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No crean a Guardiola: va de víctima contra el Real Madrid y si cae en el Bernabéu es un varapalo
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No crean a Guardiola: va de víctima contra el Real Madrid y si cae en el Bernabéu es un varapalo

Guardiola se refugia en un discurso victimista para afrontar el partido en el Bernabéu. El Real Madrid tiene un resultado corto y si le eliminan de la Champions es un duro revés

Foto: Guardiola abraza a Ancelotti antes del partido en el Etihad Stadium. (EFE Juanjo Martín)
Guardiola abraza a Ancelotti antes del partido en el Etihad Stadium. (EFE Juanjo Martín)

Un lobo con piel de cordero. La estrategia de Pep Guardiola para afrontar el partido de vuelta de la repesca contra el Real Madrid es derrotista. Una postura de entrenador resignado y victimista que tiene poca fe en las posibilidades de igualar una eliminatoria en la que el equipo de Ancelotti tiene un gol de ventaja. No crean a Guardiola. No dice la verdad de puertas para afuera. Va de inocente y es destructivo. Es una táctica para quitar presión a sus jugadores, muy tocados por los errores en los minutos finales en el Etihad Stadium, y opta por ir de tapado.

No es propio de Guardiola que tras un buen partido contra el Newcastle y una victoria convincente, con tres goles del delantero egipcio Omar Marmoush, comparezca en la sala de prensa para dibujar un escenario negro en Madrid. "El margen de opciones para ganar en el Bernabéu es mínimo. No sé si llega al uno por ciento", es la opinión que tiene el de Sampedor en un partido que está abierto. Lo sabe Guardiola, pero se decanta por el juego psicológico de quitarle presión a sus jugadores y asumir un perfil bajo con el que sorprender a Ancelotti.

Son unas declaraciones engañosas de un entrenador ganador, supercompetitivo, que ha podido revisar los fallos del partido de ida como unas trescientas veces y tendrá preparado hasta el más mínimo detalle para corregirlos. El trabajo de Guardiola es quitarle la ansiedad a sus jugadores, recuperarlos anímicamente y convencerlos de que es posible hacerle daño al Real Madrid en su campo. Lo ha conseguido el Barcelona y el Milan. Otros equipos le han puesto en problemas en la Champions.

El Real Madrid es el favorito, tiene una ventaja y el factor campo de su lado. Pero las opciones del Manchester City de pasar la eliminatoria no son de un uno por ciento, como quiere hacer ver Guardiola, que habla como si no tuviera nada que perder. El City y él se juegan mucho porque la eliminación sería un varapalo grande a estas alturas de año para un campeón de Europa. En lo deportivo y lo económico.

placeholder Guardiola habla con Haaland en el partido contra el Real Madrid en el Etihad Stadium. (REUTERS Phil Noble)
Guardiola habla con Haaland en el partido contra el Real Madrid en el Etihad Stadium. (REUTERS Phil Noble)

No tendría consecuencias para Guardiola, a pesar de ser el máximo responsable de un proyecto en el que se le considera intocable y no corre peligro su cargo si no gana títulos y cae en la repesca de la Champions. Otro entrenador, en su situación, estaría en la cuerda floja. Pero él no. Guardiola es el amo del Manchester City y en el club, como los aficionados que le veneran en Inglaterra y en España, esperan que dé con la tecla para eliminar al Real Madrid.

Foto: Arda Güler con gesto serio en el partido de Copa en Butarque. (AFP7)

La derrota en el Etihad Stadium fue dura para el Manchester City, la imagen vulnerable del equipo y la reacción de abatimiento de Guardiola desataron enormes críticas en Inglaterra de los medios de comunicación y exjugadores que colaboran como comentaristas. Se ha dicho que Bernardo Silva, Kevin de Bruyne, Gündogan y Ederson están viejos, que hay mucha ingenuidad en el equipo, que sería un milagro ganar en el Bernabéu y que el ciclo de Guardiola llega a su fin en el Manchester City. Todo lo utiliza Guardiola para arengar a su tropa y buscar cómo superar las adversidades en el Bernabéu.

El Real Madrid tiene que estar alerta, no caer en la trampa ni dejarse llevar por la euforia de la victoria en la ida y el discurso derrotista de Guardiola. En el Etihad Stadium hizo su mejor partido de la temporada, jugó como equipo serio, con trabajo y esfuerzo colectivo pudo conseguir un resultado mayor. La sensación fue de superioridad, pero la eliminatoria, pese a la remontada final, no está ni mucho menos cerrada.

Un lobo con piel de cordero. La estrategia de Pep Guardiola para afrontar el partido de vuelta de la repesca contra el Real Madrid es derrotista. Una postura de entrenador resignado y victimista que tiene poca fe en las posibilidades de igualar una eliminatoria en la que el equipo de Ancelotti tiene un gol de ventaja. No crean a Guardiola. No dice la verdad de puertas para afuera. Va de inocente y es destructivo. Es una táctica para quitar presión a sus jugadores, muy tocados por los errores en los minutos finales en el Etihad Stadium, y opta por ir de tapado.

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