El corte de mangas de Laporta lo es también del Gobierno de Sánchez a todo el fútbol español
El impresentable comportamiento del presidente del FC Barcelona al conocer que el CSD le concedía medidas cautelares en el caso Olmo retrata una decisión claramente política
A poco más de una hora para el comienzo de la primera semifinal de la Supercopa de España, se confirmó lo que el Gobierno filtró un día antes y con nocturnidad a sus medios de cabecera: el Consejo Superior de Deportes (CSD) concedía al FC Barcelona la medida cautelar urgente solicitada para poder inscribir a sus jugadores Dani Olmo y Pau Víctor. En principio, ambos podrán jugar este domingo la final de la competición que un año más —o uno menos, según se mire— se disputa en Arabia Saudí.
De este modo, "una decisión tomada por un órgano político", como bien dijo Jon Uriarte, presidente del Athletic de Bilbao, rival de los azulgranas en Yeda, desautorizaba tanto a LaLiga como a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Paradójicamente, ahora que ambas están en sintonía y coincidían en que el FC Barcelona no había cumplido las normas. Del llamado Control Económico, en el caso de la primera, y del Reglamento General, en el de la segunda.
Es verdad que el CSD no ha anulado sus decisiones, sino que las ha suspendido de manera provisional. Es decir, que su presidente, José Manuel Rodríguez Uribes, se lavó las manos, aunque, posiblemente, y al igual que sus cuatro antecesores y antecesoras, se limitara a cumplir una consigna del Gobierno. Un mando que, nunca está de más recordar, protegió a Rubiales y ahora ni siquiera se ha dignado a responder a las cartas del nuevo presidente de la RFEF, Rafael Louzán.
“He visto ya alguna información que lo daba por cerrado, pero la verdad es que a estas horas seguimos todavía estudiando esa petición que nos llegó a través del FC Barcelona”, había comentado unas horas antes la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, en una entrevista en Radio Nacional de España. Una vez más, sin saber muy bien de lo que hablaba, pero ciñéndose al guion de lo que se antojaba que iba a ser una farsa.
Justificar una decisión tomada de antemano
Ya saben, intentar justificar jurídicamente una decisión tomada de antemano. De ahí argumentos tan peregrinos como que la Comisión de Seguimiento del Convenio de Coordinación RFEF-LaLiga no tiene competencias para conceder o no el visado previo, ni la licencia definitiva de los jugadores de fútbol profesional. De ahí la posible nulidad de su acuerdo, cuando ambas instituciones tomaron previamente sus respectivas decisiones, para posteriormente limitarse a ponerlas en común en, eso sí, una absurda e innecesaria exhibición del poder de Tebas.
Siguiendo con esta broma de mal gusto, desde el CSD sostienen que "los deportistas profesionales tienen derecho a una carrera deportiva conforme a sus potencialidades y con todas las garantías y certidumbre". Algo que, en todo caso, ha sido su club quien ha puesto en riesgo. Por no hablar de cuando esgrimen que "en estos momentos, el FC Barcelona y sus jugadores están inmersos en la Supercopa de España, de visibilidad y repercusión mundial y en el que solo participan los equipos que han tenido mejor rendimiento en las competiciones nacionales en el curso anterior". ¿De verdad no se les ocurrió nada mejor?
Si se analizan sus argumentos, lejos de justificar la decisión tomada, lo que hace el CSD es justificarse por haberla tomado
Por último, y en otra evidencia de que el objetivo era ayudar al Barcelona, el CSD considera que "la no adopción de esta medida cautelar causaría un perjuicio económico y deportivo grave para el club y, sobre todo, para los futbolistas. Esto podría dañar también los intereses de la selección española, así como del resto de las competiciones nacionales, incluida LaLiga". Es decir, argumentos que, lejos de justificar la decisión tomada, lo que hacen es justificarse por haberla tomado.
Eso sí, para no pillarse los dedos y evidenciar que solo se trata de ganar tiempo, se "subraya que este pronunciamiento no supone prejuzgar las cuestiones de fondo planteadas en el recurso". Ahora se abre un periodo de tres meses, en los que no solo Dani Olmo y Pau Víctor podrán seguir jugando con el Barça, sino que, entre pitos y flautas, el proceso se puede alargar de tal manera que, para cuando el CSD juzgue el fondo del recurso, la temporada ya estará terminando.
La RFEF debería expedientar al presidente del Barça
Quizás, con la mencionada filtración se pretendía que cuando la noticia se hiciera oficial, la indignación fuera menor. Sin embargo, esta fue directamente proporcional a la alegría que se llevó Joan Laporta. El presidente del Barça, que en ese momento estaba llegando al estadio de Yeda, la celebró con un corte de mangas, al que siguió un bochornoso comportamiento en el palco, donde se le vio dar patadas a los sillones, mientras gritaba '¡hijos de puta, hijos de puta!'. Efectivamente, al más puro estilo Rubiales en la final del Mundial femenino.
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— Esport3 (@esport3) January 8, 2025
🔥 Laporta i Masip, EUFÒRICS per la concessió del CSD de la cautelar per a Dani Olmo i Pau Víctor#GolaGolE3
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Cabe recordar que, según el Artículo 94 del Código Disciplinario de la RFEF, "los actos notorios y públicos que atenten a la dignidad o decoro deportivos serán sancionados como infracción grave y se impondrá la sanción (...) multa de 602 a 3.006 euros, inhabilitación o suspensión por tiempo de un mes a dos años". Es decir, que la RFEF ya está tardando en expedientar al presidente del FC Barcelona, cuyo corte de mangas es también el del Gobierno de Sánchez a todo el fútbol español.
"Llevamos ocho días del nuevo año y estamos viendo lo que es esto. Es alucinante. Vivimos situaciones de este tipo que son esperpénticas. No es bueno vivir situaciones así para el fútbol español", lamentó el bilbaíno Uriarte sobre esta decisión claramente política para indultar al FC Barcelona y a sus futbolistas Olmo y Víctor.
A poco más de una hora para el comienzo de la primera semifinal de la Supercopa de España, se confirmó lo que el Gobierno filtró un día antes y con nocturnidad a sus medios de cabecera: el Consejo Superior de Deportes (CSD) concedía al FC Barcelona la medida cautelar urgente solicitada para poder inscribir a sus jugadores Dani Olmo y Pau Víctor. En principio, ambos podrán jugar este domingo la final de la competición que un año más —o uno menos, según se mire— se disputa en Arabia Saudí.