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El Real Madrid es el que hace más ruido, pero el conflicto arbitral esconde una guerra civil
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Un incendio más en pasto quemado

El Real Madrid es el que hace más ruido, pero el conflicto arbitral esconde una guerra civil

RMTV es la guerra más mediática del CTA, pero no la más importante. En la RFEF no sentó bien la rueda de prensa de los árbitros, donde se intentó fortalecer a Medina Cantalejo

Foto: De Burgos Bengoetxea explica una decisión a Vinícius. (EFE/Julio Muñoz)
De Burgos Bengoetxea explica una decisión a Vinícius. (EFE/Julio Muñoz)

"A ver si es que lloran los hijos de unos y los de otros no". La frase la expresó este domingo Álvaro Cervera, entrenador del CD Tenerife, club que se está jugando el descenso en Segunda División: "Yo también tengo hijos que lloran cuando a su padre, por ejemplo, lo echan de un equipo". La referencia a las lágrimas de Ricardo de Burgos Bengoetxea justo antes de la final de Copa del Rey entre Real Madrid y FC Barcelona llegó tras un empate a uno ante el Eibar, después de un arbitraje polémico (gol anulado por falta inexistente).

Los ataques de Real Madrid Televisión contra el estamento arbitral vivieron su momento de mayor tensión en esa rueda de prensa de los árbitros. Lo que pretendía ser un alarde transparencia (estos encuentros con los medios previos a la final copera ya se habían realizado) acabó con el club blanco indignado por los comentarios de De Burgos y González Fuertes. La torpeza de las palabras de este último, encargado del VAR, ("vamos a empezar a tomar medidas más serias") se interpretó como una amenaza y el Madrid amenazó, incluso, con no presentarse a la final, para luego acusar a la información deslizada por el club como "rumores".

Lógicamente, fue esa frase de González Fuertes la que se llevó todos los titulares. Pero este, en realidad, llegó a la sala de prensa con el objetivo de hacer una férrea defensa de Luis Medina Cantalejo, actual presidente del Comité Técnico de Árbitros: "La situación que vivimos los árbitros del fútbol español es de más unión que nunca, por las circunstancias que nos tocan vivir. Somos 180 compañeros, tuvimos una reunión y refrendamos esa unión con Luis Medina y su equipo y con cada uno de los empleados del CTA. No te quepa duda de que vamos a empezar a tomar medidas, más serias de las que se están tomando. No vamos a seguir permitiendo lo que está pasando, en pocas fechas tendréis noticias de lo que está por venir. Va a hacer historia, no vamos a seguir aguantando lo que estamos aguantando".

placeholder Medina Cantalejo y Rafael Louzán, presidentes de CTA y RFEF. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Medina Cantalejo y Rafael Louzán, presidentes de CTA y RFEF. (EFE/Rodrigo Jiménez)

"Es nuestro presidente, honesto, sincero, respetuoso... Tenemos que mirarnos en él los que queremos llegar a ser lo que es Luis. Un perfil de mandatario, de lo mejor que podemos llegar a tener. Nos entiende, nos siente, vive con nosotros, a mí Luis me hizo árbitro", llegó a decir González Fuertes, en dicha rueda de prensa. Unas palabras de admiración... justo cuando Medina Cantalejo está más cuestionado. El enfado de la RFEF fue doble: por entender que no era el momento de criticar al Real Madrid —independientemente de que fueran justas o no— y por el fondo del mensaje, que no era otro que escenificar un apoyo unánime a Medina Cantalejo. Algo que no es cierto.

Esa misma semana, salió a la luz una información por parte de Archivo VAR, que aseguraba que Rafael Louzán había comunicado a Medina Cantalejo que no dejaría su puesto. Fuentes federativas desmintieron la noticia, pero confirmando a este periódico que el modelo arbitral sufrirá grandes cambios cuando acabe la temporada. En ningún caso estas decisiones se iban a consumar en pleno curso, con LaLiga y la Copa del Rey todavía por decidirse. Medina Cantalejo, entienden desde la RFEF, no podría formar parte de un cambio sustantivo del colectivo.

La sombra de Negreira y la colleja de la FIFA

Por mucho que González Fuerte quisiera aparentar unidad en torno a la figura, hay voces discordantes dentro de los árbitros. El grado de desconcierto general en el aficionado del fútbol español es evidente. Las críticas de RMTV son las más punzantes, las que más ruido generan, pero los reproches son constantes a nivel profesional. El mejor ejemplo, la ausencia de árbitros españoles en el próximo Mundial de Clubes (solo Del Cerro Grande y Hernández Hernández estarán en la sala VOR).

Y, por supuesto, el caso Negreira no ayuda a paliar la situación. Más de dos años después, el FC Barcelona no ha recibido ningún tipo de sanción, con el caso todavía judicializado. La Guardia Civil concluyó el pasado verano que Negreira cobró más de 7,5 millones del Barça por informes 'fantasmas' cuando era vicepresidente del CTA.

Medina Cantalejo ha defendido a capa y espada su honorabilidad y la de sus árbitros, negando la trascendencia de Negreira y tachándolo de manzana podrida. Voces críticas, como Mateu Lahoz, no piensan lo mismo. "Medina Cantalejo conoce a Negreira desde hace muchos años y fue su director técnico adjunto (...) en un contexto jerárquico opaco como es el colectivo arbitral, sería equivalente a un coronel o un general”, llegó a asegurar como testigo en el juicio contra Enríquez Negreira.

"A ver si es que lloran los hijos de unos y los de otros no". La frase la expresó este domingo Álvaro Cervera, entrenador del CD Tenerife, club que se está jugando el descenso en Segunda División: "Yo también tengo hijos que lloran cuando a su padre, por ejemplo, lo echan de un equipo". La referencia a las lágrimas de Ricardo de Burgos Bengoetxea justo antes de la final de Copa del Rey entre Real Madrid y FC Barcelona llegó tras un empate a uno ante el Eibar, después de un arbitraje polémico (gol anulado por falta inexistente).

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