Mateu Alemany mide la ambición del Atleti y responde a la inquietud del mercado rojiblanco

El parón de selecciones trajo uno de los fichajes más importantes del año en LaLiga, aunque sea en los despachos. Mateu Alemany es el nuevo director de Fútbol Profesional Masculino del Atlético de Madrid. Es el primer reto que el directivo asume desde su salida del Fútbol Club Barcelona en el 2023. Ofertas no le han faltado durante estos dos años de parón de profesional. Pero, finalmente, ha sido la opción rojiblanca la que más ha seducido al mallorquín.

La conexión entre Alemany y el Atlético viene de lejos. Su nombre siempre estuvo sobre la mesa, incluso antes de la llegada de Carlos Bucero. Este último firmó por el equipo del Metropolitano en enero del 2024, como parte de la estrategia de expansión que Gil Marín realizó en los despachos, coincidiendo con la llegada de Óscar Mayo como director de negocio. Con la incorporación de Alemany, Bucero queda por encima dentro del organigrama, como el Atleti se encargó de clarificar en su comunicado.

Escenificaciones al margen, el fichaje del balear llega en un momento complicado para Bucero. Este es el primer mercado 100 % bajo su marca, ya que en el verano del 2024, las decisiones se tomaban junto a Andrea Berta. El desgaste de dicha relación llevó al italiano a abandonar el Atlético de Madrid después de una década al frente de su dirección deportiva. Una salida que el club amortizó. "En un principio no se va a sustituir porque está Carlos Bucero", llegó a asegurar en declaraciones para Cope Enrique Cerezo, presidente colchonero.

Berta encontró nuevo proyecto en el Arsenal y Bucero se quedaba solo, sin oposición, para la toma de decisiones deportivas —lógicamente, consensuadas con un técnico del tamaño de Diego Pablo Simeone—. Un mercado después, la situación de Bucero es delicada. Luces y sombras de la gestión deportiva, pero cuya fotografía general queda marcada por el paupérrimo inicio de temporada rojiblanca, reflotada con la contundente paliza al Real Madrid en el primer derbi del curso.

Por un lado, Bucero ha conseguido firmar a nombres de esa clase media-alta tan necesaria en un equipo aspirante —o que debería aspirar— a todas las competiciones: los Baena, Cardoso, Hancko... En el aspecto negativo resalta tanto la ausencia de futbolistas de máxima élite —¿qué jugadores más allá de Julián Álvarez y Oblak serían titulares en los favoritos para la Champions League?— como la falta de planificación en los centrales. El bajo nivel ofrecido por Lenglet o los continuos problemas físicos de Giménez han provocado que la afición se revuelva contra la dirección deportiva rojiblanca.

La operación salida, requisito indispensable para facilitar las llegadas con el actual control económico, también se atragantó en verano. Futbolistas como Nahuel Molina siguen en el club, mientras que a última hora se cayeron las negociaciones para la marcha de Javi Galán o Carlos Martín. El Cholo les incluyó en su rotación, pero podría haber movimientos en enero.

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Dichas quejas no se pasan por alto en el club y ahí entra en juego Mateu Alemany. El currículum del directivo mallorquín es notorio, quizás, la única gran estrella de los despachos en España. Ha pasado por clubes convulsos como el Valencia o el Barça, dejando un gran sabor de boca en sus decisiones deportivas al sumar títulos en sus experiencias. Del club culé se marchó después de que Deco se convirtiese en el hombre fuerte de Joan Laporta en asuntos de fichajes.

En estos dos años, Alemany ha sido pretendido por la Real Federación Española de Fútbol como máxima autoridad de fútbol. Pedro Rocha le quería como su fichaje estrella. Quizás con buen criterio, a la vista de la poca estabilidad que se ofrecía en Las Rozas, el directivo decidió no aceptar la propuesta. Su nombre también se incluyó en los futuribles a una presidencia de la RFEF, algo que ya intentó en el 2007, con la idea de derrotar a José María Villar, pero, finalmente, esta nueva candidatura no se consolidó.

Los cantos de sirena de Arabia Saudí también tocaron la puerta de Alemany este pasado verano con el dosier habitual de los petrodólares (oferta económica fuera del mercado europeo y barra libre en materia de fichajes). Él quería continuar en un club puntero. Su trabajo le avala desde hace 20 años, cuando rechazó a Florentino Pérez para ser presidente del Mallorca.

Mateu Alemany aterriza en el Atleti con la vista puesta en el mercado de invierno. Son varios los agujeros que tapar en el proyecto deportivo rojiblanco. La euforia del derbi y las cuatro victorias consecutivas se empañaron con el pinchazo en Vigo. A 8 puntos del liderato, el equipo de Simeone tiene trabajo por delante para enmendar todo lo que se perdió en el primer mes y medio de competición.

Más allá de lo que sucede en el césped, Gil Marín negocia con Apollo la entrada del fondo estadounidense en el club, que se quedaría con el control mayoritario de la propiedad. El plan de venta incluye que los principales nombres que gestionan el Atleti sigan al frente del día a día. El fichaje de Alemany, una estrella de los despachos, reafirma el modelo, pese a la desconfianza de los aficionados rojiblancos por los últimos movimientos.