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El PSG de Luis Enrique sigue intratable: el Atleti debuta con paliza en contra en el Mundial
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PSG 4 - 0 ATLÉTICO DE MADRID

El PSG de Luis Enrique sigue intratable: el Atleti debuta con paliza en contra en el Mundial

Los colchoneros mejoraron su imagen en la segunda mitad, pero perdieron sus opciones cuando se quedaron con uno menos y Mayulu, junto a Kang-in Lee, mataron el encuentro

Foto: El PSG fue muy superior al Atlético de Madrid. (Reuters/Daniel Cole)
El PSG fue muy superior al Atlético de Madrid. (Reuters/Daniel Cole)

No resulta el más apetecible de los planes debutar ante el campeón de Europa, un equipo que funciona con la fiabilidad de las manecillas de un reloj suizo y que la última vez que perdió un partido fue en el Neolítico. Pero el Atlético de Madrid tuvo mala suerte en el sorteo y tuvo que estrenarse contra el PSG, el más feo de este particular baile veraniego que se ha inventado la FIFA. Nada pudieron hacer los colchoneros. Los parisinos vencieron por 4-0 al cuadro de Simeone y suman sus primeros tres puntos en el campeonato. Sin duda, son los favoritos para llevarse el Mundial de Clubes y no dieron ninguna opción a su rival de llevarse algo positivo. Más allá de la mejorable imagen, el Atlético debería superar el revés y encarar con energía y concentración los dos partidos restantes de la primera fase, contra Seattle Sounders y Botafogo, en los que son favoritos, para tratar de pasar a octavos de final como segundo de grupo.

El sol de justicia que hacía en el mediodía de Pasadena poco tenía que ver con el corriente frío parisino con el que el Atlético derrotó al cuadro de Luis Enrique en noviembre de 2024, en la fase de grupos de la Champions League. Los de Simeone fueron, junto al Liverpool, el único equipo capaz de vencer a los futuros campeones de Europa, con tantos de Nahuel Molina y de Ángel Correa, este último anotando en el tiempo de descuento para lograr el 1-2 final. El precedente era un síntoma de optimismo, apenas el único. Pero no solo el tiempo meteorológico, tampoco lo ocurrido sobre el césped tuvo nada que ver con el enfrentamiento entre ambos contendientes de ocho meses atrás.

Foto: El Bayern pasó por encima de Auckland City. (Reuters/Kai Pfaffenbach)

El campeón comienza en modo apisonadora

Julián Álvarez, el mejor jugador del Atleti en lo que va de este curso interminable, pudo abrir la lata en el Rose Bowl Stadium a los dos minutos, con un lanzamiento de falta que se fue cerca del palo defendido por Donnarumma por muy poquito. El tiro de cámara elegido por la realización, sumado a la presentación previa de los futbolistas y la iluminación tan característica del astro sobre el Pacífico, evocará a los nostálgicos los partidos del Mundial de Selecciones de 1994, celebrado en suelo yanqui, aquel que Brasil se llevó tras el penalti lanzado al limbo por Roberto Baggio. Poco tiene que ver el mundo de mediados de los noventa con el actual y tampoco tiene nada que ver la realidad del club madrileño. Baste un dato para ejemplificarlo: aquel curso 1993-94, el equipo presidido por el alcalde de Marbella, Jesús Gil, tuvo hasta seis entrenadores, desde Jair Pereira hasta Jorge D'Alessandro, mientras que hoy en día el Cholo Simeone acumula quince temporadas en el banquillo colchonero.

Pese a unos primeros compases sin excesivo peligro, no tardó el favorito a llevarse el torneo en adelantarse en el marcador. El imparable Hakimi, que no dejó de taladrar a Javi Galán en su banda, se internó en el área y combinó con Doué y Kvarathskhelia para que este último cediese el balón al balcón del área y Fabián Ruiz lo golpease para el primero con un fuerte disparo ajustado. Un gran gol; el primero anotado por un futbolista español en la historia de este nuevo Mundial de Clubes. Es increíble la cantidad de dinamita que posee el campeón de Europa en zona ofensiva, capaz de construir combinaciones decisivas en un palmo de césped. Lo cierto es que parece un conjunto intratable.

Siguió el dominio francés en los siguientes minutos, aunque los de Simeone reclamaron con vehemencia la expulsión de Nuno Mendes cuando este pareció derribar, justamente, al hijo del míster colchonero cuando este se marchaba hacia la mitad rival. Una jugada polémica. Menos dudosas fueron las dos amarillas que, en apenas tres minutos, recibieron Lenglet y Le Normand, los dos centrales del equipo obligado a remontar. No llegaban buenas noticias para los españoles desde Pasadena, sufridores de una sensación de impaciencia creciente. Y las cosas se iban a poner aún peor: tras una ocasión clarísima errada por Griezmann, el extraordinario mediocampista Vitinha culminó un contraataque perfectamente llevado por Kvaratskhelia con un gran lanzamiento a la red. 2-0 para llegar al descanso.

Mejoría en la imagen tras el descanso

No notó el PSG la baja de su mejor jugador del curso y favorito al Balón de Oro, Ousmane Dembélé, pese a que Gonçalo Ramos no estuvo especialmente atinado. Mucho tenía que remar el Atlético de Madrid para llevarse algo positivo de esa ciudad siempre caótica –y ahora más que nunca– que es Los Ángeles. No obstante, quien pudo aumentar la ventaja nada más volver del vestuario fue Kvaratskhelia si no fuese porque Jan Oblak hizo una parada absolutamente increíble para desviar el trallazo del georgiano al larguero. Cuánto va a echar de menos el Atlético de Madrid al meta esloveno cuando este se jubile.

La reacción atlética llegó en el minuto 57, con un gol anulado tras una falta clara de Koke sobre Doué. Fue Julián Álvarez quien la empujó a la red tras un buen pase de Giuliano Simeone. Aunque el tanto no contó, lo cierto es que la presión adelantada que propuso el técnico argentino estaba sirviendo a su equipo para dar un pase adelante y empezar, por fin, a dar sensación de peligro. Tras esto, el partido entró en un territorio valle, consistente en que el cuadro español buscaba sin éxito romper la perfecta barrera defensiva del rival mientras que los parisinos evitaban cualquier situación arriesgada y parecían conformarse con la cómoda ventaja.

placeholder Lenglet acabó expulsado ante el PSG. (Reuters/Mike Blake)
Lenglet acabó expulsado ante el PSG. (Reuters/Mike Blake)

Y si había alguna opción de que el partido no muriese, esta se disipó a diez minutos del final. Primero, en el minuto 78, cuando Lenglet fue expulsado. Esto sucedió en el tramo más berlanguiano del partido: Nuno Mendes tocó el balón con la mano de una forma voluntaria, como cuando en el patio del colegio los niños lo hacen tras una rabieta, sin que el colegiado lo señalase ni lo amonestase, y acto seguido, Mayulu molestó a Oblak cuando este sacaba la pelota con el consiguiente cabreo atlético por no pitar nada el colegiado István Kovács. Lenglet se cabreó, protestó y vio la segunda tarjeta amarilla. No se veía a los colchoneros tan cabreados con una actuación arbitral desde que Álvarez tocó dos veces el balón con los pies en la tanda de penaltis contra el Real Madrid de la pasada Champions League. ¡Pero no se vayan, aún hay más! Acto seguido, y con uno menos, Alexander Sorloth mandó a la grada un balón que solo tenía que empujar para poner el 2-1. ¡Qué mala suerte!

Las desgracias no culminaron aquí para los de Simeone en un estreno realmente aciago. Mayulu, quien salió en el minuto 70 al césped, puso el tercero de su equipo a tres minutos del final. Tras esto, los once jugadores rojiblancos bajaron ya definitivamente los brazos. Y aún hubo tiempo para otro tanto en contra, que llegó tras un penalti por manos cometido por Le Normand. Lo lanzó y lo anotó Kang-in Lee. Fue el 4-0 definitivo. Lo cierto es que el equipo español fue mejor que el PSG en la segunda mitad, que se limitó a conservar la ventaja sin grandes esfuerzos. Y esa es la única noticia positiva que puede sacarse, si acaso, del partido, y podría hacerse ciencia ficción y pensar qué hubiese pasado si se hubiese presionado de inicio al rival. En cualquier caso, la derrota atlética es justa, y tocará sumar los seis puntos restantes si se quiere que la aventura veraniega estadounidense no acabe antes de lo esperado.

No resulta el más apetecible de los planes debutar ante el campeón de Europa, un equipo que funciona con la fiabilidad de las manecillas de un reloj suizo y que la última vez que perdió un partido fue en el Neolítico. Pero el Atlético de Madrid tuvo mala suerte en el sorteo y tuvo que estrenarse contra el PSG, el más feo de este particular baile veraniego que se ha inventado la FIFA. Nada pudieron hacer los colchoneros. Los parisinos vencieron por 4-0 al cuadro de Simeone y suman sus primeros tres puntos en el campeonato. Sin duda, son los favoritos para llevarse el Mundial de Clubes y no dieron ninguna opción a su rival de llevarse algo positivo. Más allá de la mejorable imagen, el Atlético debería superar el revés y encarar con energía y concentración los dos partidos restantes de la primera fase, contra Seattle Sounders y Botafogo, en los que son favoritos, para tratar de pasar a octavos de final como segundo de grupo.

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