Un Courtois inmenso no es suficiente y el Liverpool manda a la lona a un pobre Madrid (1-0)
Un gol de Alexis Mac Allister, de cabeza, le dio el triunfo a los 'reds' frente a los blancos. El portero belga evitó que la diferencia fuera mayor con tres intervenciones de mucho mérito
Mac Allister marcó el único gol. (Europa Press/Peter Byrne)
Salir indemne de Anfield es un ejercicio con aroma a utopía, por más que el Liverpool haya ganado uno de sus últimos cinco partidos en la Premier League. Y por mucho que el Real Madrid sea el verdugo por antonomasia de los reds, incapaces de vencer a los blancos en la Copa de Europa, derrotados únicamente en el duelo de la liguilla de la pasada temporada. Una derrota que ha sido reeditada este martes, en un partido en el que Thibaut Courtois fue el ángel que evitó que a su equipo se lo llevaran los demonios (1-0).
El reconocimiento a Xabi Alonso, que mantiene el estatus de ídolo a pesar de declinar la propuesta hace dos años para sentarse en el banquillo, acabó con la misma rapidez con la que bajó sus brazos al replicar los saludos que llegaban desde la grada. Han pasado dos décadas, pero en Liverpool todavía se acuerdan de aquel milagro en Estambul. Será porque, en realidad, 20 años no son nada.
Los recuerdos le brotaron a Xabi, cuyo destino está indudablemente ligado a una ciudad en la que su esposa consolidó su inglés a la vez que él se consagró como futbolista a nivel internacional. En el imaginario colectivo, en cambio, emergió la última final continental, de ahí la sonora pitada de la afición al himno de la Champions. En Liverpool aún no han olvidadoel caos vivido hace tres años en la final en París.
El clima tal vez fue el presagio al que más atención debió prestarle el Madrid. Una noche fría y lluviosa en la que con asiduidad se recurre al negativismo, aunque los blancos sean un club optimista por naturaleza en la Copa de Europa. Entre los optimistas estaba Vinícius, intrépido en su pugna con Connor Bradley desde una banda con aroma a océano.
Courtois hizo varias paradas de mérito. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Szoboszlai probó a Courtois
El balón carecía de propietario, en un intercambio de golpes más propio de un combate de boxeo. La presión del Liverpool atosigaba a un Madrid al que le faltó lucidez para aclarar las ideas; para descifrar la ruta hacia la victoria. Un trayecto que conoce de sobra por precedentes que fueron el prólogo de títulos que acabaron en las vitrinas del Santiago Bernabéu.
La incomodidad fue aún más manifiesta cuando las intervenciones de Courtois se sucedieron casi sin margen temporal, como si la lluvia no fuera solamente en sentido literal. Szoboszlai preparó sus disparos a ritmo de relámpago y obligó a sendas paradas del belga, empeñado partido tras partido en demostrar que tiene algo del ángel de Casillas.
El duelo estuvo cerca de inclinarse hacia el lado red cuando el árbitro señaló falta por mano de Tchouaméni que pudo convertirse en penalti en la revisión. En Anfield ya estaban próximos al estado de euforia; la efervescencia incluso se había elevado a la mayor potencia, cuando el VAR decretó que no existía nada y la ilusión se desvaneció con la misma intensidad que un castillo de naipes.
El Madrid fue arrollado por el Liverpool. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Mac Allister desató el éxtasis
Virgil van Dijk miró al cielo con una sonrisa irónica, incrédulo aún por la excelsa parada de Courtois, la tercera de enorme mérito en su gran noche. Sus poderes, sin embargo, estaban limitados. En la siguiente jugada a balón parado, Alexis Mac Allister desató el júbilo de Anfield con un cabezazo que adelantó a los locales y confirmó el sonrojo blanco.
Mohamed Salah se cruzó con Courtois en la recta final y el Liverpool se confirmó con una victoria por la mínima. El Madrid, en otro duelo de envergadura, se pareció más al del día del Atleti que al del Barça. Y su desenlace fue similar: salió derrotado.
Salir indemne de Anfield es un ejercicio con aroma a utopía, por más que el Liverpool haya ganado uno de sus últimos cinco partidos en la Premier League. Y por mucho que el Real Madrid sea el verdugo por antonomasia de los reds, incapaces de vencer a los blancos en la Copa de Europa, derrotados únicamente en el duelo de la liguilla de la pasada temporada. Una derrota que ha sido reeditada este martes, en un partido en el que Thibaut Courtois fue el ángel que evitó que a su equipo se lo llevaran los demonios (1-0).