"Es muy difícil que la causa de fuerza mayor justifique la mala gestión del Barça con Dani Olmo"
El Barça acude al CSD en busca de una cautelar que le permita inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor. Los jugadores se impacientan después de que Liga y RFEF le denegaran nuevas licencias
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Lo que al principio era un circo se ha convertido ahora en un culebrón. El Barça sigue sin poder inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor cinco días más tarde de que se terminara el plazo para aumentar sus ingresos económicos y, por tanto, su margen salarial. Después de pagar 50 millones de euros por el mediapunta español e inscribirlo solo por la lesión de Andreas Christensen, el Barça no logró inscribir a su fichaje estrella y este, que cuenta con una cláusula liberatoria en su contrato, empieza a torcer el gesto por no ser inscrito y estar disponible para jugar.
Tanto LaLiga como la RFEF, con el resto de clubes muy pendientes del cumplimiento de las normas, le volvieron a comunicar al Barça que el plazo para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor a partir del 1 de enero caducó el 31 de diciembre a las 23:59. La nota inicial de la patronal fue muy clara y no alberga dudas: "El FC Barcelona no ha presentado ninguna alternativa que, atendiendo al cumplimiento de la normativa de control económico de la LaLiga, le permita inscribir ningún jugador a partir del 2 de enero".
El club culé consiguió los 120 millones de Dubai y Qatar el viernes, lo que le devuelve a la regla 1/1 del control económico de LaLiga para moverse con normalidad en el mercado de fichajes. Eso sí, ambos jugadores no pueden renovar sus licencias porque la causa de que caducasen no es de fuerza mayor. Con estas cartas sobre la mesa y Joan Laporta con la cabeza escondida en la tierra como si de un avestruz se tratara, Dani Olmo y Pau Víctor se quedaron fuera del partido de Copa, mientras el club estudia sus alternativas administrativas y legales.
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El Barça acudirá al CSD en busca de un milagro
Por ello, el Barça acudirá al Consejo Superior de Deportes (CSD) con una nueva solicitud de medidas cautelares. Los argumentos del Barça se basan en el incumplimiento de la norma de inscripción, que consideran no aplicable en los dos casos porque han existido causas de fuerza mayor. Según explicó Mundo Deportivo, el club entiende que, pese a tener toda la operación de venta de los asientos VIP confirmada y habiendo ya depositado el comprador los 120 millones de euros, la operativa necesaria para obtener los avales de cobro no pudo realizarse por coincidir con Fin de Año.
Frente a la interpretación literal de los artículos 130.2 y 141.5 del Reglamento General de la RFEF, que impiden que un jugador cuya licencia se cancele pueda, en el transcurso de la misma temporada, obtener licencia en el mismo equipo del club al que ya estuviera vinculado, el Barça persigue ahora una victoria en los despachos o los tribunales que pueda darle la vuelta a la situación.
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"Las opciones de ganar ahora nunca se saben. Cuando vas a la vía judicial o administrativa, en este caso la administrativa porque el CSD es un organismo adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte, estamos ya en el ámbito de la pata deportiva del Gobierno. Eso significa que estás a expensas de que un tercero decida. Entonces puede ser que no te den la razón, porque el Barça ha tenido tiempo para solucionarlo él solo, pero se esperó hasta el último momento y ahora depende de un tercero", cuenta el abogado especializado en derecho deportivo y socio fundador de Darlegal, Cristian Zarroca.
Vía administrativa y vía judicial, en el horizonte
"La vía administrativa se ha abierto ahora porque te cancelaron la administración de la licencia. Por lo tanto, al volver a pedirla a la RFEF y ser denegada, vas contra esa denegación. Ahora el CSD va a tener que resolverlo por fundamentos jurídicos, pero lo hace un organismo político y esto cambia el asunto. También que el Barça está ahora en la regla 1/1 del control económico", añade el letrado.
El argumento del Barça es una causa de fuerza mayor. ¿Cuáles son sus opciones de prosperar? "Lo que sucede es que la fuerza mayor está definida como un suceso imprevisto o que, pudiéndolo prever, no lo puedas evitar. El Barça sabía la fecha límite y gestionó mal la situación. Es muy difícil que prospere esta razón por la cual no llegó a tiempo la transferencia, porque el Barça decidió hacerlo a última hora", señala Zarroca.
"El Barça ahora no le queda otra que intentarlo y tratar de explotar cualquier argumento jurídico. El club entiendo que discutirá cómo acabó el año y los documentos que tenía para ver si por ese motivo se puede cancelar la licencia, ya que normalmente es por traspaso, baja, porque no puede seguir jugando o no puede jugar en esa categoría. También hay un caso que es cuando un organismo competente así lo decide, pero no es habitual", remarca el abogado.
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¿Qué sucedería si el Barça no obtiene la razón en el CSD? "En este caso, el club podría ir a la jurisdicción contencioso-administrativa y volver de nuevo a la justicia ordinaria, al mercantil o civil e intentarlo con el nuevo argumento de que ya están en la regla 1/1 del control económico de LaLiga", apunta el experto en derecho deportivo.
"Esta vez el Barça lo plantearía distinto, ya que la suerte que tiene es que el club sabe ahora en qué se basó el juez para denegarle la cautelar, donde decía que lo hacía sustituyendo a unos lesionados porque estaba excedido. Ahora podrían decir que ya no lo están y que puede demostrar antes de que acabara el plazo, por lo que intentaría que le permitieran inscribir a los dos jugadores y pedir de nuevo la cautelar", dice Zarroca.
Eso sí, el abogado también recuerda que "el resto de los clubes podrían recurrir esa decisión a través de LaLiga como asociación de clubes. Cualquier afectado podría recurrir una decisión que le perjudica por interés directo en el asunto", remata Zarroca.
Lo que al principio era un circo se ha convertido ahora en un culebrón. El Barça sigue sin poder inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor cinco días más tarde de que se terminara el plazo para aumentar sus ingresos económicos y, por tanto, su margen salarial. Después de pagar 50 millones de euros por el mediapunta español e inscribirlo solo por la lesión de Andreas Christensen, el Barça no logró inscribir a su fichaje estrella y este, que cuenta con una cláusula liberatoria en su contrato, empieza a torcer el gesto por no ser inscrito y estar disponible para jugar.