El 'indulto' del Gobierno de Sánchez a Laporta desmonta la teoría de la conspiración del Barça
Pedro Sánchez, a través del CSD, evitó el hundimiento del Barça de Laporta al rescatar a Dani Olmo y Pau Víctor con las medidas cautelares para inscribir a ambos futbolistas. El Gobierno pasó por encima de LaLiga y de la RFEF
El rescate político del Gobierno de Pedro Sánchez al Barça, a través del Consejo Superior de Deportes, desautorizó a las instituciones que rigen el fútbol español y a la justicia ordinaria. El Barça, que ya se había llevado dos mazazos judiciales con la denegación de la cautelar para Dani Olmo y Pau Víctor a través del Juzgado de lo Mercantil número 10 y del juzgado de Primera Instancia número 47 de Barcelona, gastó la penúltima bala con el CSD en una clara "decisión política", como afirmó el presidente del Athletic Club, Jon Uriarte, para deslegitimar las competencias del control económico de LaLiga y de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
El club catalán fichó a Dani Olmo y Pau Víctor por unos 50 millones de euros fijos que podrían llegar a 60 incluidos bonus por disputar partidos y ganar títulos. La junta directiva de Joan Laporta, asfixiada por la palanca fantasma de Barça Vision y los problemas de límite salarial derivados de una operación ruinosa, solo pudo inscribir a su gran fichaje estrella hasta el 31 de diciembre gracias a la lesión de Andreas Christensen. Así, Dani Olmo debutó en la tercera jornada.
El agente del futbolista, sabedor de las tensiones financieras de la entidad catalana, optó por proteger a Dani Olmo e incluir una adenda en el contrato en forma de cláusula liberatoria que permitiese salir a Dani Olmo en caso de no alcanzar su inscripción el 31 de diciembre. A pesar del acuerdo con Nike, el Barça fue incapaz de aumentar a tiempo el margen salarial que marcó el control económico de la patronal tras no conseguir los suficientes ingresos y socios inversores.
El privilegio del Gobierno al Barça
La consecución de la venta de los palcos VIP del Camp Nou por 30 años y 100 millones de euros no se registró en el plazo marcado, ya que la patronal exigió mayores garantías de pago al Barça y el club eximió "causa de fuerza mayor" porque los bancos estaban cerrados y no pudieron obtener los comprobantes de pago necesarios.
De hecho, el dinero no llegaría hasta varios días después, vulnerando así la normativa, y consiguiendo alcanzar la regla 1/1 del reglamento económico de la patronal. Por tanto, y tal y como había acordado el club con los futbolistas, la patronal y la RFEF, las licencias federativas de Dani Olmo y Pau Víctor se cancelaron y quedaron desinscritos. Es aquí donde el club dirigido por Joan Laporta, ya sin opciones, buscó la vía política y encontró el indulto del Gobierno de Pedro Sánchez a través del CSD que dirige José Manuel Rodríguez Uribes.
Por la mañana, la ministra de Educación Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, explicó en Las Mañanas de RNE que los servicios jurídicos del Consejo Superior de Deportes (CSD) estaban trabajando en el caso de Dani Olmo y Pau Víctor y que no podía dar un plazo sobre la resolución que tomará este organismo.
La ministra defendió "que se trata de un caso complejo" y que habían "pedido alegaciones a La Liga y la Federación para contrastarlas con la documentación presentada por el Barça". Por la tarde, el CSD anunció una decisión que ya estaba tomada y filtrada desde el mismo día en que el Barça envió su solicitud de medidas cautelares. Y es que el martes, Cadena SER adelantó que el CSD concedería las cautelares al club azulgrana para inscribir a ambos futbolistas.
Tensiones políticas en los despachos
La resolución provisional del CSD enfadó a los clubes y al presidente de LaLiga, dibujando dos bandos claros que enfrentan al presidente de LaLiga, Javier Tebas, al presidente de la RFEF, Rafael Louzán, y al resto de equipos que conforman la liga española frente al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, el presidente del Barça, Joan Laporta, y el Gobierno de Pedro Sánchez.
Por su parte, el portavoz del Partido Popular, Borja Sémper, describió así la resolución del CSD: "Esta decisión del Gobierno, contra la norma y contra el criterio de la Federación y La Liga, es un trato de favor a un club y adultera la competición. Dudo mucho que esta amnistía se hubiera concedido a un club más pequeño". En esta línea, Javier Tebas afirmó que "la rapidez inusual que no dio lugar a vista ni a LaLiga ni a la RFEF". Es decir, que el CSD no actuó como Pilar Alegría había anunciado.
Esta decisión del gobierno, contra la norma y contra el criterio de la Federación y La Liga, es un trato de favor a un club y adultera la competición.
— Borja Sémper (@bsemper) January 8, 2025
Dudo mucho que esta amnistía se hubiera concedido a un club más pequeño.https://t.co/URCtFWfVgO
Después del portazo de LaLiga y la RFEF, el Barça ya había activado, a través de filtraciones interesadas, la maquinaria mediática para presentarse como una víctima del sistema y vestir de anticatalanismo el cumplimiento de la normativa económica. Como ya sucediera cuando Joan Laporta trató de justificar sin éxito el escándalo de los pagos por más de 7 millones de euros al vicepresidente de los árbitros, Enriquez Negreira, durante 17 años.
Los ataques contra "el ejército desarmado de Cataluña"
Una tesis, la de fundir Barça y Cataluña hasta tratar de ser indivisible, que Manuel Vázquez Montalbán ya había plasmado en negro sobre blanco hacía años: "El Barça actúa como médium que establece contacto con la propia historia del pueblo catalán". Más tarde, Montalbán dejaría por escrito aquello de "el Barça es el ejército simbólico y desarmado de Cataluña".
El exvicepresidente del Barça en la primera etapa de Joan Laporta, Alfons Godall, afirmó en su cuenta de X que "Tebas, más allá de ser un fascista catalanófobo y madridista, es un trepa y malo. Pero si no estuviera él, estaría otro como él al frente del fútbol español". En la misma línea, Godall publicó "la presión brutal que Tebas y el conjunto de las instituciones españolas están ejerciendo sobre el Barça está hecha con mala fe y hacen que el Barça haya de gestionar sus activos y negociar los grandes contratos del futuro en peores condiciones".
Més enllà de ser un feixista catalanòfob i madridista fins el moll de l’os, aquest individu és un trepa i dolent de mena.
— Alfons Godall II*II (@alfons_godall) January 1, 2025
Però si no hi és ell, hi serà un altre com ell al capdavant del futbol Ñ. pic.twitter.com/fbV5POXCPO
La pressió brutal que Tebas i el conjunt de les institucions espanyoles del futbol estan exercint sobre el @FCBarcelona_cat està feta amb tota la mala fe. Fan que el Barça hagi de gestionar els seus actius i de negociar els grans contractes de futur en pitjors condicions.
— Alfons Godall II*II (@alfons_godall) December 29, 2024
Adéu Ñ!
Por su parte, Josep Bobé, miembro de la Comisión de Historia del Barça, compartía un artículo titulado La vida difícil del Barça donde se afirmaba "una cosa son las reglas y las leyes y otra cómo las utilizan y las interpretan desde el poder centralista español, ya sea judicial, político o deportivo".
Cal llegir l’article. https://t.co/UaEGebvN2P
— Josep Bobé (@josepbobe) January 5, 2025
Por último, aunque hay decenas de ejemplos, el miembro de la Comisión Social del Barça, Xavier Galí, reposteó un tweet donde se aseguraba "no soy del Barça y no me importa el fútbol, pero la campaña española, anti-Barça y anti-Laporta para hundirlos es de libro. Sorprende que los mismos aficionados del Barça no vean esto y se tiren mierda encima de su propio tejado".
A la puta merda tot el madridisme sociològic i total la colla de losers que ens envolta. Força Barça! ✊🏼 pic.twitter.com/VezRj1onIF
— Che ①④ (@che14_) January 8, 2025
Mientras el Barça de Laporta y su entorno culpan al "madridismo sociológico" de todos sus males y señalan el anticatalanismo de las instituciones españolas, el Real Madrid se pone de perfil con el caso Dani Olmo y Pau Víctor y el CSD, un órgano gubernamental, autoriza la inscripción provisional de sus dos futbolistas para "evitar el perjuicio económico del club y de los futbolistas".
El rescate político del Gobierno de Pedro Sánchez al Barça, a través del Consejo Superior de Deportes, desautorizó a las instituciones que rigen el fútbol español y a la justicia ordinaria. El Barça, que ya se había llevado dos mazazos judiciales con la denegación de la cautelar para Dani Olmo y Pau Víctor a través del Juzgado de lo Mercantil número 10 y del juzgado de Primera Instancia número 47 de Barcelona, gastó la penúltima bala con el CSD en una clara "decisión política", como afirmó el presidente del Athletic Club, Jon Uriarte, para deslegitimar las competencias del control económico de LaLiga y de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
- El corte de mangas de Laporta tras conocer la cautelar a Dani Olmo y Pau Víctor Andrés Tomás
- El corte de mangas de Laporta lo es también del Gobierno de Sánchez a todo el fútbol español Kike Marín
- El Athletic dispara contra el Barça por la cautelar del CSD: "Es alucinante y una situación esperpéntica" Andrés Tomás