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Varios chispazos de calidad y un gran Courtois para acercarse a octavos (3-1)
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FASE DE GRUPOS DEL MUNDIAL DE CLUBES

Varios chispazos de calidad y un gran Courtois para acercarse a octavos (3-1)

Floja puesta en escena del equipo de Xabi Alonso, que fue de menos a más y que se quedó con un jugador menos con el choque apenas iniciado por la expulsión de Raúl Asencio

Foto: Valverde marcó el tercer gol del Madrid. (Reuters/Susana Vera)
Valverde marcó el tercer gol del Madrid. (Reuters/Susana Vera)

Pintaban bastos para el Real Madrid cuando a los siete minutos fue expulsado Raúl Asencio y el Pachuca mexicano empezó a enlazar contrataques y acciones de peligro que fueron desbaratadas por Courtois. La defensa era un circo y faltaban las ideas de medio campo para delante. Pero, con uno menos, el Real Madrid tomó el control y cayeron dos goles antes del descanso, obra de Bellingham y Güler. En la segunda mitad Valverde sentenció el partido, y el equipo, especialmente atrás, mejoró su imagen. El triunfo por 3-1 deja al Real Madrid en buena posición para lograr la clasificación y a los mexicanos eliminados.

Los primeros 25 minutos del Real Madrid ante el Pachuca se pueden considerar como un sentido homenaje al Estrella Polar, aquel equipo de barrio lamentable del filme El penalti más largo del mundo, con la única diferencia de que Thibaut Courtois no es Fernando Tejero. Las actuaciones del meta belga fueron las que libraron al cuadro dirigido por Xabi Alonso de un esperpento aún mayor en los primeros compases del encuentro. Es fácil encontrar a equipos de colegas universitarios que tiren mejor la línea del fuera de juego que lo hizo la zaga formada por Fran García, Trent, Huijsen y Raúl Asencio en los primeros compases del encuentro. De hecho, este último se expulsó en el minuto siete de una manera infantil al cometer como último hombre un agarrón evitable sobre Salomón Rondón, al que podría haber defendido mucho mejor si no hubiese llegado tan mal colocado a la acción.

A sus 35 años, el delantero venezolano bailó a una defensa frágil y timorata, que parecía, por momentos, tan semi-profesional como pueda ser la del Auckland City o tan amateur como la del U.D. Cazorla. Solo la vuelta de Tchouaméni al eje central, como en tiempos de Carlo Ancelotti, empezó a equilibrar la balanza. En cualquier caso, no cabe otra manera de calificar el inicio blanco que con el adjetivo de ridículo, con la única buena noticia de que el Pachuca no es la Brasil de Sócrates, sino uno de los conjuntos más flojos de todo el campeonato, y perdonó la vida a su rival en diferentes ocasiones.

Foto: Asencio ve la roja ante el Pachuca. (Reuters/Susana Vera))

Un penoso arranque de encuentro

Y claro, si algo enseña la historia contemporánea –y la antigua– del equipo de Chamartín es que nunca se puede dar por muerto al club de Chamartín. Da igual que la defensa sea más noble que un Golden Retriever, que Vinícius Jr. continúe empeñado en no irse de su sombra o que el medio del campo mostrase menos inspiración que un político ante un discurso sin el apoyo de su equipo de Comunicación. Llegó el parón para hidratarse, Alonso ordenó mejor las piezas en el particular tablero que constituye el césped, y cuando lo natural era que lo que llegase fuese el tanto mexicano en uno de los infinitos contrataques marrados, los blancos, con uno menos, empezaron a ordenarse algo más en la zaga –especialmente con un Huijsen que fue de menos a más– y a tener algo más la pelota, sin tampoco maravillar. En una de estas incursionó Fran García –¿seguirá siendo titular en la banda la temporada que viene?– en campo rival y cedió la bola a Jude Bellingham para que este anotase el primero del encuentro. Primer tanto del inglés en el torneo y segundo que suma la familia.

Pero no se quedó ahí la cosa. Tras el enésimo paradón de Courtois, esta vez ante John Kenedy, el Real Madrid combinó arriba, de la mano de Trent, Gonzalo y Güler, para que el de Anatolia la mandase a guardar y ampliase la diferencia. Gran movimiento, ha de apuntarse, del canterano blanco en su segunda titularidad consecutiva como delantero centro, que está cuajando un notable Mundial de Clubes. Parece increíble que el partido llegase al descanso con un 2-0 a favor de los blancos, pero con el Real Madrid ocurre lo mismo que con el protagonista del famoso meme: “Call an ambulance! But not for me!”

placeholder Güler marcó el segundo gol del Madrid. (Reuters/Susana Vera)
Güler marcó el segundo gol del Madrid. (Reuters/Susana Vera)

Primer triunfo merengue

Brahim Díaz saltó al campo desde el vestuario, como ante Al-Hilal, con el inicio de la segunda parte, sustituyendo al prometedor Gonzalo García. Transcurría la segunda mitad del segundo tiempo en Charlotte sin cambios en el marcador y el director técnico donostiarra sacó a Modric y Ceballos para que mantuviesen el esférico lo máximo posible.

En la película Los sospechosos habituales, mientras el espectador observa cómo el personaje interpretado por Kevin Spacey se enciende un cigarrillo, se evoca una cita original de Charles Baudelaire, el autor de Las flores del mal, en la que se relata que el mejor truco que inventó el diablo fue convencer al mundo de que no existía. Y sobre esta sentencia se puede leer, justamente, la estrategia que volvió a seguir el Real Madrid en la segunda parte: hacer creer a su rival que no estaba para que Pachuca se animase, que volviese a crear algo de peligro hasta que Courtois lo desbaratase, y, por último, matar el partido con una jugada con sello de calidad de sus jugadores determinantes. El 3-0 llegó tras una precisa combinación entre Brahim y Valverde que el uruguayo, con la punta de la bota, metió en la portería tras un gran centro de su compañero malagueño.

Hubo tiempo para que el decepcionante equipo mexicano, ya eliminado del torneo tras la derrota, levantase las manos y celebrase un tanto. Lo hizo con un gol de su mejor jugador, Elías Montiel, con un disparo lejano que dio en Tchouameni y se desvió para que no lo pudiese atajar el guardameta belga. Quizás este sea el secreto para batir al mejor portero del mundo. En Carolina del Norte, el club merengue suma su primer triunfo y encarrila el pase a octavos de final, que tendrá que cerrar en cuatro días, en su partido contra el Red Bull Salzburg.

Pintaban bastos para el Real Madrid cuando a los siete minutos fue expulsado Raúl Asencio y el Pachuca mexicano empezó a enlazar contrataques y acciones de peligro que fueron desbaratadas por Courtois. La defensa era un circo y faltaban las ideas de medio campo para delante. Pero, con uno menos, el Real Madrid tomó el control y cayeron dos goles antes del descanso, obra de Bellingham y Güler. En la segunda mitad Valverde sentenció el partido, y el equipo, especialmente atrás, mejoró su imagen. El triunfo por 3-1 deja al Real Madrid en buena posición para lograr la clasificación y a los mexicanos eliminados.

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