Es noticia
Fede Valverde, el club de los 25 y la profecía que ya hizo, pero que nadie ha escuchado en el Madrid
  1. Deportes
  2. Fútbol
UN JUGADOR INDISPENSABLE PARA ANCELOTTI

Fede Valverde, el club de los 25 y la profecía que ya hizo, pero que nadie ha escuchado en el Madrid

El centrocampista uruguayo ha dado un paso al frente para convertirse en una pieza clave del Real Madrid, pero manda un aviso que le vendría bien a la plantilla no olvidar ahora

Foto: Valverde celebra un gol con el Real Madrid. (EFE/JuanJo Martín)
Valverde celebra un gol con el Real Madrid. (EFE/JuanJo Martín)

No es sencillo quedarse con un solo jugador de la plantilla del Real Madrid, sin duda, una de las más completas de Europa. Desde la portería hasta la punta de ataque, cada jugador que forma parte del equipo puede presumir de ser uno de los mejores del mundo en su puesto. Pero hay un futbolista que sin ocupar grandes focos, levantar en exceso la voz y con un trabajo silencioso, pero por el que se pagarían millonadas en el mercado, es indispensable: Fede Valverde.

El uruguayo es la perfecta definición de futbolista de equipo. Interior de largo recorrido, un box to box que es puro corazón sobre el césped, es la pieza clave del Real Madrid de Carlo Ancelotti. A los 26 años ha alcanzado su madurez deportiva gracias a su forma de entender el juego. Pelea, lucha, sacrificio y calidad puestos al servicio del equipo, un pulmón irreductible que no se guarda un gramo de energía pese a que su salud vaya en ello. Lo ha demostrado ya varias veces.

Foto: Arda Güler y Rüdiger celebran el último gol blanco. (Alberto Gardin/DPA)

Como interior, mediocentro o lateral derecho, Valverde es un muro defensivo allá donde juegue, además de una pieza fundamental a la hora de construir el ataque blanco. Es capaz de recuperar balones que parecían imposibles y, a continuación, en una carrera interminable, superar líneas y generar una ocasión para su equipo, donde siempre aparece desde segunda línea. Esa manera de gritar cada gol desde el interior de sus entrañas es el reflejo de su sentimiento.

Y quien mejor lo sabe es Ancelotti pues, para él, el charrúa es un jugador indispensable para el equipo. Así, es el jugador que más minutos ha disputado en toda la temporada con el Madrid, con 3.832, por delante de Kylian Mbappé (3.730) y Antonio Rüdiger (3.540). Ha jugado 46 partidos con el equipo blanco, además de 11 con Uruguay, lo que le mete de lleno en el club de los 25 jugadores que más minutos han jugado dentro de las cinco grandes ligas europeas.

Son 27 los partidos en el campeonato nacional que Valverde ha disputado, siendo el 24ª jugador que más minutos juega de Europa. Eso sí, habría que eliminar de la ecuación a Mike Maignan, Jordan Pickford, André Onana, Bart Verbruggen, Zion Suzuki, el Dibu Martínez y Jan Oblak que, por su posición, tienen un esfuerzo físico diferente. Y, con el paso del curso, su aportación subirá. No en vano, el Madrid sigue peleando por hacerse con los tres grandes títulos del curso.

Pero Valverde no es un jugador fundamental solo por sus pulmones. Ese futbolista que hace algunos cursos era la argamasa que unía a las estrellas, ha cambiado su peso en el vestuario. Ya no solo corre, ocupa espacios y corrige sin malas caras: ahora es una voz autorizada del vestuario y sus compañeros le respetan. De hecho, hace no demasiado hizo una profecía de la que el equipo debería de aprender si no quiere nuevos sustos en los próximos partidos.

Unas palabras que el equipo debería escuchar

Tuvo lugar en el partido de vuelta ante el Atlético de Madrid en Champions, donde tras la tanda de penaltis hablaba claro: "Eliminatoria complicada. Creo que hicimos un partido regular como locales y aquí... bueno. Siempre nos pasa lo mismo, salimos como si el partido estuviera ya ganado". Más claro es imposible hablar. Valverde sabe que, en muchas ocasiones, el Madrid no salta al campo con la intensidad necesaria, lo que le pasa factura. Y, este martes, volvió a pasar.

Juego lento, previsible, sin desmarques de ruptura o al espacio... No fue hasta el gol de Barrenetxea que igualaba la eliminatoria cuando los blancos decidieron subir una velocidad. No necesitaron mucho para lograr el empate y, de nuevo, a jugar al ralentí. Fruto de ese descenso de pulsaciones llegaron otros dos tantos donostiarras. ¿La respuesta blanca? Dos goles en cuatro minutos para voltear el marcador. Eso sí, ya no hubo capacidad de reacción ante Oyarzabal, salvo en la prórroga.

Valverde es un espejo en el que muchos deberían de mirarse, un ejemplo de sacrificio por el escudo. "Honor a este jugador, de verdad que no os imagináis lo que está haciendo", afirmaba Dani Ceballos hace no mucho sobre él. Ese vendaje que se le ha visto varias veces en la pierna izquierda puede ser la explicación a las palabras del utrerano. Eso sí, su advertencia no debería de pasar desapercibida por los compañeros: los partidos se ganan desde el momento en el que pita el árbitro.

No es sencillo quedarse con un solo jugador de la plantilla del Real Madrid, sin duda, una de las más completas de Europa. Desde la portería hasta la punta de ataque, cada jugador que forma parte del equipo puede presumir de ser uno de los mejores del mundo en su puesto. Pero hay un futbolista que sin ocupar grandes focos, levantar en exceso la voz y con un trabajo silencioso, pero por el que se pagarían millonadas en el mercado, es indispensable: Fede Valverde.

Real Madrid
El redactor recomienda