Es noticia
El Barça se olvida del gol en un eterno e inofensivo recital de pases ante el APOEL
  1. Deportes
  2. Fútbol
ganó 1-0 con un gol a balón parado

El Barça se olvida del gol en un eterno e inofensivo recital de pases ante el APOEL

dsff

Foto:

Antes del partido, Urko Pardo, exportero del Barça B, habría firmado llegar al minuto 60 con 1-0 en el marcador. Y también al minuto 70. Y al 80. No digamos ya al 93. Del Camp Nou salen más contentos los chipriotas que los azulgranas, que entre pase y pase no encontraron la manera de aumentar el marcador que abrió Piqué en el minuto 28 con un cabezazo. Las ocasiones del Barça fueron llegando como un goteo, pero no hubo ningún tramo del partido en el que agobiara al APOEL, si acaso en los minutos finales, cuando a una ocasión de Sandro Ramírez le siguió un tiro de Neymar y un remate de Messi al rechazo que despejó un defensa. Lo que pasa es que justo después casi marcan los visitantes por mediación de Manduca. Ter Stegen, un espectador hasta el momento, usó sus guantes por primera vez.

Son tres puntos para iniciar la Champions, pero la impresión del Barcelona no fue tan buena como en los tres partidos de Liga que ha disputado hasta ahora. El contexto parecía ideal: en casa, rival flojo, medio equipo descansando, dos chavales en el once y Neymar, tras sus dos goles contra el Athletic, titular por primera vez. Pero casi nada salió como todos imaginaban. Cada vez que uno de los delanteros conseguía una buena posición de disparo, ahí aparecía un pie o cualquier otra parte del cuerpo de un jugador del APOEL, que permaneció agazapado casi todo el partido en busca de una opción al contragolpe. Tuvo alguna, aprovechando los espacios entre los centrales y el novato Sergi Samper, acaso el único pero que se le puede poner a su buena presentación en el Camp Nou.

No todos los días debuta un jugador como Samper. Y no sólo por sus condiciones, que además de las vistas contra el APOELtiene muchas más, según cuentan los que lo lllevan añossiguiendo. Puestos adefinirlo, diríamos que es canterano de pura cepa, de esos quehablan el 'idioma Barça' con mucha más soltura que JohanCruyff el castellano. Su actuación fue tan sobria como lasbotas de Dani Alves, totalmente negras, algo extraño en unapersona que destaca por vestir en 'technicolor'.

No esperen detalles espectaculares en el juego de SergiSamper. Y precisamente eso es lo que más llama la atención enél. El centrocampista barcelonés intenta hacer en cada momentolo que mejor le viene a su equipo, que casi siempre suele serlo más simple. Una ayuda aquí, una cobertura allí, un pase encorto a uno de los dos interiores, un pase en largo a uno delos laterales... Si se presenta la oportunidad, un pase enprofundidad para superar una de las líneas de presión delrival, pero tampoco el APOEL, que se pasó la mayor parte deltiempo detrás del balón, dio oportunidades para ello. Unarecuperación a los 12 segundos fue su carta de presentación.

Entre descartados y suplentes, Luis Enrique dio descanso amedio equipo: Busquets, Montoya, Pedro, Mascherano, JordiAlba, Iniesta, Mathieu, Rafinha y Rakitic. El puesto delcroata lo ocupó Xavi, menos cómodo (o menos adaptable, si loprefieren) al rol que Luis Enrique reserva a los interiores:ocupar la zona cercana a la banda, por detrás de los lateralesmás avanzados. Ese papel lo ha desempeñado Rakitic muy bien enel inicio de temporada, pero Xavi, como si una fuerzainvisible lo arrastrara, se iba hacia el círculo central. Yasaben, la cabra tira al monte. y el capitán azulgrana (quecumplió 142 partidos en Champions, igualando el récord de RaúlGonzález) es un rumiante del pase que habita el centro delcampo. A la hora de partido fue sustituido por Iniesta.

¿Y Munir? El 'penúltimo canterano' (el último ya es Samper) hasido el único jugador, junto a Messi, titular en los cuatropartidos oficiales del Barça. Del frenesí del partido contrael Elche pasó a cierta irrelevancia contra el APOEL. Y loextraño no es lo del partido de Champions. Entre el reciente internacional español, Messi y Neymar formaron un triángulo muy móvil, con cada uno de sus tres vértices con capacidad de moverse por cualquier parte del ataque, aunque cada uno lo hizo por zonas 'conocidas': Neymar arrancaba más escorado a la izquierda, Messi ocupó la zona central –haciendo las veces de mediapunta– y también el extremo derecho, y Munir fue el más estático de los tres. La conexión entre el argentino y el brasileño funciona. Lo hizo contra el Athletic y también ante el APOEL, pero sin gol. En el minuto 40, Messi lanzó en profundidad a Neymar, que se la dejó de cara en el área. Su disparo, centrado, lo despejó bien Urko Pardo.

El FC Barcelona dominó, como no podía ser de otra manera, pero no tuvo la profundidad necesaria para inquietar al guardameta del APOEL. Lo más peligroso llegó a balón parado. A los 10 minutos, una falta a pocos metros de la frontal lanzada por Messi superó la barrera y obligó a Pardo a una estirada. Otra falta también sacada por el '10', esta más escorada, acabó con la cabeza de Gerard Piqué, que se adelantó a su defensor en el primer palo y remató ajustado al poste. Fue lo mejor de la primera mitad y acabó siendo lo mejor del partido, algo que seguramente no imaginaban los aficionados culés al descanso.

Decía Luis Enrique en la previa del partido que el equipo tiene varias maneras de jugar y que durante la temporada se verían distintas versiones. No le vendría mal que esa capacidad de mutación estuviera disponible en el corto plazo: durante un mismo partido. A Iniesta se sumaron Sandro Ramírez y Rafinha, pero el Barça siguió sin encontrar un camino más o menos despejado hacia el gol. Los laterales, muy ofensivos hasta ahora, no lo fueron contra el APOEL. Igual que Montoya no es Alves, Adriano no es Jordi Alba. Y sin la amplitud que deber aportar, la idea de Luis Enrique funciona peor. Por el centro, Messi y Neymar te la pueden liar en cualquier momento, y estuvieron cerca de hacerlo varias veces, pero si no se 'ponen de acuerdo' para repartirse el espacio, si no aprenden a compaginar sus movimientos de manera natural, pueden llegar a estorbarse.

Neymar lo intentó varias veces con sus habituales diagonales. Messi se prodigó menos con sus arrancadas. Y entre pase y pase, con el APOEL sobreviviendo y los minutos pasando, al Barça le entraron las prisas en los últimos minutos. Perocasi se le vuelven en contra, aunque al final todo acabó como lo dejó Piqué antes de la media hora: 1-0, tres puntos y una noche con menos entusiasmo de lo que se preveía al comienzo. El Barça de Luis Enrique no fue en Champions el mismo de la Liga, pero le sirvió para arrancar con victoria.

Ficha técnica:

1 - Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqué, Bartra, Adriano; Xavi (Iniesta, min.60), Samper, Sergi Roberto (Raphinha, min.78): Messi, Munir (Sandro, min. 67) y Neymar.

0 - APOEL: Pardo; Mário Sérgio, Joao Guilherme, Carlao, Antoniades; Tiago Gomes (Manduca, min.60), Nuno Morais, Vinicius, Aloneftis; De Vincenti (Charalambides, min. 78) y Sheridan (Djebbour, min.75).

Gol: 1-0, min.28: Piqué.

Árbitro: Deniz Aytekin (GER). Mostró cartulina amarilla a Vinicius (min.11) y Antoniadis (min.27).

Incidencias: partido correspondiente a la primera jornada del grupo F de la Liga de Campeones, ante 62.832 espectadores.

Antes del partido, Urko Pardo, exportero del Barça B, habría firmado llegar al minuto 60 con 1-0 en el marcador. Y también al minuto 70. Y al 80. No digamos ya al 93. Del Camp Nou salen más contentos los chipriotas que los azulgranas, que entre pase y pase no encontraron la manera de aumentar el marcador que abrió Piqué en el minuto 28 con un cabezazo. Las ocasiones del Barça fueron llegando como un goteo, pero no hubo ningún tramo del partido en el que agobiara al APOEL, si acaso en los minutos finales, cuando a una ocasión de Sandro Ramírez le siguió un tiro de Neymar y un remate de Messi al rechazo que despejó un defensa. Lo que pasa es que justo después casi marcan los visitantes por mediación de Manduca. Ter Stegen, un espectador hasta el momento, usó sus guantes por primera vez.

Champions League
El redactor recomienda