El Atlético sube en San Siro un escalón más hacia un techo que todavía no conoce

“Minuto 83 de un Milan-Atlético en la ida de octavos de final de la Liga de Campeones. Gol del equipo madrileño. 0-1”. Hace unos cuantos meses, leer esas frases era un sueño lejano para un aficionado. El proyecto del Cholo lo logró este miércoles, y lo hizo además tiñendo de normalidad y previsibilidad estos objetivos parciales que el club del Manzanares hacía décadas que no podía siquiera ponerse.

El goleador de la noche, Diego Costa, dio la calve tras el partido sobre el mismo césped que acababan de arrasar él y los suyos. Se trata de un eslogan que todos ya han oído más de una vez, y que no por repetido y esperado pierde su fuerza en ese vestuario: “La unión y el convencimiento del equipo” permitieron este nuevo triunfo.

Detrás de esa seguridad colectiva está Diego Simeone, un entrenador que con el paso a paso, el partido a partido, llevó a sus hombres a subir un escalón más conquistando el imponente coliseo milanés. ¿Y hacia dónde lleva esa escalera? Pues realmente todavía ni los propios protagonistas se atreven a aventurar dónde tiene su fin. Su techo aún no lo conocen, está claro, pero lo que es seguro es que están a años luz del farragoso suelo de donde tuvo que levantar al equipo el Cholo hace poco más de dos años. Con dar en la vuelta del 11 de marzo la imagen habitual esta temporada en casa, el Atlético estará entre los ocho mejores de Europa esta temporada.

Acertó Simeone en la previsión que hizo en la víspera. El partido se mostró abierto y con llegadas desde el primer momento. El Atlético salió dispuesto y convencido de dar la talla, como mentalizado de que ante cualquier temor no sabe hacer otra cosa que ir al frente. Incluso se atrevió a domar la posesión en el arranque. Pero, súbitamente, el dominio cambió en favor de los locales, alternancia que fue una tónica durante todo el choque.

El Milan, a través de Kaká, avisó a navegantes, por si a alguno le quedaban dudas de que estaban en San Siro y que era noche de Champions. Un bello disparo que sólo la fortuna llevó al larguero y un cabezazo de Poli, que obligó a Courtois a demostrar que es un portero llamado a marcar una época, hicieron rugir a la hinchada milanista. Lejos de dejarse impresionar, los de Simeone se sacudieron el susto tras los zarpazos recibidos y pisaron área con peligro. Abate, que había sustituido a De Sciglio, lesionado por Insúa en el tramo más duro del choque, rebañó un balón cuando Diego Costa sólo tenía que empujarlo a gol.

Al descanso se llegó con todo abierto, y también con la confirmación de que el dudoso estado de forma del Milan o de sus estrellas da igual en una eliminatoria europea y que el Atlético de Madrid tiene ahora arrestos y razones para competir sin tapujos en la antes llamada Copa de Europa.

Reafirmación en la segunda parte

La segunda parte se inició con una chilena de Costa, a pase de Gabi, que se fue muy desviada pero dio ánimos al equipo español. El delantero hispano-brasileño estaba muy vigilado por Rami y Bonera, y el doble pivote defensivo y de músculo formado por De Jong y Essien trabajaba por delante para evitar que las segundas jugadas fueran bazas importantes para los, este miércoles, de amarillo y azul. Raúl García, segundo punta bregaba sin descanso y facilitó varios robos de su equipo, además de causar peligro en el juego aéreo.

En la otra área, Balotelli era el vigilado, Kaká inquietaba esporádicamente entre líneas y Taraab hacía daño con su habilidad. La intensidad defensiva atlética mostraba su efectividad habitual, y si había algún resquicio, la falta de punteríarossonera o la presencia de Courtois mantenían el cero a cero sin apuros. En el minuto 70, Balotelli empezó a dar muestras de su extraño carácter, siendo reprendido incluso por Seedorf. Finalmente, el delantero internacional italiano fue sustituido, dañado en un hombro tras una entrada de Costa.

Simeone movió el banquillo dando entrada al Cebolla Rodríguez por Arda Turan y a Adrián por Raúl García. A falta de diez minutos, el dominio visitante era patente, pero fallaba la finalización. Y en esas llegó la reivindicación de este proyecto en un estadio de categoría mundial. Un córner botado por Gabi fue mal despejado en el primer palo por la defensa milanista, la parábola llevó el balón al segundo palo donde, sin marca, Diego Costa cabeceó a la red. Explosión de júbilo de la familia atlética tras un tanto que vale no sólo media eliminatoria de octavos, sino que posee también mucho valor significativo: el Atlético de Madrid sigue confirmando que trabaja para subir una escalera que, de momento, no tiene final.

- Ficha técnica:

0 - Milán: Abbiati; De Sciglio (Abate, m. 25), Bonera, Rami, Emanuelson; Essien, De Jong; Poli, Kaká, Taarbat; y Balotelli (Pazzini, m. 78).

1 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Insua; Arda (Cristian Rodríguez, m. 74), Gabi, Mario Suárez, Koke; Raúl García (Adrián, m. 80) y Diego Costa.

Gol: 0-1, m. 83: Diego Costa, de cabeza tras un rechace en el área.

Árbitro: Pedro Proença (Portugal). Amonestó a los locales Abate (m. 44), Bonera (m. 61) y Rami (m. 92) y a los visitantes Insua (m. 20), Mario Suárez (m. 41), Diego Costa (m. 69) y Adrián (m. 93).

Incidencias: partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Giuseppe Meazza de Milán ante unos 75.000 espectadores, con presencia de unos 2.500 aficionados del Atlético de Madrid.