Los errores defensivos condenan al Barcelona contra el París Saint-Germain

En el fútbol, tan importante es lo que tienes delante como lo que tienes detrás. Puedes tenerlo todo de cara, pero, si no vigilas tu espalda, puedes tener muchos problemas, como el Barça en París contra el PSG (3-2). Tras 640 minutos sin encajar un gol (todos los partidos de la temporada y los 10 primeros minutos en el Parque de los Príncipes), David Luiz entendió que a Mascherano es mejor tenerlo detrás y que no se anticipe. Y lo aprovechó para darse la vuelta dentro del área y marcar. De su espalda se olvidaron también Rakitic y Ter Stegen, y Verratti marcó de cabeza el 2-1. Y tampoco miró hacia atrás Dani Alves, y llegó Matuidi para poner el 3-1.

Por fortuna para elBarcelona, lo que sí demostró fue capacidad de reacción. En vez de paralizarse por los goles recibidos, el equipo azulgrana respondió al instante tras dos de los goles parisinos, como si aprovechara la fuerza del golpe recibido. Pero fueron dos chispazos: una combinación por el centro de esas que sólo Messi, Neymar e Iniesta son capaces de hacer y un centro al segundo palo de Alves, una rareza en el lateral brasileño, al que se le nubla la vista cuando se acerca al lateral del área.

Sin Ibrahimovic, Lavezzi y Thiago Silva, el PSG sacó músculo y demostró que su plantilla es mucho mejor de lo que indica su inicio de temporada. Marquinhos sustituyó a su compatriota en el centro de la defensa y ayudó a cerrar los pasillos interiores, mientras que Pastore y Lucas Moura ocuparon las posiciones de ataque junto a Cavani, que lo mismo culminaba un contraataque que llegaba al área para evitar un remate de Iniesta, como hizo en el minuto 41. De todos ellos, el que más peligro generó fue Moura: no está acostumbrado Jordi Alba a tener que defender a un jugador más rápido que él. De las dificultades para correr hacia atrás del lateral se dio cuenta Thiago Motta, que no paró de enviar balones en largo para el extremo, sobre todo en la primera parte.

El mediocentro brasileño, capitán del PSG, hizo un partidazo colocado justo por delante de los centrales, dejando que Matuidi y Verratti, un poco por delante, comenzaran a entorpecer la circulación del centro del campo azulgrana, en el que muchas veces Sergio Busquets, en una situación un tanto extraña, ocupaba la posición más adelantada. Con mucho más peligro con el balón, pero el plan del PSG tenía trazos de lo hecho por el Málaga en la Liga: cerrar el centro y dejar más espacio en las bandas. Con Alves y, sobre todo Alba sin incordiar –sonmás peligrosos llegando que estando–, los esfuerzos del Barça iban hacia el centro, y sólo consiguió penetrar por ahí en el minuto 12.

Iniesta arrancó, superó la primera línea de presión y conectó con Neymar, a cuyo pase de primeras para Messi le siguió otro para el manchego. Los defensas del PSG ya estaban descolocados. Iniesta se la devolvió a Messi, que batió a Sirigu con un tiro cruzado. Fue la respuesta al gol de David Luiz dos minutos antes. Mascherano demostró que, como defensa, domina más la anticipación que el marcaje al hombre. La falta sacada por Moura la controló el defensa brasileño, que se dio la vuelta y batió por bajo a Ter Stegen.El primer gol en contra del Barça lo trajo el otoño.

Un agujero en el segundo palo

A partir de esos dos golpes, el Barça se hizo con el control del partido. Messi, que se pasó los diez primeros minutos estático, como si fuera Papaloukas estudiando a sus rivales desde el banquillo, comenzó a entrar mucho más en juego. Un pase suyo para Neymar, como Krohn-Dehli paraNolito, casi acaba en gol, pero el remate del brasileño se fue alto. En la otra portería no falló el PSG, que aprovechó otra jugada a balón parado:un saque de esquina de Motta sobrevoló medio París hasta llegar a la cabeza del pequeño Verratti, que remató en el segundo palo para escarnio de Ter Stegen y Rakitic.

El domino era azulgrana (hoy de amarillo chillón), pero sin poner en demasiados problemas a Sirigu. La primera parte acabó con una falta de Messi que se fue arriba y la segunda comenzó con Cavani llegando prácticamente solo al área de Ter Stegen. Era un aviso de lo que iban a ser los últimos 20 minutos de partido. Antes, el Barça lo intentó una y otra vez, pero la mayoría de sus combinaciones interiores terminaban en las botas de los jugadores del PSG, cómodos en un repliegue medio-bajo problemático para su rival. Encima, si el Barça seguía sin preocuparse por la espalda, mejor. A un gran centro de Van der Wiel desde la derecha llegó Matuidi al segundo palo para marcar a placer. Alves ni lo vio llegar, pero se desquitó asistiendo a Neymar justo después.

El delantero controló, se acomodó y colocó el balón con el interior donde no pudo llegar Sirigu. Era el minuto 56 y el partido ya no fue el mismo. Ni la entrada de Xavi impidió que los contragolpes del PSG fueran cada vez más peligrosos: Cavani, Pastore y Moura tuvieron sus ocasiones, pero Mascherano apareció más de una vez para evitar otro gol. El Barça comenzó a encerar a su rival, pero no encontró portería.

La tuvo Jordi Alba (llegando, no estando)en el 82, pero Marquinhos envió a córner dentro del área pequeña. Y lo intentó Munir, que había entrado por Pedro, en el 85 con un tiro al palo desde 25 metros. Pero no entró.El primer partido serio de la temporada acaba con golpazo para el FC Barcelona, que tras un inicio del curso pletórico va dejando dudas sobre su rendimientoen las últimas semanas.

Ficha técnica:

3 - París Saint-Germain: Sirigu; Maxwell, David Luiz, Marquinhos, Van der Wiel; Matuidi, Thiago Motta, Verratti (min. 70, Cavaye), Pastore (min. 85, Chantôme), Lucas Moura (min. 90, Bahebeck) y Cavani.

2 - Barcelona: Ter Stegen; Alves, Mascherano, Mathieu, Alba; Busquets, Iniesta, Rakitic (min. 68, Xavi); Pedro (min. 62, Munir), Messi y Neymar.

Goles: 1-0, min. 9: David Luiz; 1-1, min. 12: Messi; 2-1, min. 26, Verratti; 3-1, min. 54: Matuidi; 3-2, min. 56: Neymar.

Árbitro: Nicola Rizzoli (Ita), amonestó a Matuidi (min. 44) y a van der Wiel (min. 66) del PSG y a Daniel Alves (min. 8) del Barcelona.

Incidencias: encuentro correspondiente a la segunda jornada del grupo F de la Liga de Campeones disputado en el Parque de los Príncipes de París ante unos 45.000 espectadores, unos 1.000 de ellos aficionados del Barcelona.