Optimismo de Louzán y promesa de guerra del Gobierno... Con dudas internas de la sucesión
Semana clave para el presidente porque tiene la vista en el TS. Decidirán si le mantienen, matizan o retiran la condena por prevaricación que lo inhabilita para el ejercicio de cargos públicos
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El Tribunal Supremo (TS) acogerá el miércoles la vista que debe estudiar si se retira, confirma o matiza la condena por prevaricación al presidente de la Federación Española, Rafael Louzán. Esta resolución judicial, pendiente de ser firme, le inhabilitaría durante siete años para el ejercicio de cargos públicos. Y dejaría a la RFEF en un limbo, pendiente de nuevo de la justicia.
Louzán fue elegido en diciembre como sucesor de Pedro Rocha, a pesar de que sus homólogos de las Territoriales eran conocedores de su situación. En el caso de que la condena se confirmara, el Gobierno ya ha sido claro al respecto. Así lo manifestó Pilar Alegría en Hoy por Hoy: "Si se ratifica la condena por prevaricación, habrá nuevas elecciones para presidir la RFEF".
Unas nuevas elecciones es un escenario que no se plantean en la Federación, según ha podido saber El Confidencial. El equipo de Louzán se muestra optimista y confían en que la inhabilitación sea retirada, dejando vía libre para que el gallego ejerza la presidencia hasta 2028.
Este presentó un recurso de casación que fue admitido a trámite, de ahí que la condena todavía no haya sido firme. "Es un filtro que raramente se pasa, por eso confiamos en que no sea firme la inhabilitación", señalan a este periódico desde el entorno del presidente. Louzán se ha mostrado confiado desde la campaña electoral.
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La posición del Gobierno
Este es el escenario positivo desde el punto de vista del dirigente, pero también hay que contemplar el negativo. Si esto ocurre, el Gobierno va a activar toda su operativa para que Louzán abandone la presidencia, por más que desde Las Rozas argumenten que la RFEF es una entidad público-privada y que no tendría por qué dejar el cargo. En la directiva del gallego son conscientes de que desde Moncloa no van a quedarse de brazos cruzados.
Si Louzán abandonase el cargo, habría nuevas elecciones a la presidencia. Al nuevo dirigente tendría que elegirlo la Asamblea elegida en noviembre. A finales de 2024, hubo unión entre casi todos los barones, salvo los que apoyaron a Salvador Gomar, para que fuera el gallego quien se convirtiera en el candidato del búnker para reemplazar a Pedro Rocha, alejado de la carrera electoral al no haberle concedido la cautelarísima.
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¿Un sustituto para Louzán?
La situación, sin embargo, sería diferente en esta ocasión. Según aseguran a El Confidencial, no existe unanimidad en torno a Sergio Merchán, actual vicepresidente de Louzán, presidente de la Federación Extremeña y tercero en discordia de las elecciones de diciembre. Son varias las voces de Las Rozas que, en privado, expresan sus dudas. Sin embargo, habrá que oír a Javier Tebas, presidente de LaLiga y, también, vicepresidente de la RFEF, cuya influencia en los asambleístas es cada vez mayor.
La candidatura de Merchán se articuló con el único objetivo de tener alternativa en caso de que la del gallego fuera impugnada y se quedara fuera de los comicios. En la práctica, eran "candidatura hermanadas", como señalaron a este diario. Un plan B que, viendo las orejas al lobo, algunos ya no ven con tan buenos ojos.
Hubo una comida en Torrelodones entre los presidentes de Territoriales en noviembre, antes de que se iniciara el proceso electoral, para decidir quién encabezaría la lista y hubo unanimidad en torno a Louzán. "Ahora necesitaríamos al menos tres comidas de esas. ¿Merchán? Lleva un año al frente de la Federación Extremeña y no sabemos si está preparado". Al extremeño, además, le abruma la idea de ocupar el cargo. Ya le ocurrió en diciembre mientras se mantenía la incertidumbre por la hipotética impugnación de la candidatura del gallego.
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Gomar se antoja difícil que relevara a Louzán. "Ten por seguro que a Salva no lo vamos a elegir", aseguran desde la directiva de la RFEF. Que el valenciano se presentara no sentó nada bien en el búnker y ha habido represalias para algunos de sus apoyos. Pablo Lozano, el presidente de la Federación Andaluza, dimitió por la amenaza de una moción de censura.
Las elecciones dejarían en el aire también candidaturas de los célebres outsiders. Juanma Morales fue el que más sonó en el proceso de diciembre, aunque no consiguiera los avales, tras su puesta en escena junto a Luis Milla, David Silva, Virginia Torrecilla y Amanda Sampedro. El empresario, después de abandonar su puesto en el grupo IFA, se mantiene a la espera de acontecimientos. Todo está en el aire y pendiente, una vez más, de la justicia.
El Tribunal Supremo (TS) acogerá el miércoles la vista que debe estudiar si se retira, confirma o matiza la condena por prevaricación al presidente de la Federación Española, Rafael Louzán. Esta resolución judicial, pendiente de ser firme, le inhabilitaría durante siete años para el ejercicio de cargos públicos. Y dejaría a la RFEF en un limbo, pendiente de nuevo de la justicia.