El Atleti se pasea en Salzburgo y el City evita la debacle con una épica victoria ante el Brujas

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El Atlético de Madrid cumplió sin contratiempos en la última jornada de la primera ronda de la nueva Champions League. Era una noche plácida a priori, en la que solo restaba darle oficialidad a lo que ya era virtual: que los colchoneros estarían en los octavos de final. Lo han conseguido tras vencer al Salzburgo (1-4).

La noche estuvo exenta de suspense, porque Giuliano se encargó de que pronto los colchoneros respiraban. Fue en el minuto cinco, cuando soltó un latigazo imparable que justificó una vez más su titularidad. Su presencia en el equipo se ha convertido en indispensable, capaz de otorgarle mucha más identidad al Atleti con el 4-4-2.

Ese gol no fue el único acto de servicio de Giuliano. El argentino le hizo un sombrero al portero del Salzburgo antes de darle el pase a Griezmann que selló el 0-2, y no se había cumplido todavía un cuarto de hora. Los colchoneros disfrutaron en Austria y ahogaron las penas de los dos últimos tropiezos en Liga que le han alejado del liderato.

Griezmann se encargó de ampliar aún más la ventaja antes del descanso. Fue un pase raso que definió con un zurdazo cruzado, marca de la casa. El 0-3 era el mejor signo del triunfalismo que exhibía el Atleti en Austria. La comodidad era tal, porque el equipo está en un gran momento tras haber sufrido en el inicio de temporada.

La tensión, en el Etihad

Marcos Llorente redondeó el marcador todavía más en la segunda mitad, con un derechazo con el que busca convencer al Cholo. En las últimas jornadas, Molina le ha ganado esa batalla particular y le ha arrebatado la titularidad. No obstante, su presencia en el lateral derecho le da mayor profundidad en ataque al Atleti.

El Manchester City, por su parte, salvó el último partido con bastante incertidumbre. Todas las miradas estaban puestas en Guardiola, porque una derrota los dejaría fuera de la competición. Los ingleses, finalmente, remontaron ante el Brujas y consiguieron una agónica clasificación que aleja el trauma (2-1).

Todo se complicó en la previa del descanso, con una contra de los belgas. Onyedika remató con un señor derechazo imparable para Ederson. Las caras de Guardiola y de Lillo eran de absoluta resignación, porque era un mazazo notable justo antes del paso por el túnel de vestuarios. Nunca antes habían vivido algo así.

La tranquilidad de Savinho

La situación, eso sí, mejoró con el regreso al césped. Apenas había empezado la segunda mitad cuando Kovacic empató el partido, desatando la euforia en el Etihad Stadium. Hasta ese momento, las caras eran de tristeza, conscientes de la debacle que sería quedarse fuera de la Champions en la primera ronda.

Un gol en propia puerta de Joel Ordóñez dio aire a los ingleses, que por fin estaban clasificados para los dieciseisavos. Pero todavía quedaba certificarlo para evitar una taquicardia. Y lo lograron gracias al gol de Savinho, cuya internada hizo que Pep bebiera mucha agua. Era el momento de aliviar las tensiones acumuladas.

El PSG venció con contundencia al Sttugart (0-4) con un gran Dembélé tras haber superado al City en el duelo clave de la penúltima jornada. El Liverpool, por su parte, fue derrotado en Eindhoven (3-2) y casi se quedaron sin el liderato. Pero finalmente lo consiguieron por el empate del Barcelona ante el Atalanta (2-2).

El Girona se puso por delante ante el Arsenal con un golazo de Danjuma, pero los londinenses voltearon el marcador para lograr un claro pase a los octavos de final (1-2).