Las salidas de Fermín o Casadó agrietan al Barça de Flick, pero Laporta necesita vender
El entrenador culé avisó a la directiva: cuenta con todos los futbolistas de la plantilla. El problema es que el Barça, por su situación económica, necesita vender para inscribir
Elmensaje de Hansi Flick fue contundente. Para continuar con su proyecto victorioso necesita una plantilla amplia y varios jugadores de nivel titular por puesto. El alemán respondía así a la decisión del FC Barcelona sobre jóvenes valores del club: si llega una oferta interesante, están dispuestos a negociar su salida. La afición no entiende el golpe de efecto que sufriría la plantilla blaugrana si se confirmase alguna de las ventas. Pero el argumento de la directivase basa en la necesidad, simple y llanamente.
Como suele ser habitual en los últimos tiempos, el optimismo generalizado de la cúpula culé respecto a la operación de los palcos vips del Camp Nou jugó una mala pasada. LaLiga no validó el proceso (y cargó contra la auditoría) y adiós a una palanca de 100 millones. Caía la última obra de orfebrería contable. A cuatro días del final del mercado, solo hay dos opciones realistas para la inscripción de Szczesny, Gerard Martín y Bardghji. Venta o aval.
Es cierto que la cesión de Iñaki Peña al Elche, previa renovación, permitirá que el portero polaco esté en el banquillo para el partido contra el Rayo Vallecano. El aval es la última opción para el club, consciente de las numerosas partes del club hipotecadas para continuar en el círculo virtuoso de Joan Laporta. El globo sonda que mandó la directiva con Fermín y Casadó fue escuchado. El dinero de la Premier League llama a la puerta.
Si en un principio se deslizó que el Barça estaría dispuesto a desprenderse de Casadó por 30 millones de euros, ahora es Fermín quien ha tomado la delantera para marcharse. El mediapunta tuvo un 2024 colosal, sobre todo con su actuación descomunal en los Juegos Olímpicos. Con Flick a los mandos, Fermín ha tenido un papel menor en minutos, pero disputando 46 partidos con la camiseta blaugrana.
Flick, ante el Levante. (Reuters/Pablo Morano)
La relación entre entrenador y futbolista es buena, a pesar de que hayan tenido altibajos. Flick entiende que el carácter de Fermín es necesario para el equipo, que moldeará sus defectos y que, a medio plazo, será una pieza esencial para su proyecto deportivo. Por delante, eso sí, están nombres como Pedri, Gavi o Dani Olmo. El miedo, o explicación, de la dirección deportiva es que jugadores como Casadó o Fermín se vean devaluados este año debido a la falta de minutos por la excesiva competencia. Por lo que su venta la próxima temporada sería a un precio menor.
El Chelsea se mueve
Y con todo por decidir, apareció el Chelsea. El club dirigido por Enzo Maresca viene de coronarse como el primer campeón del Mundial por equipos. La afición blue espera que este año sea el regreso definitivo a la máxima élite, es decir, que el conjunto de Londres pelee por la Premier League ante Liverpool, Arsenal o Manchester City. No se repara en gastos. Fermín ya ha recibido la llamada de Inglaterra y sabe que su papel será destacado, además de una mejora sustancial en su salario.
La directiva se mantiene a la espera y Flick resopla. Si Fermín da el visto bueno a la oferta blue, el Chelsea acudirá a las oficinas del Can Barça. En esa negociación chocarán dos fuerzas. Por un lado, el Barça es consciente del potencial económico de los ingleses, mientras que estos saben a la perfección las urgencias que maneja el Barça. Si se ponen 50 millones sobre la mesa, las penurias económicas blaugranas (de este verano) se verían solventadas. Todo puede pasar hasta las 23:59 del 1 de septiembre.
Elmensaje de Hansi Flick fue contundente. Para continuar con su proyecto victorioso necesita una plantilla amplia y varios jugadores de nivel titular por puesto. El alemán respondía así a la decisión del FC Barcelona sobre jóvenes valores del club: si llega una oferta interesante, están dispuestos a negociar su salida. La afición no entiende el golpe de efecto que sufriría la plantilla blaugrana si se confirmase alguna de las ventas. Pero el argumento de la directivase basa en la necesidad, simple y llanamente.