El Athletic no corre riesgos para no estrellarse en su regreso a la Champions

Para que un partido de fútbol sea verdaderamente atractivo, las ocasiones no son negociables. Tienen que existir y de forma continuada para que el disfrute del aficionado sea total. Eso no sucedió en el estreno de la Champions en San Mamés. El Athletic Club volvía a la Champions más de una década y media después, y ni los rojiblancos ni el Shakhtar hicieron honor al gran templo en el que jugaban ni a la competición que honraban. Aun así, el punto para empezar la competición no se puede jamás asumir como negativo, sobre todo cuando el rival es, a priori, superior, como era el caso. No perder era importante. A partir de ahora, al Athletic le toca crecer en confianza a lo largo de la temporada. Tienen que creer en ellos mismos más para que la clasificación, que no es un sueño platónico, sea posible.

El premio de regresar a la Champions League era enorme, el reconocimiento continental para una idea de club única en el mundo y que, por fin, tenía el reconocimiento internacional que merecía. El Athletic Club jugaba tras 16 temporadas un partido de la fase de grupos de la máxima competición europea, y la tensión en ello es lo más grande que esos jugadores vestidos de rojiblanco han sentido jamás sobre un terreno de juego, con bastante probabilidad. La Liga de Campeones es algo diferente, no tiene nada que ver con cualquier otra competición, y mucho menos con la Liga doméstica de cada club. Puedes triunfar en casa, pero fracasar estrepitosamente en Europa. El Athletic tiene que hacerse a la idea de esto, o sufrirá.

Este miércoles jugó contra el Shakhtar. Es, casi seguro, el gran favorito para acabar esta fase de grupos en la primera posición. Son los más expertos de los cuatro (Oporto y BATE Borisov [6-0], los otros dos contendientes), llevan más de un lustro acudiendo a la Champions y superando, por lo general, la primera ronda. No han mejorado demasiado la plantilla con respecto a las últimas temporadas, pero no han perdido calidad ni peligrosidad. Mircea Lucescu sabe sacar lo mejor de sus jugadores, a los que conoce a la perfección. Sabe que Luiz Adriano es un 9 de plenas garantías, que Douglas Costa es un zurdo de una calidad asombrosa y que Fernando es uno de los pivotes más prometedores de Europa. Y los utilizó en San Mamés para ser siempre superior.

No con ello crearon demasiado peligro los ucranianos, pero sí más que los Leones. El jugador que más y mejor intervino para el Athletic fue Gorka Iraizoz, y que sea ese protagonista el portero nunca puede ser lo mejor para el equipo. Detuvo no sin problemas un zurriagazo de Stepanenko y sacó de nuevo una mano mágica para cortar un centro peligrosísimo. Es decir, si alguno iba a sufrir en este partido, ese iba a ser el Athletic. Los nervios, la tensión, la inexperiencia siempre cuentan en estas situaciones. Los rojiblancos tenían que adaptarse a las condiciones, tenían que asumir que iban a ser inferiores y aprovechar las contras que iban a tener, pero estaban agarrotados, timoratos.

En todo el primer tiempo, apenas se vio a Pyatov, portero de los mineros. De hecho, el único tiro del Athletic, un libre directo de Ibai Gómez, se marchó fuera. Pyatov no tocó el balón hasta el segundo tiempo. Como suele pasar, el señalado en el Athletic siempre es uno, el mismo para todos los días. Si hay que culpar a alguien, ese es Beñat Etxebarria. Esta temporada tiene la obligación de hacer olvidar a Ander Herrera, uno de los líderes del Athletic finalista de la Europa League y de la Copa y que se clasificó para esta Champions. No era sencillo y, aunque el equipo de Valverde está respondiendo, Beñat sigue sin encontrar su sitio. Fue el primero en marcharse al banquillo porque no estaba fino en el toque, no cubría bien los espacios. No disfrutaba, en definitiva.

Sin embargo, la frescura y la intensidad propia de San Mamés se empezaron a atisbar, aunque mínimamente, en el segundo tiempo. La velocidad del balón en los pies de los rojiblancos aumentó, Muniain e Ibai empezaron a aparecer y sin crear mucho peligro, sí se encontraron con Pyatov alguna que otra vez más. La sensación de que si alguno tenía que marcar, era el Shakhtar, se equilibraba suavemente, todavía más inclinada hacia el lado ucraniano, al que el progresivo cansancio de una primera parte exigente le iba pasando factura poco a poco. Douglas, Taison y Teixeira no volvieron a lucirsey lo empezaron a hacer Rakitskiy y Kucher. De hecho, fue Kucher el que estaba en fuera de juego, haciendo que el gol de Stepanenko no valiese.

Como decíamos al inicio de esta crónica, las ocasiones eran un deseo de los aficionados que no eran capaces de realizar los jugadores. Valverde buscó aire fresco con Aketxe (que debutaba con el primer equipo) y Guillermo, pero poco más pasó desde el gol ilegal de Stepanenko hasta el final del partido. Un punto que, probablemente, no supo bien a ninguno en ese instante, pero que a la postre, cuando se bajen las pulsaciones del directo, el Athletic saboreará más que el Shakhtar. Empezar sin encajar goles y con un empate en la Champions no puede ser malo para un debutante.

Ficha técnica:

0 - Athletic Club: Iraizoz; De Marcos, Gurpegui, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Rico, Beñat (Susaeta, min.64); Ibai Gómez, Aduriz (Guillermo, min.77) y Muniain (Aketxe, min.74).

0 - Shakhtar Donetsk: Pyatov; Srna, Kucher, Rakitskiy, Azevedo; Fernando (Fred, min.73), Stepanenko; Douglas Costa, Alex Teixeira, Taison (Marlos, min.80); y Luiz Adriano (Gladkiy, min.89).

Árbitro: Tasos Sidiropoulos (GRE). Mostró tarjeta amarilla a los locales Iturraspe, Aduriz y Susaeta, y a los visitantes Srna, Taison y Kucher.

Incidencias: Partido de la primera jornada del Grupo H de la Fase de Grupos de la Liga de Campeones, disputado en un San Mamés cerca del lleno y con unos 48.000 espectadores en las gradas. El capitán del Shakhtar Donetsk, Darijo Srna, realizó una ofrenda al busto de 'Pichichi'. El internacional croata es el primer capitán de un equipo que lleva a cabo ese homenaje en el nuevo campo de San Mamés.