La expulsión de Lenglet condena al Atleti: empate en Balaídos y al parón con sabor agridulce (1-1)

El Atlético de Madrid se ha dejado dos puntos en su visita a Balaídos y ha desaprovechado la oportunidad para recortar la distancia con el Barcelona tras su derrota en Sevilla. El empate frente al Celta (1-1), marcado por la expulsión de Clément Lenglet, los deja a ocho del Real Madrid y a seis de los azulgranas.

El duelo empezó de manera inmejorable para los rojiblancos. No se habían cumplido diez minutos de partido cuando Pablo Barrios se marchó solo hacia la portería de Radu. En boca de gol esperaba Julián, pero Starfelt apareció con la intención de despejar. Y se marcó en propia puerta.

Los colchoneros tenían el partido bajo control, con el Celta aproximándose sin éxito a su área. Pero llegó el error de Lenglet que, a pesar de tener amarilla, agarró a Ferran Jutglà en el centro del campo tras una pérdida y se marchó expulsado.

Simeone reajustó el equipo y el Atleti tuvo la capacidad de aguantar el resultado hasta el descanso. La incógnita era saber cuánto tiempo les aguantarían las fuerzas ante la desventaja numérica durante todo un tiempo.

El enfado de Galán

La salida tras el paso por los vestuarios demostró que a los rojiblancos no les había afectado la expulsión, porque seguían dominando a pesar de estar con diez. Pero todo cambió cuando Iago Aspas empujó en boca de gol un remate de Borja Iglesias que Oblak neutralizó a medias. Era el empate.

El Atleti se desmoronó y el Celta se estiró en busca de más premio. Entre medias, El Cholo movió el banquillo y dejó uno de los momentos de la jornada: el enfado de Javi Galán. Había entrado para sustituir a Griezmann por la expulsión y fue reemplazado en la segunda mitad.

El cabezazo de Le Normand

Robin Le Normand tuvo en su cabeza el tanto de la victoria, en un remate que se esfumó por escasos centímetros, muy cerca del palo. Se lamentó el francés tanto como su entrenador, conscientes de la importancia de haber conseguido la victoria.

Los rojiblancos vivieron atrincherados en el tramo final, con Balaídos empujando para que su equipo lograra el triunfo. Las paradas de Oblak, sin embargo, le dieron un punto al Atleti.