Es noticia
Nada de parecidos: Mourinho y Simeone, dos maneras opuestas de entender el fútbol
  1. Deportes
  2. Fútbol
MÁS DIFERENCIAS QUE SIMILITUDES ENTRE AMBOS

Nada de parecidos: Mourinho y Simeone, dos maneras opuestas de entender el fútbol

Desde aquí negamos la mayor. Simeone no es Mourinho. Ni quiere serlo. Ambos técnicos vuelven a verse las caras hoy en las semis de Champions

Desde aquí negamos la mayor. Simeone no es Mourinho. Ni quiere serlo. Ambos técnicos vuelven a verse las caras esta noche en las semifinales de la Champions League que enfrentan a Atlético de Madrid y Chelsea, y aprovechando la ocasión, las comparaciones entre los estilos de uno y otro no cesan, destacándose las, en teoría, multitud de similitudes. Pero realmente, la manera de concebir el fútbol de Simeone y la de Mourinho tienen poco que ver. De hecho, se podría decir que son opuestas.

Simeone, como le ocurre con otros mensajes que ya han calado en la opinión pública futbolera, se encuentra cómodo dejándose colocar como continuador del estilo de Mou. Así nunca le tendrá de enemigo mediático, como sí es Guardiola. Le pasa igual con la idea de que su equipo desecha el balón con la que se le llena la boca, y sin embargo tiene una cuidadísima y vertiginosa combinación ofensiva, al alcance de poquísimos equipos en el mundo, incluidos los de mayor calidad técnica. Mientras todo el mundo se piense que el Atlético es solo trabajo y pelea y lucha, más tiempo estará el Cholo sorprendiendo con sus planteamientos.

Empecemos. Las diferencia fundamental parte en la manera de llevar sus respectivostrabajos diarios. El argentino, exfutbolista internacional de primerísimo nivel, es un líder futbolístico natural, que impone su doctrina con la firmeza y la inteligencia del director de orquesta. Mourinho, formado en un método más académico, es también un líder efectivo, pero trata de imponer su mensaje en el grupo siempre de manera dictatorial. O estás con él o estás contra él. El Cholo en cambio, espera que te des cuenta de que solo estando junto a su idea puedes permanecer en el grupo. La pelota siempre está en el tejado del jugador.

placeholder

El matiz, nada banal, lo explicaba entre dientes Tiago en una jugosa entrevista en El País este pasado domingo: “Simeone te transmite, Mou se mete en tu cabeza”. Es evidente que como consecuencia de estas dos formas de ver la figura del futbolista, los vestuarios de uno y otro entrenador responden de diferente manera. Jamás le ocurrirá al Cholo un caso como el de Casillas, por ejemplo.

Tiago ha estado a las órdenes de ambos y, en cierta manera, da validez al clamor popular de que los estilos de juego de los dos entrenadores se parecen. Los dos viven del error del rival, intentan ser los menos goleados y no les importa no llevar el peso de la posesión. Las estadísticas del gráfico que ilustra este artículo se asemejan.Pero esto no es baloncesto, y realmente hay otros detalles, sensaciones,que crean profundas diferencias. “Obviamente, tenemos situaciones similares, pero no somos iguales”, recordó Simeone el lunes, mientras destacaba la inigulable "pasión" de su equipo, elemento que en fútbol no se puede reflejar a través deninguna estadística.

Las áreas, prioridad de Mou; Simeone se obsesiona con la media

Mourinho basa su poderío en el dominio de las áreas. Quizá porque siempre contó con grandes planteles, con delanteros que marcan diferencias y defensas de poderío físico y táctico sobresalientes. Pero no es extraño ver a equipos del portugués que pierden por completo el centro del campo, se parten o pasan minutos y minutos dando la sensación de, incluso, ser inferiores.

Con el Real Madrid, en estos partidos rara vez corrió peligro, pero más de un equipo pequeño le buscó las cosquillas y acabó encontrándoselas, incluso en el Bernabéu. Aunque lo normal era que Cristiano Ronaldo y compañía(como en otras etapas fueron Drogba, Milito o Eto'o)acabaran machacando con certeros zarpazos provenientes de oleadas, esperadas o inesperadas. Golpes de autoridad a base de goles que echa tanto de menos en su Chelsea actual, donde no para de quejarse de la falta de acierto de sus delanteros.

Sin embargo, Simeone, como buen centrocampista que fue, basa su planteamiento en lo compacto del bloque. Los duelos en la media son la llave para sobreponerse en el duelo colectivo. “Para él, el centro del campo es el corazón del equipo”, recordaba en Onda Cero Mario Suárez. Claro que el argentino sabe de la importancia de las áreas, de contar siempre con un gran portero, por ejemplo. Pero antes de pedirle muchos goles a sus delanteros, les pide trabajo, ayuda incondicional al centro del campo. Eso que ha tenido que aprender todo un campeón del mundo como David Villa.

placeholder

El Cholo no confía tanto en gozar de multitud de ocasiones a la contra. Le basta con tener las suficientes como para aprovecharlas. Si no marcan de jugada, tiene trabajadísimo el balón parado. Y mientras, el equipo vive junto, sufre junto y es capaz de arriesgar con presiones adelantadas de manera conjunta. Así le goleó al Chelsea, por cierto, en la Supercopa de Europa. Y seguro que en ese aspecto del juego se habrá centrado para darle confianza a sus hombres con un planteamiento agresivo para esta noche.

El Cholo habla de fútbol, Mou polemiza

De puertas para afuera, las diferencias son más evidentes. Una rueda de prensa del técnico atlético destila fútbol constantemente, se habla de variantes, de estados de forma, de situaciones del juego. En una de Mourinho, lo normal es que no se hable de lo que puede pasar o ha pasado sobre el terreno de juego y sí del detalle que a él le interese destacar y, muchas veces, polemizar. Las dos últimas comparecencias (la del sábado le puede costar sanción grave tras quejarse del sistema arbitral de la Premier y en la de este lunes ni siquiera habló del rival) son claros ejemplos. Pero en España no hace falta explicar demasiado esta realidad.

Simeone no es inocente, tiene también su doblez en el mensaje. De manera más sutil y siempre disfrazado de humildad, crea tendencias y debates que siempre le convienen. Mourinho, que no duda en pasarse a la excentricidad si hace falta, cree que le va bien con el personaje público que se ha creado, con el que trata de influir en los medios, a los que considera un elemento más de un partido de fútbol o de una temporada.

placeholder

Como hombre dentro del club, la personalidad de Mourinho deja poco espacio a la estructura clásica y al reparto de tareas. Intenta acapararlo todo, que se lo pregunten si no a Jorge Valdano. Esta manera de integrarse en la entidad crea bastantes conflictos, de los que no le importa salir mal parado, en lo que a enfrentamientos profesionales se refiere. En ese sentido, no hace distinción con los futbolistas: o estas con élo estás contra él. La búsqueda de enemigos que ha hecho Mou en más de una ocasión dentro de su propio club (bien en el vestuario, bien en las oficinas) es algo que dice mucho en este sentido.

Simeone le tiene más ganas a Mourinho que admiración. No se dejen engañar por las apariencias

Simeone, en cambio, ejerce ese liderazgo de la manera opuesta, tal y como también aplica a sus jugadores. Considera que la clave es, siempre, el vestuario de futbolistas, y que a partir de ahí, el resto del club va detrás. Así ha enfilado a todos los profesionales en el Atlético, de manera silenciosa y con una ascendencia que tiene firmes hasta a los propios dueños del club.

Seguirá el mensaje de que ambos estilos son el mismo o muy parecidos. Desde aquí continuaremos defendiendo lo contrario. De hecho, Simeone seguirá admitiendo simpatía por Mourinho, que la puede tener, cierto. Y no dejará de admitir que admira su trabajo. Pero en realidad, tener enfrente al portugués le hace afilarse los colmillos y prepararse para una batalla que le satisfará el doble si la gana. Como en la pasada final de Copa, donde el Cholo no cabía en sí mismo por ganarle al Real Madrid, sí, pero más si cabe, porque ese Madrid llevaba el apellido ‘de Mourinho’. En esta semifinal pasa igual. Simeone le tiene más ganas a Mourinho que admiración. No se dejen engañar por las apariencias.

Desde aquí negamos la mayor. Simeone no es Mourinho. Ni quiere serlo. Ambos técnicos vuelven a verse las caras esta noche en las semifinales de la Champions League que enfrentan a Atlético de Madrid y Chelsea, y aprovechando la ocasión, las comparaciones entre los estilos de uno y otro no cesan, destacándose las, en teoría, multitud de similitudes. Pero realmente, la manera de concebir el fútbol de Simeone y la de Mourinho tienen poco que ver. De hecho, se podría decir que son opuestas.

Champions League José Mourinho Diego Simeone
El redactor recomienda