El Barça es el único equipo de la Liga sin grada de animación después de la purga de Laporta

El Barça es el único equipo de LaLiga que no cuenta con una grada de animación. O mejor dicho, sí que la tenía, pero fueron expulsados por Joan Laporta en noviembre, igual que ya sucedió en su día con los Boixos Nois. La decisión llegó después de que los diferentes grupos que conforman la plataforma no aceptaran el ultimátum del club y rechazaran paga las multas por valor de 21.000 euros que les reclamaban.

¿Las causas de esas sanciones que el Barça les obligaba a abonar? Cánticos ofensivos, uso de bengalas, disturbios e insultos a jugadores, equipos y aficionados rivales. Las casi 600 personas que animaban al Barça en Montjuic denunciaron un "chantaje" de la directiva y expusieron que esas multas se pagaran a título individual, mientras el club dijo que rompían lo acordado previamente.

Las posiciones no se han acercado en medio año y el Barça ya ha anunciado que ha emprendido un proceso con una empresa externa para crear una nueva grada de animación. El presidente del Barça, Joan Laporta, no olvida los cánticos de "Barça sí, Laporta no", "Xavi sí, Laporta no", que bramaron los miembros de la Grada de Animación culé el curso pasado.

El Barça trata de silenciarlos

Durante las últimas semanas, los miembros de la grada han enviado de forma individual cerca de 600 correos electrónicos a la Oficina de Atención al Barcelonista (OAB). En estos correos, los socios abonados reclaman su derecho a asistir al estadio y el retorno del dinero de los partidos que no han podido disfrutar. Los grupos, en este sentido, ya se están asesorando legalmente y consideran que, por ley, el club no puede expulsarlos colectivamente.

Los integrantes de los cuatro grupos que formaban parte de la plataforma de animación se han manifestado fuera y dentro del estadio desde el veto del Barça. "Queremos la Grada de Animación", decía la pancarta, que duró muy pocos minutos porque la seguridad de Montjuic se acercó rápidamente para que los aficionados en cuestión retiraran la lona el pasado mes de febrero.

Con los miembros dispersados por las gradas cantando "queremos la Grada de Animación" en el minuto 12 en cada partido de Montjuic, los desplazamientos a domicilio están sirviendo para que los grupos que conforman la plataforma de animación enseñen músculo.

El equipo lo nota y pide soluciones

El Barça trató de sustituir a la Grada de Animación con otras peñas... sin éxito. El club primero vació la tribuna, luego puso las entradas a la venta y finalmente, invitó a una charanga musical para dar un poco de vida a un estadio desangelado, lleno de turistas y sin ambiente. La directiva de la entidad catalana también maniobró para evitar una imagen desagradable para el presidente azulgrana contra el Barbastro en Copa.

Según explicaron los propios socios del Barça, el club les comunicó que no disponían de entradas para viajar hasta Barbastro y que todo el proceso recaía en manos del equipo local. A pesar de poder contar con unas 400 entradas correspondientes al Barça, El Confidencial publicó que el club catalán tan solamente solicitó 135 entradas y renunció al cupo legal de un 10% de entradas.

Lo cierto es que los miembros del espacio de animación avisaron de que Montjuic sería "un cementerio" sin ellos y no les ha faltado razón. El Barça es el mejor visitante de LaLiga y, en cambio, el cuarto mejor local. En Champions sucedió algo parecido, con los azulgranas como el sexto mejor local y el segundo mejor equipo a domicilio. Los cánticos de "puta Barça" se escucharon contra el Stade Brestois y la afición de la Atalanta se hizo fuerte en Montjuic.

"En partidos como el de hoy, donde todo está apretado, el equipo necesita apoyo. Si no están, no estamos contentos", llegó a expresar el segundo de Hansi Flick, Marcus Sorgm este curso. Con el rumor de que Raphinha, capitán del Barça, quería pagar de su bolsillo la multa a la Grada de Animación, el siguiente reto del Barça será la invasión del Benfica en la Champions League, una de las aficiones más ruidosas y numerosas de Europa. Laporta quiere inaugurar el Camp Nou con un nuevo pulmón. Y mejor que no le lleven la contraria.