La Liga F busca un chivo expiatorio y promueve una moción de censura contra su vicepresidente
Los gestores de la Liga Profesional de Fútbol Femenino, con Pedro Malabia y Pablo Vilches al frente, intentan deshacerse de Rubén Alcaine, apartado por Beatriz Álvarez hace meses
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fee5%2Fc74%2F0ae%2Fee5c740aecb2fe5db62edeac607088f2.jpg)
Tal y como hemos informado en este diario, casi cuatro años y 40 millones de euros de subvenciones públicas después, los gestores del fútbol profesional femenino no han logrado que la llamada Liga F sea deportivamente atractiva, económicamente rentable y, como consecuencia, sostenible. Aún más cuando deje de estar dopada financieramente por el Gobierno que con tanto empeño la impulsó.
Así lo reflejan las bajas audiencias televisivas, la escasísima asistencia de espectadores y espectadoras a los campos, la falta de un patrocinador principal durante dos temporadas y media tras el fiasco de Finetwork y la celebrada llegada de Moeve a través de LaLiga, la preocupante marcha de algunas jugadoras a otros países y, como consecuencia de todo ello, que a los clubes no les salgan las cuentas.
Y no les salen porque, a la falta de generación de ingresos, se une que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) aún no ha repartido los 2.5 millones que su nuevo presidente, Rafael Louzán, quiere que vayan directamente a los clubes, "y no para otros gastos como la sede de la Liga F", y el Consejo Superior de Deportes (CSD) está encontrando algunas cosas raras en las justificaciones, el destino y el reparto de las subvenciones.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc0d%2F9d2%2F731%2Fc0d9d2731433c00e084756890a1e437f.jpg)
En el organismo que preside José Manuel Rodríguez Uribes saben que bastantes clubes, especialmente los tres independientes, pero también otros como el Real Madrid, cuyo peso específico en el Gobierno es de sobra conocido, están descontentos con la gestión de la Liga F. Una sensación que, por lo anteriormente comentado, también tienen en el propio CSD, de ahí su lógica preocupación, sobre todo porque, en teoría, las subvenciones se han terminado.
Lleva meses apartado de sus funciones
Esta, y no otra, es la explicación de que en la patronal del fútbol femenino español busquen un chivo expiatorio y estén promoviendo una moción de censura contra su vicepresidente. El aragonés Rubén Alcaine, a quien la presidenta, Beatriz Álvarez, apartó de sus funciones hace muchos meses, lo cual deja sin sentido que se le quiera culpar de una gestión de la que no le han dejado ser partícipe, tal vez porque precisamente siempre ha sido contrario a ella.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F32f%2F28a%2Fa54%2F32f28aa5441c731accd2f01cd5272589.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F32f%2F28a%2Fa54%2F32f28aa5441c731accd2f01cd5272589.jpg)
Alcaine, que en su momento presidió la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF), la cual tantos enfrentamientos tuvo con la RFEF del inhabilitado, dimitido, investigado y condenado por agresión sexual Luis Rubiales, no estaba de acuerdo con la gobernanza que lideran Pedro Malabia, director general de estrategia y hombre de Tebas en la Liga F, y Pablo Vilches, CEO. De aquí que esta no sea la primera vez que estos intentan hacerle una moción de censura.
Necesitan el apoyo de 11 de los 16 clubes
Según el Artículo 36 de los estatutos de la Liga F, "la moción de censura a la Vicepresidencia podrá ejercitarse siempre que lo propongan al menos dos tercios de los asociados", precisamente lo que no lograron hace unos meses. "Dicha petición deberá formalizarse individualmente mediante escrito motivado y firmado, dirigido a la Comisión Delegada de la LPFF, adjuntando el acuerdo de la Junta Directiva o Consejo de Administración del Club o SAD", prosigue.
Y añade: "Si la proposición reuniera los requisitos anteriormente descritos, deberá convocarse Asamblea General con carácter extraordinario para tratar como punto único del orden del día el cese en sus funciones de la Vicepresidencia (…) el plazo para convocarla será el de quince días a contar desde la presentación de la moción (…) y la votación por la que se dirima la moción de censura será secreta, no siendo posible la delegación de voto y el acuerdo deberá ser adoptado por al menos dos tercios de los votos de los miembros asistentes". Es decir, que necesitan 11 de los 16 clubes, tanto para ejercer la moción como para aprobarla.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F8bb%2F254%2F4ee%2F8bb2544eee0545f4c4c5e59358c55ceb.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F8bb%2F254%2F4ee%2F8bb2544eee0545f4c4c5e59358c55ceb.jpg)
Pocos dudan que detrás de esta maniobra se encuentra la mano de Javier Tebas, pues no en vano, además de que 13 de los 16 clubes de la Liga F pertenecen a LaLiga, conocida es la ascendencia que tiene el presidente sobre su homóloga Beatriz Álvarez. Además de sobre el señalado Malabia. Aunque, claro, Tebas ya tiene bastantes problemas con algunos clubes de la competición masculina, como para buscárselos también en el fútbol femenino.
Prisas por los descensos de Valencia y Betis
Como dijo el directivo de un club en la Asamblea de la Liga Profesional de Fútbol Femenino celebrada en diciembre del año pasado, "se está viviendo una realidad paralela. Siendo el tercer año de La Liga F, si no suben ni el nivel económico, ni las audiencias, ni las asistencias, sigue sin haber una fuente de financiación asegurada para 2025, por lo que en la cuarta temporada habrá menos ingresos".
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F95f%2F420%2Fb03%2F95f420b037ab0ed13790ddb7e365e7f9.jpg)
De hecho, el fondo de maniobra negativo que contemplaba el balance de la Liga F deja a esta en una situación comprometida, que, según los expertos, "aumenta la probabilidad de que una empresa entre en concurso de acreedores, al no poder hacer frente a los pagos de sus deudas a corto plazo con sus activos más líquidos". Si a esto se le suman problemas logísticos como los acontecidos en la penúltima jornada, en la que todos los partidos no empezaron a la vez y se apañó con descansos de media hora, apaga y vámonos.
Día triste para el @RealBetisFem y el @VCF_Femenino que consuman su descenso en #LigaF
— Bea Alvarez Mesa (@AlvarezMesaBea) May 11, 2025
Ha sido un placer caminar juntos durante estos años, os esperamos con los brazos abiertos!
De aquí el empeño de los actuales gestores de la Liga F en buscar un chivo expiatorio. Y deprisa y corriendo, ya que Valencia y Betis, casualmente los clubes de los que provienen Pedro Malabia y Pablo Vilches, respectivamente, dejarán en breve de tener voz y voto al haber descendido este fin de semana. Es lo que tiene mirar por los propios intereses y no por los de una competición en la que clubes y futbolistas son los que menos les importan a los crupieres de esa ruleta que es Fortuny.
Tal y como hemos informado en este diario, casi cuatro años y 40 millones de euros de subvenciones públicas después, los gestores del fútbol profesional femenino no han logrado que la llamada Liga F sea deportivamente atractiva, económicamente rentable y, como consecuencia, sostenible. Aún más cuando deje de estar dopada financieramente por el Gobierno que con tanto empeño la impulsó.