Ancelotti y el fin del amor. La salida del italiano se atasca... con el Real Madrid jugándose la liga

Todo lo que termina, termina mal. Poco a poco. Y si no termina, se contamina más, y eso se cubre de polvo. Escasos versos narraron el fin del amor mejor que Andrés Calamaro en su 'Crímenes perfectos'. Sin gritos, sin dramatismo. Solo papeleo y polvo. Hacia ahí se dirige una de las historias de amor, quizás la más bonita, que ha vivido el banquillo del Real Madrid: Carlo Ancelotti.

El club y el técnico guardaron las apariencias hasta la final de la Copa del Rey. Ahora, Carletto desoja la margarita de su futuro con la irrupción de Arabia Saudí (una oferta latente), el tira y afloja con Brasil (con amenaza de ruptura de negociación) y la opción final de cortarse la coleta. Y entre todo ello, el Real Madrid sigue vivo en LaLiga, a cuatro puntos del Barça, con una plantilla absolutamente desgastada y repleta de lesiones. Aunque parece que nadie se crea realmente que haya opciones de campeonar.

En la mente de Ancelotti hay una obsesión y es abandonar bien del Real Madrid. Quiere una salida a la altura de su figura, la del entrenador más laureado de la historia blanca. Por la puerta grande, con el Santiago Bernabéu consciente de que es un adiós. Es un objetivo ambicioso.

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A nadie se le escapa lo difícil que es cruzar la puerta de salida en Concha Espina. Que se lo digan a Zinedine Zidane, la mayor debilidad de Florentino Pérez, y que, pese a ello, dejó el club con una carta abierta a la afición madridista publicada en As en la que disparó contra su presidente: "Me voy porque el club no me da la confianza que necesito".

Una despedida con honores, pero pactada y que satisfaga sus pretensiones económicas. Ancelotti firmó una extensión de contrato que le une al Madrid hasta el 2026. Como se ha encargado de repetir infinidad de veces en los últimos meses, él no se irá del club por voluntad propia, será la institución la que prescinda de sus servicios. Estas condiciones están afectando a las negociaciones con Brasil. La llamada del club a Ancelotti todavía no se ha producido, pese a que ambos estén siguiendo sus respectivas hojas de ruta: el Madrid trabaja en la llegada de Xabi Alonso como principal favorito y el italiano mantiene los contactos con la Canarinha y Arabia.

Se espera que Ancelotti llegue a un acuerdo económico con el Real Madrid. Desde el club se ve con buenos ojos una futura vinculación como embajador o figura dentro de la entidad. Pero Carletto siempre ha defendido los derechos de los entrenadores y lo expuestos que están en el sistema del fútbol actual, además de tener pendiente la resolución del juicio por fraude fiscal, visto para sentencia el pasado 4 de abril, y con el fiscal solicitando cuatro de años de cárcel.

El Celta afila los cuchillos

Mientras tanto, LaLiga. Cinco jornadas por delante, un Clásico a la vuelta de la esquina (11 de mayo) y cuatro puntos de diferencia. Difícil para el objetivo de la afición madridista, pero no imposible. Esta competición abierta es la pretensión de la directiva para no zanjar el debate sobre la figura de Ancelotti, pero las negociaciones del italiano están desviando la atención.

Los titulares deportivos solo son malas noticias: sanción (y lesión) de Rudiger, Alaba también cae en batalla... Para el final de la competición doméstica, Carletto solo podrá contar con tres defensas puros: Fran García, Raúl Asencio (ficha del filial) y Jesús Vallejo (no cuenta para el italiano, ha disputado 10 minutos en toda la temporada, en la séptima jornada de liga).

El domingo, el Celta de Vigo visitará el Santiago Bernabéu, en plena disputa por Europa. Ahí, el Madrid ya conocerá qué hizo el Barça, que juega fuera de casa ante un descendido Valladolid.