La burlona pancarta del City que no olvidan en el Real Madrid y es pura gasolina para Vinícius

Hay algo que se le escapó a Pep Guardiola en la preparación de la eliminatoria contra el Real Madrid. El entrenador del Manchester City no contaba con la pancarta de menosprecio que se exhibió en un fondo del Etihad Stadium. Vinícius y sus compañeros interpretaron que llamaban llorón al brasileño y, durante el partido, los aficionados se burlaron con cánticos: "¿Dónde está el Balón de Oro?". Los autores de la pancarta hicieron un comunicado tras la derrota para matizar que el llorón no era a Vinícius, sino Florentino Pérez, como máximo responsable por el plantón del club al Balón de Oro. La burla de los ingleses prendió la mecha y tocó las narices a Vinícius.

Esta pancarta, con destino al brasileño o al presidente, es una motivación extra para el Real Madrid en una eliminatoria que se decide en el Bernabéu y está abierta, pese a que Guardiola vaya de víctima y solo se adjudique un uno por ciento de posibilidades de pasar. Lo peor que podía hacer la afición del City era provocar a Vinícius, que ya tiene bastante con la frustración y la rabia que acumula dentro por sentir que France Football y la UEFA le han ninguneado este trofeo.

La injusticia ya no se puede reparar, aunque el brasileño encontró el consuelo con el respaldo de Florentino y unas palabras de Cristiano Ronaldo tan contundentes como gratificantes: "Vinícius tendría que haber ganado el Balón de Oro. No me importa decirlo. Fue injusto".

A Vinícius le encantan este tipo de escenarios que buscan desestabilizarle con provocaciones y cánticos para ridiculizarle. No los insultos y mucho menos los actos racistas, de los que ya ha demostrado que está dispuesto a hacer de todo para denunciarlo. Pero las afrentas le divierten. Lo que a otros jugadores le afecta, a Vinícius le sirve para dar un plus. Este comportamiento rebelde tiene muchas similitudes con el de Cristiano Ronaldo. Con la provocación se hacen más fuertes en lo mental y lo futbolístico.

El estado de ánimo de Vinícius y la aparición de su mejor versión es una buena noticia para el Real Madrid. En el Etihad Stadium se quedó sin marcar, pero hizo un destrozo a la defensa de Guardiola, fue una pesadilla con sus regates, velocidad y la repetición de esfuerzos que le hace ser un jugador diferencial. Se llevó el premio al mejor jugador y tras el encuentro reconoció que la pancarta y los abucheos le dieron más fuerza para hacer un gran partido.

Vengar la pancarta

El propósito del brasileño es vengar la pancarta que se mostró en el campo del City, reivindicarse en una eliminatoria considerada como una final, pese a que sea una repesca, y que dejaría fuera al equipo inglés. En lo personal sería la victoria moral del Balón de Oro que no le dieron y con el que crece el cachondeo. El objetivo en los estadios rivales, con diferentes cánticos, es reírse e insultarle. Hay hasta lanzamientos de objetos. Algunos de ellos son balones playa que se tiran de la grada al campo. Como sucedió en El Sadar.

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Un Vinícius encendido y centrado en el juego es imparable. Pero eso es muy complicado porque va todo en el pack del brasileño. Se comprobó durante el partido contra el Manchester City con gestos a la grada señalando el parche de su manga donde figuran las 15 Copas de Europa y contra Osasuna. En el Sadar tuvo un ambiente hostil y tras el gol de Mbappé se encaró con la grada. Le pillaron las cámaras de El día después diciéndole a un aficionado: "Tú has pagado una entrada para verme a mí".

Vinícius ha sido increpado, abroncado y ridiculizado en los dos últimos partidos y su respuesta futbolística ha estado a la altura de los mejores del mundo. En el Etihad Stadium volvió a repetir que no es un santo y que su situación es complicada porque los árbitros no le defienden de las patadas. Lo que no se esperaba es la ofensiva pancarta en la que le llamaron llorón y las palabras de Guardiola diciendo que él no había visto nada.