La oportunidad de sus vidas: Santi Cazorla y el Mirandés se solapan en su destino

Mirandés y Oviedo disputan la vuelta de la final del playoff de ascenso a Primera División en el Carlos Tartiere. Han pasado dos décadas desde la última vez de los asturianos en la élite del fútbol. Los burgaleses, por su parte, están ante la gran oportunidad de su historia, epopeyas en la Copa del Rey al margen, y cuentan con la ventaja lograda en Anduva (1-0).

"Lo único que sé es que voy a estar sí o sí. Es el momento de arriesgar, de estar todos unidos en busca del último paso que nos queda. Espero mejor con el paso de los días y llegar en las mejores condiciones. Estaré para lo que quiera el míster. Es lo que hemos hablado, luego él valorará lo mejor para el equipo", resumió Santi Cazorla sobre su presencia en el decisivo partido.

Veljko Paunovic confía en entrar en la historia del Oviedo como técnico que devuelva al equipo a Primera División. 24 años son demasiados lejos de la élite y es consciente de la importancia del duelo. "Les hemos transmitido tranquilidad a los jugadores, hay urgencia, es como una final de la Champions, que se jugará pocas en la vida. No queremos que el partido genere presión, sino motivación positiva. El objetivo es que quede marcado en su carrera futbolística".

Enfrente estará un Mirandés que afronta el partido más decisivo de su historia. Cuentan con un técnico imberbe, pero con un profundo conocimiento futbolístico. Alessio Lisci es el hombre que quiere escribir un gran capítulo en Miranda de Ebro. Dos años en Anduva han sido suficientes para consagrar este proyecto.

La oportunidad de Cazorla

"Ojalá sea la última vez que los jugadores vivan algo así porque están en categorías superiores. Nunca se sabe si lo podrás vivir o no de nuevo, nunca sabes si vas a vivir una temporada tan bonita. Sería una pena que el último partido se sufra y no se disfrute. Quiero que sean capaces de dar su mejor nivel y ser ellos mismos", aseguró Lisci.

La fortuna no se alió con Lisci en su estreno en la élite, en el Levante. El italiano parecía desaparecido del mapa tras aquel fiasco. Pero ha emergido como un entrenador de presente y futuro en el Mirandés, un club acostumbrado al descenso que ahora sueña con la mayor gesta de su historia. Estar en Primera dejaría en un segundo escalón los éxitos de la Copa del Rey.

El sueño de Lisci

El ascenso, sin embargo, es la deuda pendiente de Cazorla. Su regreso al Oviedo llegó con un único objetivo: devolver al equipo a la élite. Estuvo cerca la temporada pasada, cuando el Espanyol les arrebató el sueño en la final del playoff. Ahora esperan que la historia no se repita y que toda la ciudad tenga algo que celebrar durante la noche del sábado.

Oviedo o Mirandés será el acompañante de Elche y Levante en Primera División el próximo año. 42 partidos no han sido suficientes y otros cuatro se añadieron en esta extensa temporada. El peaje a pagar por alcanzar un sueño increíble: codearse con los mejores equipos del fútbol español.