El dilema del Madrid: jugársela a la ruleta rusa con Lucas o provocar otro agujero con Valverde
Carlo Ancelotti es consciente de que el Real Madrid se juega la clasificación a la final de la Copa del Rey y, para ello, deberá de valorar cómo cubre la zona más débil del equipo
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El Real Madrid tiene este martes una oportunidad de oro para sellar su clasificación a la final de la Copa del Rey. Después de derrotar a la Real Sociedad en el encuentro de ida (0-1), los blancos tratarán de cerrar la eliminatoria en el Santiago Bernabéu, pero lo harán después de sufrir en Liga ante el Leganés, un partido en el que tuvieron que remontar y donde, una vez más, un futbolista quedó señalado, en buena parte, por no saber ocupar los espacios: Lucas Vázquez.
De sobra es conocido que el jugador gallego no es lateral y que se desempeña en esa posición por necesidades del guion, especialmente tras la lesión de larga duración de Dani Carvajal. Pero, con el paso de los partidos y cuando llega el momento de jugarse los cuartos, Lucas queda más deslucido que nunca por su escaso rigor defensivo. Su espalda es un coladero, los equipos lo saben... y también Carlo Ancelotti, que ha buscado una solución de urgencia.
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Lucas Vázquez, a sus 33 años, ha perdido algo de velocidad, fundamental en una posición defensiva, donde toca recuperar muchas veces in extremis. El problema es que su vocación natural es de extremo y, así como se suma con alegría al ataque, le cuesta un mundo replegarse. Y si a eso le sumamos que ni Tchouaméni ni Camavinga entienden bien la necesidad de hacer esas coberturas, el problema del Madrid es mayúsculo. Su banda derecha es un coladero.
Sin ir más lejos, los dos goles del Leganés llegaron por esa zona y ambos de manera similar. En dos malas salidas del balón, el equipo pepinero recupero en presión alta, buscando rápidamente esa banda: en el primer tanto, Rosier entró por la izquierda, puso el balón a Óscar en el corazón del área y Diego García, aprovechando la indolencia defensiva de Lucas, hacía el gol; en el segundo, Óscar ganó toda la banda derecha para poner el pase de la muerte a Raba.
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Dos acciones de puro concepto defensivo donde queda retratado Lucas, una vez más, como ocurrió en el Clásico de Liga y de Supercopa ante el Barcelona, o en el derbi de Liga ante el Atlético. La primera, por no ser capaz de barrer un balón que cruzaba exactamente por su zona; el segundo, por ni aparecer en la fotografía de una acción por su banda, donde se le vio volviendo al trote... a pesar de que otros seis compañeros sí llegaron a posiciones defensivas.
El agujero que tiene el Real Madrid en esa banda derecha es evidente y todos los equipos lo saben. En estático, en transiciones rápidas o en balones al espacio, los rivales buscan continuamente esa zona de incidencia para encontrar superioridades, lo que obliga a continuas correcciones a Asencio y Rüdiger. Cuando estas no llegan o se producen tarde, la ventaja rival ya se ha generado, pues los centrales también quedan fuera de posición al acudir a la ayuda.
Fede, solución de urgencia
Es por esa razón por la que, en los partidos importantes, Ancelotti ha apostado directamente por Fede Valverde como carrilero derecho. Los números hablan solos: el uruguayo ha jugado en esa demarcación ante el Liverpool, RB Salzburgo, los dos partidos contra el City y los dos contra el Atlético en Champions. Y, además, ante Osasuna en Liga, además de Leganés, tanto en la competición local como en Copa, los tres de ellos jugando como visitantes.
Por velocidad, concepto defensivo, intensidad e inteligencia en las correcciones, Valverde se antoja fundamental en el lateral derecho en los partidos grandes, pero esa decisión genera otro agujero importante en la medular. Y es que, precisamente por esas mismas características, el uruguayo es imprescindible en el centro del campo, donde aporta esa energía mezclada con lectura de juego que solo él tiene. Así, cuando no juega ahí, el equipo se resiente.
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Ni Tchoaumémi, ni Camavinga, ni Modric son capaces de ofrecer ambas cosas al mismo tiempo. Tampoco Arda Güler ni Bellingham cuando han jugado ahí. Solo Dani Ceballos puede dar algo diferente, pero su lesión provoca que el dilema de Ancelotti sea mayor. Con una final en juego, el entrenador italiano tiene que decidir a quién pone en el lateral derecho. Sin duda, el punto más débil del equipo desde que Carvajal cayera lesionado en noviembre.
El Madrid sabe que tiene una buena oportunidad para meterse en la final de la Copa, donde poder pelear por un título más. Pero, para ello, deberá primero eliminar a una Real Sociedad que no tiene intención de plantear un partido fácil. Ahora está en manos de Ancelotti decidir dónde quiere ubicar su punto más débil: en el lateral derecho o en el medio del campo. Hay una final en juego y la decisión del italiano puede determinar lo que suceda en el Santiago Bernabéu.
El Real Madrid tiene este martes una oportunidad de oro para sellar su clasificación a la final de la Copa del Rey. Después de derrotar a la Real Sociedad en el encuentro de ida (0-1), los blancos tratarán de cerrar la eliminatoria en el Santiago Bernabéu, pero lo harán después de sufrir en Liga ante el Leganés, un partido en el que tuvieron que remontar y donde, una vez más, un futbolista quedó señalado, en buena parte, por no saber ocupar los espacios: Lucas Vázquez.