Athletic lo dejan fuera de la Champions
  1. Deportes
  2. Fútbol
EL OPORTO GANÓ CON EL ESFUERZO JUSTO

La ansiedad y la cobardía del Athletic lo dejan fuera de la Champions

El Athletic no arriesgó y el que no lo hace, no gana y se despide de Europa. La victoria del Oporto llegó con lo justo y los tantos de Jackson Martínez y Brahimi (0-2)

Foto:

La lluvia que arreció hasta la hora del partido enfrió el ambiente y el partido. El Athletic salió con una premisa grabada a fuego en su mente: sólo valía la victoria para seguir vivo en Europa. El problema es que no quiso arriesgar y el que no lo hace, no gana y se despide de la Champions. El Oporto se mostró como un equipo muy profesional que, con el esfuerzo justo, se llevó una victoriacimentada en los tantos de Jackson Martínez y Brahimi (0-2). Los hombres de Lopetegui supieron aprovecharse de la ansiedad de los vascos que no encontraron la manera de entrar en el partido a lo largo de los noventa minutos de juego. El Athletic dice adiós a la Champions y el único consuelo que les queda es pelear por una tercera plaza que les daría la oportunidad de disputar la Europa League.

El tanteo inicial se les fue de las manos a uno y a otro. A excepción de una volea que Ibai Gómez mandó a la grada, en los primeros quince minutos de partido San Mamés vio como el balón iba y venía sobre el césped sin control alguno. El Athletic comenzó presionando al Oporto obligándole a jugar en largo, igual que hizo por momento en su visita a Portugal. El problema es que a los hombres de Valverde el partido se les ponía cuesta arriba sin la presencia de Iturraspe en el centro del campo. Con Beñat incumpliendo sus funciones, San José y Rico no son jugadores para sacar el balón fluido. La consecuencia evidente era el sufrimiento de los vascos.

El Oporto, por su parte, había enfriado el partido desde el primer minuto y se mascaba una calma tensa. El Athletic seguía esperando a verlas venir mientras jugaba con fuego en las inmediaciones de Iraizoz. Tanto que las ocasiones lusas no tardaron en llegar; con Óliver Torres dejando detalles de calidad sobre el césped del nuevo San Mamés, Jackson Martínez fue sinónimo de peligro. En su primera ocasión ganó la espalda descaradamente a Gurpegui y perdonó en el primer palo. Igual que al filo del descanso cuando desde los once metros quiso ajustar tanto que mandó el balón al palo. El colombiano se cobró el penalti que Balenziaga cometió sobre Danilo, el primero llegó tarde y el segundo forzó la caída. Antes de la pena máxima errada, Maicon se sacó un lanzamiento que se envenenó con un bote y Brahimi botó una falta que se marchó lamiendo la madera que defendía Iraizoz.

La tímida presión del Athletic, en tierra de nadie, dejaba una sensación de falta de control. El fútbol de los vascos no tenía continuidad, el balón se les antojaba extraño y sin él, era complicado que se desplegasen. La responsabilidad de jugar la primera de sus tres finales, había atenazado a los hombres de Valverde. Y es que el Oporto no exhibió un fútbol arrollador, se limitó a no desprotegerse su línea de atrás. Los hombres de Lopetegui hacían lo que tenían que hacer, nada más, y si el partido les exigía más, entonces sería el momento de meter una marcha más. Cuando llegó el descanso, la mejor noticia en San Mamés era que los suyos no iban por detrás en el marcador aunque a nadie se les escapaba que el partido no iba bien: el Athletic demandaba a voces tener el balón, quizás con la salida de Iturraspe, y presionar arriba para cambiar la dinámica.

Y eso pareció en los primeros minutos tras la salida de Iraola y Muniain. En el arranque de la segunda parte, De Marcos cruzó el balón con peligro. El Athletic se animó y todo apuntaba a que los vascos iban a dar el paso al frente que tanto necesitaban. Los de Valverde arriesgaban algo más que en la primera parte, peleaban para incomodar al Oporto en la salida intentando que perdieran más balones. Los lusos, por su parte, no habían hecho demasiado hasta que apareció Brahimi en estado puro. Con una magnífica jugada en la que se fue de tres rivales, se topó con Jackson Martínez. El capitán del Oporto no tuvo casi ni que empujarla, sólo estar en el sitio y momento adecuados para abrir la lata (56’).

El juego del Athletic seguía siendo igual de espeso y el conjunto luso se llevó el partido a su terreno: interrumpiendo el ritmo y sin continuidad. Pusieron la emoción Guillermo mandando el empate al palo y Jackson Martínez cuando, aprovechando un error de Laporte, se plantó de frente en la portería del Athletic. En esas estaba el choque cuando Iraizoz pasó de ángel a demonio: después de salvar al Athletic de la sentencia, erró gravemente ante Brahimi al no controlar una cesión de Laporte y dejar el balón franco para el remate (73’). El galo había hecho todo bien y siempre con peligro, el tanto era la guinda perfecta a su noche y un fiel reflejo del choque que estaba presenciando San Mamés. La diana y la forma en la que llegó dejaron sin vida a un partido mientras en Bilbao reaparecía la lluvia con gotas de decepción. El Oporto ganó con lo justo y un tímido Athletic, que no fue consciente de que estaba jugando una final en la que saboreó la parte más amarga, la del derrotado, se despide de Europa.

Ficha técnica

Athletic Club: Iraizoz; De Marcos, San José, Laporte, Balenziaga; Gurpegui, Rico; Susaeta (Muniain, min.46) Beñat (Iraola, min.46), Ibai Gómez (Viguera, min.72); y Guillermo.

FC Oporto: Fabiano; Danilo, Maicon, Indi, Álex Sandro; Casemiro, Óliver Torres (Rubén Neves, min.81), Héctor Herrera; Tello (Quaresma, min.60), Brahimi (Adrián López) y Jackson Martínez.

Goles: 0-1, min.67: Jackson Martínez. 0-2, min.73: Brahimi.

Árbitro: Felix Brych (Alemán). Mostró tarjeta amarilla al local Gurpegui y al visitante Alex Sandro.

Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada del Grupo H de la Liga de Campeones, disputado en un San Mamés castigado por las intensas lluvias caídas en los últimos días y prácticamente lleno por unos de 50.000 espectadores. Entre ellos, unos 1.200 animosos aficionados visitantes.

La lluvia que arreció hasta la hora del partido enfrió el ambiente y el partido. El Athletic salió con una premisa grabada a fuego en su mente: sólo valía la victoria para seguir vivo en Europa. El problema es que no quiso arriesgar y el que no lo hace, no gana y se despide de la Champions. El Oporto se mostró como un equipo muy profesional que, con el esfuerzo justo, se llevó una victoriacimentada en los tantos de Jackson Martínez y Brahimi (0-2). Los hombres de Lopetegui supieron aprovecharse de la ansiedad de los vascos que no encontraron la manera de entrar en el partido a lo largo de los noventa minutos de juego. El Athletic dice adiós a la Champions y el único consuelo que les queda es pelear por una tercera plaza que les daría la oportunidad de disputar la Europa League.

Oporto Champions League
El redactor recomienda