La vuelta a los orígenes del cholismo la explica el arrebato de Gallagher

Si solo hay que basarse en estado de forma, el Atlético de Madrid visitará el Santiago Bernabéu con la etiqueta de favorito. Los números así lo dicen: va por delante en LaLiga (segundo, dos puntos por encima del Real Madrid) y se clasificó a octavos de final de la Champions League por la vía directa. Los de Ancelotti sufrieron un inoportuno pinchazo en Sevilla ante el Betis, con peor imagen que resultado, y llegan al derbi europeo con la enfermería llena y la moral vaciada.

Pero esto es Europa y a eso se aferra el Real Madrid para dar un golpe sobre la mesa. "Tenemos mucho respeto, ante un grandísimo rival, los partidos previos no influyen para nada", reflexionó Diego Pablo Simeone en la rueda de prensa previa a la ida de la eliminatoria de octavos. La última vez que el Cholo visitó la plaza, logró un punto que, a juzgar por lo ofrecido entre ambos equipos, supo dulce a los colchoneros. La realidad es que el Cholismo ha regresado (si es que algún día se fue) con un equipo correoso, solidario y letal.

En la competición doméstica, nadie ha encajado menos goles que el Atlético de Madrid. Jan Oblak, todavía un peldaño por debajo de su mejor nivel, cada día ofrece más solidez. La efectividad está siendo otro de los puntos destacados del Atleti. Es el conjunto que menos goles necesita para conseguir puntos. Si algo no es negociable en la Biblia del Cholismo, es la intensidad. Durante largas temporadas, la defensa que tanto había caracterizado al equipo del argentino pasó a caerse como un castillo de naipes. Pero, ahora, la robustez es una seña de identidad colchonera.

Nada lo explica mejor que Conor Gallagher, un recién llegado del pasado verano, cuya adaptación está siendo complicada, pero que frente al Athletic Club vivió un momento de comunión, de éxtasis rojiblanca, gracias a dos tackles consecutivos en los últimos minutos de partido que pusieron en pie al Metropolitano y agitaron a Simeone.

Al británico, un todocampista acostumbrado al vértigo de la Premier League, se le está atragantando el fútbol español, mucho más basado en el toque y en la creatividad. Simeone tiende a dar a sus futbolistas largos procesos de adaptación, de una o dos temporadas, pero ha conseguido que Gallagher esté enchufado, pese a no tener tanto protagonismo. El estado de físico de Koke Resurrección fuerza a un centro del campo formado por el futbolista inglés, Rodrigo de Paul y Pablo Barrios. Samu Lino, el candidato tapado.

Arriba, Simeone ha encontrado su tridente estrella con Antoine Griezmann (sus piernas dan para 60-70 minutos por partido), Giuliano Simeone y Julián Álvarez. Es innegable el salto de calidad ofensivo que ha dado el Atlético gracias a la contratación de La Araña, un auténtico galáctico que, en apenas media temporada, ha demostrado que los 70 millones (más 20 en variables) que costó, se van a compensar.

Alexander Sorloth, quien está rindiendo más como revulsivo que como delantero centro titular, tendrá minutos en el Santiago Bernabéu. La defensa blanca (Rudiger y Asencio como centrales, si no hay sorpresa) podría enfrentarse a un bombardeo en los minutos finales.

Tanto Simeone como Ancelotti son dos técnicos que se guardan respeto y que saben dar por buenos los resultados cortos. La vuelta en el Metropolitano será la cita que lo decidirá todo. El Bernabéu, apercibido por la UEFA después de la eliminatoria contra el Manchester City a consecuencia de insultos homófobos a Guardiola, acoge el EuroDerbi Vol1.