El porrazo de Unai Simón a los huelguistas que impiden animar al resto de San Mamés

El porrazo de Unai Simón al grupo de animación que se ha declarado en huelga es lo que necesitaba todo San Mamés. Un estadio que ruge y en el que se respira un clima de fútbol puro se ha transformado desde hace un par de meses en un recinto silencioso y tenso. Los futbolistas dan el paso para acabar con una situación que califican de perjudicial para el equipo e injusta con el resto de aficionados que sí quieren animar y sufren las reprimendas de los huelguistas.

La postura del portero es contundente, sin medias tintas, contra el grupo Íñigo Cabacas Herri Harmaila. El sector que reúne más de 400 aficionados que pretenden manejar el ambiente de la grada con broncas a los aficionados que van al estadio a vivir un partido de fútbol y animar sin mensajes políticos ni insultos. La falta de apoyo y el nerviosismo en la grada llega al césped y, tras el empate contra el Leganés, son Unai Simón e Iñaki Williams los que se pronuncian para revertir un ambiente que no es propio de San Mamés.

"Me da un poco de pena porque el Athletic siempre se ha caracterizado por su afición. Pero no se ha dejado animar a los que querían hacerlo e invitamos a esos que no quieren animar a que se queden en su casa", es la postura firme del portero. Unai Simón sale en defensa de los aficionados que quieren animar al equipo y sufren pitos de los huelguistas.

Lo mismo hace Iñaki Williams para combatir a esa minoría de la grada de San Mamés que está contaminando el ambiente de los partidos: "Días así para nosotros son muy tristes al escuchar ese runrún. Que haya gente que quiera animar, no se le deje y haya pitos". El delantero denuncia las intimidaciones del grupo Iñigo Cabacas Herri Harmaila al resto de seguidores.

El clima de San Mámés está viciado desde que los huelguistas plantearon a finales de noviembre su renuncia a animar al equipo por el acoso y represión que dicen que sufren de la Ertaintza y la seguridad privada del estadio. Empezó con una huelga de animación de media hora en el partido contra los noruegos del Elfsborg, la tensión fue a más en la visita del Real Madrid y ha ido a peor en el inicio de año con la declaración de huelga indefinida en el partido de Copa del Rey contra Osasuna y la denuncia de los jugadores contra el Leganés.

Amenazas a Jon Uriarte

El grupo Íñigo Cabacas Herri Harmaila mantiene que están indefensos ante la actuación arbitraria y desproporcionada de la Ertaintza en los partidos. Con multas y detenciones. Dos speakers, otras dos personas encargadas del bombo y una tercera vetada tienen abiertos expedientes sancionadores por un comportamiento que el club denuncia que no es respetuoso ni amable con los rivales.

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El club que preside Jon Uriarte rechaza los insultos y las proclamas políticas en el estadio. Estas tensiones derivaron en las amenazas que sufrió el presidente en el centro de Bilbao tras el partido contra el Real Madrid. Un miembro del grupo Íñigo Cabacas Herri Harmali se dirigió de manera intimidante a Jon Uriarte con gritos de "¡hijo de puta, te vas a enterar! Deja de tocarnos los huevos". Jon Uriarte presentó una denuncia de los hechos.

El Athletic pagó la temporada pasada más de 40.000 euros de multa por los insultos de este grupo en los partidos que fueron denunciados por la Liga al Comité de Disciplina. El objetivo es poner fin a esta espiral de violencia verbal con un grupo que se beneficia de precios reducidos en las entradas. "Vivir la situación que estamos viviendo con la grada es una mierda", sentencia Unai Simón.