La rebelión de Gonzalo o cómo ganarse a pulso un hueco en el Madrid y provocar otra venta más

El brillante triunfo del Real Madrid ante el Salzburgo en el Mundial de Clubes (3-0) permite al conjunto blanco acabar invicto en el Grupo H y, de paso, meterse como primero a octavos de final, donde se medirá a la Juventus. El equipo ha ido claramente de menos a más, encajando sus piezas y empezando a mostrar mayor soltura con sus esquemas. Pero, entre las grandes noticias, aparece un nombre propio que está brillando: Gonzalo García.

En muchas ocasiones, las historias de triunfo de los canteranos nacen de saber aprovechar las oportunidades y, desde luego, del delantero lo está haciendo a las mil maravillas. Llegaba el Madrid al Mundial de Clubes con exceso de equipaje, pues contaba con 34 efectivos y, además, con la necesidad de Xabi Alonso de conocer a todas las piezas con las que disponía de cara a la temporada venidera. Y, entonces, apareció un verdadero vendaval.

La lesión de Endrick, sumada a la posterior baja de Kylian Mbappé por un cuadro agudo de gastroenteritis, dejaba al Madrid con problemas para el debut en el Mundial de Clubes, pues no quedaba un delantero puro en la primera plantilla. Sí estaban Vinícius, Rodrygo, Brahim o Bellingham, pero ninguno de ellos era un jugador referencia. Xabi Alonso no dudó en darle la oportunidad a Gonzalo: su brillante curso con el Castilla era su mejor carta de presentación.

Y no necesitó mucho para demostrar qué tipo de jugador era: valiente, atrevido, sin miedo a tener la posesión del balón, hábil al espacio, peleón y con mucho gol. En su primer partido ante Al-Hilal, dio una verdadera lección de fútbol y eso es mucho decir para un joven rodeado de estrellas mundiales. No solo dio la talla en ataque, sino que su potencia y su capacidad de trabajo, le convirtieron en una pieza fundamental en defensa. Había jugado 90 minutos brillantes.

El Madrid mejoró ante Pachuca y, de nuevo Gonzalo, fue un futbolista diferencial. Con uno menos desde el minuto 7, se incrustó en banda izquierda para añadir trabajo a sus ya conocidas cualidades. No solo ayudó al equipo en la fase defensiva, sino que fue el autor de una brillante asistencia a Arda Güler para el primer gol blanco. Pero la confirmación llegó este viernes, siendo de nuevo gran protagonista en la victoria ante el Salzburgo, con un partido de muchísimo nivel.

Con el 3-5-2 con el que salió Xabi, era muy importante que los delanteros ofrecieran mucho trabajo en la presión alta y Gonzalo no iba a decepcionar: con un esfuerzo incansable en la recuperación, robó cuatro balones en campo contrario que se transformaron en ocasiones. Y, de hecho, fruto de una de ellas, iba a llegar su tanto: presionó fuerte, se hizo con el balón y se lanzó a la meta de Christian Zwieschitzky para, con una sutil picadita, superarle y hacer el tercer gol blanco.

Una explosión que lleva a una venta

Hay una realidad indiscutible: Gonzalo se ha ganado un puesto en el Real Madrid. Ha derribado el muro del primer equipo de par en par y, desde luego, ha cerrado el debate sobre la necesidad de fichar a un delantero. Si se buscaba a un jugador fuerte, potente, brillante en el juego aéreo y trabajador, el canterano ha confirmado que cumple con creces con ese perfil. Pero su llegada hace que haya overbooking en la delantera. Y, por ello, podría tener lugar una venta.

Kylian Mbappé y Vinícius serán indiscutibles para Xabi Alonso, por lo que apunta a que serán los futbolistas que ocupen las dos posiciones de ataque del esquema del tolosarra. Eso provoca que haya otros cuatro jugadores en el banquillo esperando su oportunidad. Y, eso, sin contar a un Bellingham reconvertido en la mediapunta. Así, Rodrygo, Brahim, Endrick y Gonzalo serían los recambios del tolosarra. Demasiados jugadores para una misma demarcación.

Hay demasiado jugador importante sin espacio en el once inicial. Y, ahí, es donde Rodrygo puede tener las de perder. El brasileño no supo demostrar el pasado curso que lo tenía todo para ser titular indiscutible y, de momento, Gonzalo le ha pasado por delante en el Mundial de Clubes. El canterano ha jugado 225 minutos, con dos goles y una asistencia, por los 88 disputados por el brasileño, con un pase de gol. De hecho, ante Pachuca, ni jugó ni calentó.

El exceso de jugadores en el ataque blanco puede provocar que el club decida poner en venta a alguno de los atacantes, donde Rodrygo tiene todas las papeletas, pues es un futbolista con mucho cartel, especialmente en Inglaterra, y por el que se puede conseguir un importante montante económico. La realidad es que Gonzalo se ha ganado a pulso formar parte del Real Madrid la próxima temporada y eso puede abrir la puerta de salida para otro jugador. Solo el tiempo lo dirá.