Miguel Ángel Román, la nueva voz del fútbol: "Trabajar en una fundición te quita las tonterías"
Es uno de los periodistas deportivas más mediáticos y narrador en DAZN. Tuvo un inicio complicado en la profesión, pero ahora ha llegado incluso hasta del videojuego FIFA
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F977%2Ffc1%2F148%2F977fc1148c74f553d3f5bb2b4844f359.jpg)
Miguel Ángel Román (Sant Boi de Llobregat, Barcelona, 1977) es una de las voces del fútbol de nuestro país. Un tipo mediático que, sin embargo, se mantiene humilde. Quizá porque no se olvida de las dificultades que tuvo que pasar para llegar hasta su actual posición.
El narrador trabajó como transportista y en una fundición en sus inicios en el periodismo, cuando hacía narraciones en carruseles locales. Pero su insistencia tuvo premio y finalmente encontró acomodo en Mediapro, donde su voz fue ganando peso hasta encargarse de los encuentros más relevantes.
Román se convirtió en uno de los rostros visibles de DAZN en 2022, cuando la cadena se hizo con los derechos de LaLiga. Su buen hacer le llevó a reemplazar, junto a Dj Mario, a Paco González y Manolo Lama como comentarista del FIFA. Ahora está preparado para narrar el Mundial de Clubes.
*******
PREGUNTA. Usted es uno de los rostros más conocidos del periodismo deportivo, pero pocos conocen que también de transportista.
RESPUESTA. Así es, fui con dos furgonetas distintas. A veces no es tan sencillo como salir de la facultad y encontrar trabajo como periodistas. Yo me casé joven y necesitaba trabaja para pagar la hipoteca. Como encontraba trabajo en comunicación, pues trabajé como transportista durante dos años mientras continuaba con mis colaboraciones en los medios. Luego me hicieron un contrato en una radio local y cambié de empleo.
P. Imagino que las colaboraciones serían no remuneradas.
R. En la radio local tuve un pequeño salario, pero era minúsculo, no me llegaba ni para pagar los desplazamientos que tenía que hacer para presentar los dos programas semanales que hacía. Cuando yo empecé, en el 2000, las prácticas y colaboraciones remuneradas brillaban por su ausencia.
P. ¿Siempre tuvo claro a qué se quería dedicar?
R. Sí, siempre. No hay una fecha concreta, pero recuerdo que desde bien pequeño siempre quise ser periodista. Ni astronauta, ni futbolista ni nada por el estilo. Finalmente, he tenido la suerte de acabar dedicándome a lo que quería.
P. ¿El deporte era la primera opción?
R. El deporte siempre ha estado presente en mi vida, porque me ha gustado mucho. Pero no me metí en periodismo para ser periodista deportivo. Lo que pasa, Rafa, es que la profesión te lleva donde quiere. En mi caso se cruzó la narración bien pronto, al poco de empezar con mis estudios en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Y me quedé enganchado porque me gustó. En septiembre hago 26 años como narrador.
P. ¿Le sedujo desde primera hora la narración deportiva?
R. No, no. De hecho, cuando empecé a colaborar en los medios compaginé las narraciones de los fines de semana con un programa de información municipal en otra radio local. Esa emisora era Radio Martorell y luego entré en Radio Conrà, donde narré baloncesto.
P. ¿Qué diferencias notó entre narrar fútbol y baloncesto?
R. Muchísimas, aunque la base en realidad sea la misma: explicar en directo a la audiencia lo que ocurre en una cancha de baloncesto. La técnica, sin embargo, es diferente porque es otro deporte y porque el ritmo es distinto, igual que el vocabulario. El ritmo, de hecho, es la mayor diferencia, porque hay jugadas en el fútbol que no tienen ningún tipo de emoción, por más que sean un parte del proceso para llegar al gol.
P. Se resalta su ausencia de ego. ¿Trabajar como transportista le ha beneficiado en ese sentido?
R. No lo sé. Creo que eso viene más de cómo eres de cuna y de cómo entiendes tu trabajo y tu profesión. Esos otros trabajos me daban para pagar el carné de conducir, la matrícula de la facultad, me proporcionaron una ética de trabajo diferente… Trabajé también en una fundición y en SEAT. Eso te quita muchas tonterías de encima. Todo ese sacrificio de trabajar en algo que no te gusta hace que luego lo saborees mucho más.
P. Usted disfruta con su trabajo.
R. Es que yo no soy nadie, Rafa. Si yo ahora me fuese a Sevilla a narrar un partido, me voy a comer los mocos porque allí no habría absolutamente nadie. Sin los jugadores, los árbitros, los entrenadores, las aficiones… Nosotros, los periodistas, somos un accidente. Yo soy la cara de los partidos, pero es más importante la labor de un técnico de sonido, que ha tirado 60 metros de cable desde la unidad móvil para la retransmisión. En realidad, solo soy un eslabón más dentro de la cadena de producción.
P. ¿Hubo algún aprendizaje de esos primeros trabajos que le haya servido en el periodismo?
R. Sobre todo, la ética de trabajo y aprender a apechugar. Yo trabajaba ocho horas en algo que no me gusta, lo hacía simplemente para subsistir. Eso me sirvió para aprender a sacrificarme y para llevar dinero a casa, el objetivo final de todo esto.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb6e%2F577%2Fb16%2Fb6e577b164534a7ce582f5eaaa2db8c0.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb6e%2F577%2Fb16%2Fb6e577b164534a7ce582f5eaaa2db8c0.jpg)
P. Todo empezó con una radio que le regaló su padre. ¿Escuchaba a García o a De la Morena?
R. Primero a García y luego a De la Morena. En mi época, el líder era José María y más tarde emergió José Ramón. Cuando estalló aquella guerra tan desagradable entre ambos, no escuchaba a ninguno porque significaba poner la radio para que contara sus batallas y aquello no me interesaba.
P. Tras empezar en la radio, ¿tiene la espina clavada de no trabajar ahí?
R. No, no tengo una espina clavada. Es un sueño por cumplir que quizá dentro un tiempo se pueda dar. A estas alturas de mi vida, no me cierro puertas. No sé qué va a pasar mañana, si una radio me va a hacer una oferta y dejo la televisión. Ahora mismo estoy superfeliz en DAZN. Si mi carrera profesional discurre dentro de la tele, maravilloso.
P. Usted entró en la carrera con la segunda peor nota de la clase. No sé si alguno de sus compañeros han tenido el mismo recorrido en la profesión…
R. Sí, ha habido bastantes compañeros de promoción a los que les ha ido bastante bien. Uno de ellos es Francisco Cabezas, el jefe de Deportes de El Periódico de Catalunya. Hay más gente que trabaja en el circuito catalán y le va bien, incluso un compañero que trabaja en ESPN en Estados Unidos.
P. ¿Qué tal le fue en la universidad?
R. Desde el punto de vista de las relaciones estudiantiles, no fue la etapa más feliz de mi vida. Ni desde lo formativo, porque fue bastante decepcionante. Como no fue lo que yo esperaba, prefiero recordar la época del colegio o del instituto. La universidad no colmó mis expectativas en lo profesional, estudiantil, personal y curricular.
P. La carrera está repleta de teoría.
R. Está alejada de lo que un aspirante a periodista de medios espera. Habría que cambiar el plan de estudios para hacer un enfoque mucho más práctico y cercano a lo que es el día a día de un periodista. Quizá por eso nunca me invitan a las universidades a dar charlas.
P. ¿Por qué los periodistas han perdido tanto prestigio en los últimos tiempos?
R. Supongo que por diferentes factores. El principal sería el mal trabajo que se ha hecho desde la profesión en los últimos tiempos. Eso le ha generado una clara desconfianza a la audiencia. Todo esto tiene mucho que ver con la crisis de la empresa periodística, desde lo salarial, lo laboral, los derechos de los trabajadores… Si metemos todo eso en una coctelera, llegamos al momento en el que estamos ahora.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F6fc%2F08c%2Fdbf%2F6fc08cdbf5fe8f6739d39bb671e7c3d4.jpg)
P. ¿Qué análisis hace de la convivencia entre las redes sociales y el periodismo?
R. Es un proceso que todavía dura. Ahora las relaciones entre ambas están mucho mejor con respecto a hace algunos años, cuando desde el periodismo más tradicional se desconfiaba de todo lo que era digital. Esto ocurría, probablemente, por desconocimiento o por falta de curiosidad. Aún estamos en un proceso de reconversión industrial.
P. Usted también está presente en las nuevas plataformas, como Twitch. ¿Cómo se dio su aterrizaje ahí?
R. Principalmente por curiosidad, porque siempre me ha llamado la atención todo lo que pasa en todo el mundo de la comunicación. Me he acercado por curiosidad a las plataformas nuevas para conocer el lenguaje y comprobar cómo se comunica ahí.
P. ¿Se gana más dinero en internet o en la televisión?
R. Supongo que habrá de todo. En mi caso, gano más dinero en internet que en la televisión, pero supongo que ocurrirá lo mismo a la inversa. Habrá gente que tendrá un contrato tan potente en televisión que no necesita acercarse a las redes o no lo hace simplemente porque no le da gana.
P. ¿Ha cambiado su vida desde que se convirtió en uno de los rostros más visibles de DAZN?
R. Ha cambiado lo que la gente conoce de mí, pero no mi vida. Sigo viviendo en el mismo sitio, con la misma mujer con la que empecé a salir con 14 años, y mantengo los amigos de toda la vida. Ha variado la manera que tiene la gente de verme, porque ahora narro partidos más mediáticos.
P. Las retransmisiones de DAZN son como las del Canal Plus de los 90 y 2000. ¿Verdadero o falso?
R. Verdadero.
P. Una de sus hijas está afectada por el trastorno del espectro autista. ¿Qué papel juega ella en su día a día?
R. Es una persona dependiente y, por tanto, tiene un papel protagonista, igual que mi otra hija que no tiene discapacidad. Quiero decir que, cuando eres padre, tus hijos te acaban invadiendo en el buen sentido. Mi hija tiene una discapacidad severa, por eso aumentan y se multiplican las preocupaciones en el día a día, porque necesita ayuda para ducharse, para vestirse, para ir al baño… Esta es mi vida y soy muy feliz viviendo con esta realidad.
P. Ahora narrará el Mundial de Clubes. ¿Cómo lleva la conciliación familiar?
R. Se lo debo todo a mi mujer. A mí me va bien profesionalmente gracias a la compatibilidad con la vida personal y a mi mujer. Ella es la que se sacrifica, la que se desdobla… Va a tener que multiplicarse por dos y tendremos que tener mucho teléfono y paciencia en este tiempo.
P. ¿Qué podemos esperar de la cobertura de DAZN?
R. Nos sentimos unos privilegiados y esperamos hacer la mejor cobertura posible. Es un acontecimiento histórico. Tenemos un grupo de profesionales más que preparados para contarlo, porque, además, el torneo va a ser gratis. Estoy convencido de que nos lo vamos a pasar bien y la audiencia también.
Miguel Ángel Román (Sant Boi de Llobregat, Barcelona, 1977) es una de las voces del fútbol de nuestro país. Un tipo mediático que, sin embargo, se mantiene humilde. Quizá porque no se olvida de las dificultades que tuvo que pasar para llegar hasta su actual posición.