Los airados gestos de Ancelotti delatan que no lo está pasando bien en el Real Madrid
El Madrid es más fuerte por los pitos exigentes del Bernabéu que por la falta de autocrítica de Ancelotti, que supera el bochorno del Clásico en Arabia Saudí con el liderato en la Liga
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Ha sido coger el liderato y Ancelotti ponerse sarcástico. El entrenador del Real Madrid da por superada la enorme decepción de perder contra el Barcelona con la fulminante victoria contra Las Palmas y utiliza un discurso mordaz. Dice estar confundido por escuchar críticas sobre el mal juego del equipo y a la vez son los líderes en la Liga. "Seguiré estudiando. A ver quién se equivoca", se reafirma con una postura socarrona que no es más que una reivindicación del que se siente atacado e injustamente tratado. Sus furiosos gestos de celebración en los goles a la grada del Bernabéu reflejan que no lo está pasando bien.
Ancelotti es el entrenador que más títulos ha ganado en el Real Madrid, pero el Bernabéu le ha pitado tras el bochorno del Clásico de Arabia Saudí y eso significa que el público es insaciable y no lleva bien pasar vergüenza. El italiano lo interpreta de otra manera que no se atreve a decir. Los aficionados que le critican no tienen memoria y los periodistas que le dan palos, como él mismo comenta, buscan poner fin a su etapa en el banquillo blanco. La información del programa Radioestadio Noche de Onda Cero es inquietante. Ancelotti ha decidido no seguir la próxima temporada, según la emisora.
Ancelotti está nervioso, pese a conseguir el liderato. Se confunde si no reconoce que el Real Madrid no ha competido en ninguno de los grandes partidos de la temporada y en los seis meses que llevamos de temporada hay un preocupante problema de solidez. El equipo no es fiable hasta que solucione los problemas defensivos y haga un bloque compacto y ordenado. La retaguardia es un coladero y partidos como el de Las Palmas, rival que le llegó mucho en la primera parte, salen adelante por la contundencia ofensiva.
Ancelotti tiene la experiencia y el recorrido suficiente para saber que el halago fácil debilita y la crítica acaba haciendo más fuerte al Real Madrid. El italiano se queja de los duros análisis que se hicieron por perder contra el Barcelona la final de la Supercopa de España. Le molesta que se hable de un Real Madrid poco trabajado, contraataca y sentencia con un "nadie es perfecto".
Cuando el hombre tranquilo celebra así, te das cuenta de lo que ha sufrido estos días
— DAZN España (@DAZN_ES) January 19, 2025
La locura de Ancelotti 🔥🔥🔥#LALIGAenDAZN ⚽️ pic.twitter.com/hG1iKqvOjv
El Bernabéu disfrutó de una divertida tarde de fútbol, con cuatro goles y tres anulados, en un partido plácido donde los jugadores pusieron actitud, ganas y compromiso. Un Real Madrid con mucho ritmo y juego fluido logró una victoria que ayuda a recuperar la moral al entrenador y los jugadores. Los mismos que fueron barridos por el Barcelona en Yeda y necesitaron de una prórroga para eliminar al Celta en la Copa. Ganar a Las Palmas jugando un buen fútbol es positivo, pero no suficiente hasta que no aparezca otro gran rival y mida la fiabilidad del trabajo de Ancelotti.
El calendario tras la dolorosa derrota en la final de la Supercopa de España no es de máxima dificultad hasta que llegue el derbi en el Bernabéu en tres semanas. Se espera un Real Madrid más competitivo en la segunda parte de la temporada. Coger el liderato dará alas al Real Madrid en esta cuesta de enero, que empezó con una remontada en Mestalla, con diez jugadores por expulsión de Vinícius, y le pone por delante del Atleti y Barça con una goleada a Las Palmas sin Vinícius.
Ofendido y reivindicativo
El mejor halago que se le puede dedicar al Real Madrid es que hizo un buen partido sin Vinícius. Con Mbappé en su mejor versión, Rodrygo afilado e inspirado por la banda izquierda y Brahim Díaz por la derecha, la otra banda que nadie quiere en el Madrid. Funcionó el tridente sin Vinícius en una tarde señalada: Mbappé marcó un penalti como si estuviera en el jardín de su casa. Lo tiró con personalidad y seguridad. No dio señal de estar encogido, como en Anfield y San Mamés.
Ancelotti empezó el partido con la angustia del gol tempranero de Las Palmas y lo acabó entusiasmado y ajustando cuentas. El tercer gol, el segundo de Mbappé, lo celebró como un hincha. Desatado con su hijo Davide y agitando los dos brazos a la grada del Bernabéu. Tres días antes habían pitado al equipo y a él tras la carnicería del Barça.
A Ancelotti le ofende que se diga que el Real Madrid no está trabajado y pasa factura con una victoria que le devuelve el liderato. Ganar a Las Palmas no es suficiente para sacar pecho después de una temporada en la que ha perdido dos partidos contra el Barcelona y tres en la Champions (Lille, Milan y Liverpool). Especialmente doloroso ha sido el baño que le dio Hansi Flick en el Clásico de Arabia Saudí. Pudo ser un escándalo si el Barça no se queda con uno menos durante 38 minutos. El crédito de Ancelotti no estaba en cuestión, según fuentes del club. Pero los pitos duelen y es una evidencia que Flick, irregular en la Liga y solvente en las grandes citas, tiene mejor trabajado el equipo que Ancelotti. Si asume esta crítica podrá evitar que en el siguiente Clásico no reciba duros palos.
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El Real Madrid es, en definitiva, más fuerte por la reprimenda que le echó su afición en el partido contra el Celta que por la autocrítica de Ancelotti. El Bernabéu no perdona la humillación, pita y da toques de atención más duros que los análisis que no le gustan a Ancelotti.
Estos toques de la afición los califica como útiles y sirven para que el Real Madrid no se confunda. La exigencia es competir con sacrificio y lucha. La calidad marcará las diferencias. El Real Madrid reacciona aprovechando los pinchazos de sus rivales y Ancelotti quiere hacer ver que no son tan malos ante un Atleti que ha tenido una racha histórica y el súper Barça de Flick. El italiano aprovecha su momento para reivindicarse y señalar a los que hacen juicios premeditados y con mala intención hacia su persona y gestión del proyecto (táctica, alineaciones, cambios, lectura del partido...).
Queda mucha temporada, la Liga está rara y da giros inesperados. Ancelotti puede caer en la precipitación si pretende sacar pecho por ganar a Las Palmas. Fue un buen partido, en el que se recuperó el espíritu colectivo. Lo que el italiano llama compromiso. El gol de Las Palmas, a los 27 segundos, influyó en la avalancha de un equipo que lideró Mbappé tras poner el mensaje que aplaude el madridismo: con el escudo no se juega.
Ha sido coger el liderato y Ancelotti ponerse sarcástico. El entrenador del Real Madrid da por superada la enorme decepción de perder contra el Barcelona con la fulminante victoria contra Las Palmas y utiliza un discurso mordaz. Dice estar confundido por escuchar críticas sobre el mal juego del equipo y a la vez son los líderes en la Liga. "Seguiré estudiando. A ver quién se equivoca", se reafirma con una postura socarrona que no es más que una reivindicación del que se siente atacado e injustamente tratado. Sus furiosos gestos de celebración en los goles a la grada del Bernabéu reflejan que no lo está pasando bien.