La irrupción de Giuliano o por qué seis meses han demostrado que es más que el hijo del 'Cholo'
El extremo del Atlético de Madrid se ha convertido en un fijo en el once, además de en un jugador habitual en las convocatorias de Argentina. Frente a Brasil marcó el cuarto gol
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Giuliano Simeone vive un momento maravilloso en su carrera. Tras consagrarse como un jugador fundamental en el Atlético de Madrid, en esa vuelta al 4-4-2, está entrando poco a poco en los planes de Lionel Scaloni en la selección argentina, encaminada a una progresiva renovación de la generación más triunfadora de toda su historia con dos Copas América, un Mundial y una Finalissima.
Argentina jugó uno de los mejores partidos que se recuerdan ante Brasil (4-1). La goleada dejó clara el buen funcionamiento de la selección a pesar de la ausencia de Leo Messi. Hay gente joven como Thiago Almada y Giuliano con ganas de conseguir un hueco en el once.
El cuarto gol fue obra de Giuliano cuya emoción fue palpable. Cuando concluyó el partido, todavía tenía las sensaciones a flor de piel. Se acercó hasta la grada para abrazarse con su madre, Carolina Baldini, que iba uniformada con su camiseta. Fue la única de la familia que pudo estar presente en el partido.
"Giuliano ha ido de menos a más individualmente. Está creciendo con trabajo duro y se está adaptando a las necesidades del equipo. Con la selección, en ambos partidos, ocurrió lo mismo: fue de menos a más y respondió bien. Ojalá siga con la misma pasión para seguir mejorando", reconoció el Cholo sobre el momento que vive su hijo.
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La rotura de tibia y peroné
Los Simeone se han convertido en los primeros padre e hijo que han marcado goles en partido oficial con la selección argentina. Giuliano se ha convertido en un fijo en las convocatorias de Scaloni tras los Juegos Olímpicos. El Cholo vivió sus primeras experiencias en la selección con su maestro, Carlos Bilardo.
La carrera de Giuliano iba en ascenso tras la etapa en Zaragoza. Era el momento de debutar en la élite con el Alavés, pero una entrada en un partido de pretemporada lo tuvo casi todo el año de baja por una rotura de tibia y peroné. Las expectativas no eran especialmente halagüeñas en su incorporación al Atleti, pero las ha superado con creces.
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Su otro cometido
El Cholo encontró el equipo con Giuliano. El 3-5-2 tenía al Atleti perdido, con Julián desdibujado en la izquierda y con el menor de los Simeone como carrilero. Luego lo movió a la banda y a Álvarez a la punta de ataque y las piezas encajaron. Desde entonces, los colchoneros han estado en la pelea por todos los títulos.
El cometido de Giuliano, además, no se ha reducido a integrar el equipo, también a mejorarlo. Fue el que se encargó, en plenos Juegos Olímpicos, de convencer a Julián para que eligiera al Atleti. "Decile a tu viejo que no me llame más", le espetaba. Ahora se han convertido en inseparables, en socios, con ese ascenso fulgurante que confirma que hay Simeone para rato en El Metropolitano.
Giuliano Simeone vive un momento maravilloso en su carrera. Tras consagrarse como un jugador fundamental en el Atlético de Madrid, en esa vuelta al 4-4-2, está entrando poco a poco en los planes de Lionel Scaloni en la selección argentina, encaminada a una progresiva renovación de la generación más triunfadora de toda su historia con dos Copas América, un Mundial y una Finalissima.