"Con Ancelotti, los jugadores con talento juegan para el equipo todo el tiempo"

Cuenta Carlo Ancelotti que en 1997, siendo entrenador del Parma, tuvo la oportunidad de fichar a Roberto Baggio, por entonces en el Milan. Pero 'Il Divino' quería jugar de mediapunta, una posición que el técnico no utilizaba en su esquema. "Tienes que jugar de delantero", le dijo Ancelotti. Y Baggio acabó fichando por el Bolonia y marcando 22 goles aquella temporada. "Un gran error", recordó el entrenador italiano a principios de año en una entrevista a Financial Times.

Desde entonces, Ancelotti no solo se ha convertido en un técnico mucho menos autoritario, sino que ha entendido que, más importante que los sistemas, son los jugadores. Y también que es más efectivo convencer que imponer. "Normalmente, los jugadores que tienen talento no quieren jugar para el equipo. Con él, juegan para el equipo todo el tiempo", dice en conversación con El Confidencial Arrigo Sacchi, el entrenador que lo fichó para el Milan en 1987 y le dio su primera oportunidad en el banquillo.

"Puedes tener lo mejores jugadores del mundo, pero si no juegas con el colectivo, es difícil ganar. Carlo ha conseguido todo eso", afirma Sacchi, que no ahorra elogios para su alumno, al que califica como un "grandísimo entrenador". La influencia de Sacchi, con el que comenzó a ejercer de entrenador siendo su asistente en la selección italiana, en Ancelotti siempre ha sido muy fuerte, especialmente en su primera etapa en los banquillos, en la que su 4-4-2 era inamovible.

Ahora, 22 años después, si por algo se caracteriza el técnico de Reggiolo es por todo lo contrario: su flexibilidad. Esa virtud, unida a su tranquilidad (al menos aparente) explican la absoluta calma que se vive ahora mismo en el Real Madrid. Dejada atrás la ansiedad por la Décima, el barullo de la época de Mourinho y cualquier tipo de problema en el vestuario, el equipo está a un nivel de juego espléndido y el tema de conversación es su renovación. De momento, no hay nada que parezca alterar el día a día en el Bernabéu, aunque en el fútbol nunca se sabe lo que puede suceder mañana.

"Tiene sensibilidad y una capacidad de cambiar rápido como pocos. Es un grande. Me maravilla que tenga éxitos", destaca Sacchi. Esa capacidad para cambiar tuvo que ponerla en marcha este verano tras la salida de Xabi Alonso y Di María, dos jugadores muy importantes en su esquema del año pasado, y la llegada de Kroos y James, perfiles diferentes y que, a priori, no encajaban en el mismo sistema. El resultado, en cambio, es casi inmejorable: 11 victorias seguidas y liderato en la Liga y en la Champions, donde recibe este martes al Liverpool (20:45 horas, TVE) con la posibilidad de sellar la clasificación para octavos de final.

"Ha tenido éxitos en todos los países a donde fue. En Italia, en Francia, en Inglaterra y ahora en España. Tiene un gran mérito", dice el exentrenador italiano. Como ya hiciera en el Milan, Ancelotti ha conseguido un difícil equilibrio entre los deseos del presidente, las necesidades del equipo y la exigencia de buen juego que impone un club como el Real Madrid. Ha logrado que James e Isco se sacrifiquen en defensa, que Kroos destaque en una posición en la que no estaba acotumbrado a jugar o que Cristiano Ronaldo y Benzema alcancen su mejor nivel. Y lo ha hecho poniéndolos por encima de cualquier sistema.

"Lo importante son las ideas, no el sistema de juego. El sistema de juego es un detalle. Si tu tienes extremos, jugarás con extremos. Si tienes medios, jugarás con medios. Él tiene una idea futbolística muy importante, sabe convencer a los jugadores, porque el Real Madrid siempre ha tenido el talento, pero no tenía éxitos", explica Arrigo Sacchi. El maestro pone un sobresaliente al aprendiz.