Es noticia
Los reproches en el Real Madrid a Vinícius por mandar a Segunda con gestos a los rivales
  1. Deportes
  2. Fútbol
traspasa la línea de la deportividad

Los reproches en el Real Madrid a Vinícius por mandar a Segunda con gestos a los rivales

Vínicius mejora como futbolista, pero a la vez empeora su comportamiento en el campo con reacciones coléricas que perjudican a su equipo y gestos irrespetuosos que no comparten sus compañeros

Foto: Vinícius hace un gesto en el partido contra el Valencia en Mestalla. (Reuters/Pablo Morano)
Vinícius hace un gesto en el partido contra el Valencia en Mestalla. (Reuters/Pablo Morano)

Vinícius se ha librado de una sanción que no le impide jugar la Supercopa de España y los octavos de final de la Copa del Rey. Los dos partidos que se perderá en la Liga (Las Palmas y Valladolid), si no prosperan las alegaciones del club, no hacen daño al equipo. Lo importante para el Real Madrid y para Vinícius era que el brasileño estuviera en la Supercopa de España y que el Comité de Competición no calificara el incidente con Dimitrievski como una agresión.

Es una victoria, principalmente, para Vinícius y la celebró nada más aterrizar en Yeda. Pero no es tanto un motivo de alegría en el Real Madrid, porque todavía queda mucho por hacer para corregir las reacciones vehementes del brasileño. El trabajo del club, en especial de Ancelotti y los compañeros, no da sus frutos. Vinícius se calentó en su reacción con el portero del Valencia, pero sobre todo estuvo a punto de meterse en un buen lío si Rüdiger y Llopis, el preparador de porteros, no le sujetan y le meten en el túnel de vestuarios tras la tarjeta roja mostrada por Soto Grado.

El lavado de imagen que hace el Real Madrid con Vinícius no es nada sencillo y en sus alegaciones se le cae el argumento de que el brasileño sufrió cánticos racistas en Mestalla. El informe de la Liga presentado a Competición no hace referencia a ninguno y solo se ciñe a cánticos ofensivos. No hubo racismo en Valencia con Vinícius y, si hubiera sucedido, el protocolo habría actuado.

Vinícius y el Real Madrid pueden alegar que recibieron insultos en diferentes momentos y hay una posible provocación de Dimitrieveski. Pero la secuencia de los gestos del brasileño, con los dos dedos mandando a Segunda a los valencianistas, como ya hizo en Vallecas, no tiene defensa. Más preocupante es su comportamiento colérico, que no tuvo consecuencias graves por la intervención de Rüdiger y Llopis.

En el Real Madrid la victoria sería que Vinícius fuera capaz de cumplir la palabra que dio hace un año. Compareció ante los medios, tras la Supercopa de España ganada al Barcelona con un brillante partido en el que marcó tres goles, para mostrar arrepentimiento por su conducta. Prometió ser una persona mejor, no hablar demasiado en el campo ni hacer regates que no tocaban, además de ser un ejemplo para los niños. Dijo también que no era un santo, pero se justificó con un "todos quieren pelear conmigo".

Un carácter con doble filo

El Real Madrid, desde Florentino a Ancelotti, hacen un esfuerzo tremendo por lavar la imagen de Vinícius, de situarlo como una víctima de las provocaciones y los insultos racistas. "Es difícil ser Vinícius si me meto en su piel. No es tan sencillo, pero intenta mejorar", comentó el entrenador italiano para dar la cara por su jugador tras dejar al equipo en inferioridad numérica en Mestalla. La remontada con diez tapó el enfado de Ancelotti por el comportamiento del brasileño.

Foto: Dani Olmo frente a Modric en el Clásico del Bernabéu. (EFE Juanjo Martín)

El temperamento de Vinícius tiene un doble filo. Es positivo para rescatar al Real Madrid en partidos competidos, de máxima dificultad, y es por lo que el entrenador recuerda que ha sido clave para darle dos Champions. Ha mejorado como futbolista, pero, a la vez, ha ido a peor en sus rifirrafes con los rivales, aficionados y árbitros. Entre sus compañeros sí se hace autocrítica, de puertas para adentro, sobre el carácter impulsivo que repercute negativamente en el equipo.

Ni a Ancelotti ni en el vestuario del Real Madrid les gusta que Vinícius haga el gesto de mandar a Segunda. Es traspasar la línea de la deportividad y el respeto, además de echarle más gasolina a los ambientes hostiles que tiene el equipo y, en especial, el brasileño. Lo ha hecho en dos ocasiones en un breve espacio de tiempo (Rayo Vallecano y Valencia) y esto no está entre los valores de deportividad y señorío del Real Madrid.

En el Real Madrid quieren pasar página con el revuelo que levanta cada episodio en el que Vinícius se ve implicado en polémicas. La estrategia es tapar sus equivocaciones e imponer el relato de que es una víctima de las provocaciones y los ambientes tensos que buscan sacarle del partido. En ocasiones hay hechos irrefutables que dan la razón al club y al jugador, pero no siempre es así y hace más difícil la defensa del brasileño, al que se le pide que se centre en el juego sin perder su esencia salvaje que le ha llevado a ser un futbolista diferencial.

Vinícius se ha librado de una sanción que no le impide jugar la Supercopa de España y los octavos de final de la Copa del Rey. Los dos partidos que se perderá en la Liga (Las Palmas y Valladolid), si no prosperan las alegaciones del club, no hacen daño al equipo. Lo importante para el Real Madrid y para Vinícius era que el brasileño estuviera en la Supercopa de España y que el Comité de Competición no calificara el incidente con Dimitrievski como una agresión.

Real Madrid
El redactor recomienda