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Mbappé supera el miedo a no molestar en el Real Madrid y eclipsa a un Vinícius sombrío
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el francés asume el liderazgo

Mbappé supera el miedo a no molestar en el Real Madrid y eclipsa a un Vinícius sombrío

La imagen más deslumbrante de Mbappé en el Real Madrid sirve para enviar un mensaje de ilusión y esperanza por los títulos, pero contrasta con el bajón en el rendimiento de Vinícius

Foto: Mbappé celebra con efusividad un gol a Las Palmas. (AFP7)
Mbappé celebra con efusividad un gol a Las Palmas. (AFP7)

El peor momento de Kylian Mbappé en el Real Madrid ha pasado. El francés reconoce públicamente y por primera vez que tenía demasiado respeto a los nuevos compañeros y si llegaba con aires de superestrella se podría estrellar. Lo quería poner fácil y, en especial, a Ancelotti. Medía sus gestos, los pases, no quería invadir zonas del campo de otros compañeros y así evitar malas interpretaciones. Ese celo por ser humilde se transformó en un miedo a no molestar en un equipo que había ganado una nueva Champions. Un campeón del mundo comedido e impresionado por la grandeza de las gestas del campeón de Europa.

Eligió una adaptación sigilosa y ganarse la confianza desde la modestia. Pero una vez que tocó fondo con el fallo del penalti en Bilbao y tras una serie de reuniones con las altas esferas del club, se destapó. En el Real Madrid le piden ser un animal competitivo.

Mbappé encadena una serie de partidos deslumbrantes y coincide con el nivel sombrío del que tiene que ser su mayor socio en el ataque: Vinícius. El cambio es evidente. El francés, más fuerte y fino, desprende hambre y al brasileño le toca salir de un bucle de confusión.

Al mismo tiempo que se ha hecho grande Mbappé, Vinícius ha disminuido. No acabó ninguno de los dos partidos de la Supercopa de España ni el de la remontada contra el Celta en la Copa del Rey. En el Madrid lo ven como una mala racha pasajera y nada preocupante. Vinícius ha salido de peores momentos con su fuerza mental y determinación. Pero sí es cierto que extrañó la nula incidencia que tuvo contra el Barcelona en la final de Arabia Saudí. Estuvo desaparecido.

Una de las principales tareas en la gestión de Ancelotti es que funcione la sociedad entre el brasileño y el francés, respetando la posición en el campo de Vinícius como extremo izquierdo y el equilibrio en los roles. El entrenador elige que el brasileño es el primer lanzador de los penaltis en un momento en el que necesita más confianza y apoyo. El Real Madrid ha competido con Vinícius y Mbappé en San Sebastián, Vigo, Leganés, Atalanta, Pachuca... Juntos han tenido momentos brillantes. Falta que los dos, apoyados por la mejoría del juego en equipo, desequilibren los grandes partidos.

Hace un largo tiempo que no se habla de las maravillas futbolísticas de Vinícius. Entre la rabieta del Balón de Oro, los feos gestos de enviar a Segunda división a la afición del Rayo y el Valencia, su expulsión en Mestalla, el mal partido en la final de la Supercopa de España contra el Barcelona y el despegue de Mbappé, el brasileño ha perdido foco.

Dueño del juego

Vinícius ha cumplido uno de los dos partidos de sanción que le puso el Comité de Competición por el golpe a Dimitrievski y desde un palco del Bernabéu fue testigo del mejor partido del Real Madrid en la temporada. Con Mbappé adueñado del juego y una versión salvaje por lo que hizo en el campo contra Las Palmas. Corrió por todo el frente de ataque, apareció por el centro, la derecha y la izquierda, hizo dos goles y pudieron ser tres si el VAR no le anula otro por un riguroso fuera de juego.

Foto: El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, en tensión, da instrucciones a los jugadores. (Reuters/Pablo Morano)

"Mbappé está endiablado", aseguró después Dani Ceballos. El Bernabéu reconoció la mejoría del francés con la primera gran ovación a un jugador que ha terminado su fase de adaptación. Vinícius vio el buen funcionamiento del tridente que formaron Rodrygo, Brahim Díaz y Mbappé. Los tres marcaron y divirtieron. Brilló Mbappé y destacó, de nuevo, el buen rendimiento que da Rodrygo en la banda izquierda. Marcó un gol, provocó un penalti y dio una asistencia a Mbappé.

Cada vez que Rodrygo juega y rinde en la banda izquierda, surge el debate de lo poco aprovechado que está en la banda derecha. No pueden jugar todos por el costado izquierdo y Ancelotti, que ya dice que Mbappé es el mejor delantero centro del mundo, sacrifica a Rodrygo en la derecha. Los delanteros tienen cierta libertad en el sistema de ataque y, en varios partidos de la temporada, hubo colapso por la banda izquierda. No todos pueden ocuparla y el propietario es Vinícius.

Que Rodrygo destaque, Mbappé sea un rodillo y Brahim Díaz mezcle perfectamente con el francés, provoca que se hable de lo bien que juega el Real Madrid sin Vinícius.

Foto: Gonzalo Pérez de Vargas en el Mundial de balonmano. (EFE EPA Beate Oma Dahle NORWAY OUT)

La realidad es que Vinícius sufre un bajón notable desde que marcó tres goles a Osasuna el 9 de noviembre en el Bernabéu. Las lesiones le impidieron jugar contra el Liverpool, Getafe, Athletic y Girona. Fue suplente en Vallecas y se perdió el encuentro contra el Sevilla, por acumulación de tarjetas, del cierre del año. El brasileño lleva un mes de enero torcido con la expulsión y un solo gol.

El Real Madrid trabaja para que Vinícius recupere el foco en un momento importante de la temporada, donde se ha recuperado el liderato y está en juego seguir vivo en la Champions y competir por la Copa del Rey. Con Mbappé, el problema está detectado y se da por resuelto.

El peor momento de Kylian Mbappé en el Real Madrid ha pasado. El francés reconoce públicamente y por primera vez que tenía demasiado respeto a los nuevos compañeros y si llegaba con aires de superestrella se podría estrellar. Lo quería poner fácil y, en especial, a Ancelotti. Medía sus gestos, los pases, no quería invadir zonas del campo de otros compañeros y así evitar malas interpretaciones. Ese celo por ser humilde se transformó en un miedo a no molestar en un equipo que había ganado una nueva Champions. Un campeón del mundo comedido e impresionado por la grandeza de las gestas del campeón de Europa.

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