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El Real Madrid empieza el año con remontada y agresión de Vinícius ante un brillante Valencia (1-2)
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el brasileño golpeó a dimitrievski

El Real Madrid empieza el año con remontada y agresión de Vinícius ante un brillante Valencia (1-2)

El Real Madrid gana en Mestalla tras ir perdiendo con un gol de Hugo Duro. Remontó después de la expulsión por agresión de Vinícius con los goles de Modric y Bellingham

Foto: Vinícius golpea a Dimitrievski. (Reuter/Pablo Morano)
Vinícius golpea a Dimitrievski. (Reuter/Pablo Morano)

En el descuento y con diez. El Real Madrid empieza el año con remontada ante un Valencia brillante. Tiró la primera parte, Bellingham falló un penalti, a Mbappé le anularon un gol y Vinícius acabó expulsado por soltar las manos a Dimitrievski. Recuperó el pulso con el gol de Modric, ya con diez en el campo, y ganó con un gol de Bellingham en el minuto 96. El juego deja dudas y la derrota es cruel para un buen Valencia.

El recién llegado Carlos Corberán insufló alma a sus jugadores y al Madrid le sobra épica. El Valencia tiene buena pinta si sigue con este guion. Hizo una excelente primera parte y un ejercicio de resistencia para ser competitivo en la segunda. El Madrid sigue raro. Le faltó actitud en el primer periodo, además de fútbol, y más claridad y fluidez en el juego. Tampoco dio el nivel en defensa. Pero sacó el carácter, lo rescató Modric y lo salvó Bellingham. El inglés, sin hacer un partido completo, volvió a ver portería y al Valencia se le hizo largo el partido. Tuvo el empate en un balón al poste de Luis Rioja en el minuto 100.

En la primera parte dio la sensación de que el entrenador recién llegado era Ancelotti y que Carlos Corberán lleva meses trabajando en el Valencia. El sucesor de Rubén Baraja, en poco tiempo, ha dado las herramientas en lo táctico y lo mental para la reconstrucción de un equipo con problemas en lo deportivo y en lo institucional. Fuera de Mestalla hubo concentración contra Peter Lim y cargas policiales. No quitó el foco a lo deportivo. El Valencia entró al campo con pólvora, ganas y el cuchillo entre los dientes. Se juega mucho y mostró una versión descarada, de equipo unido y mucho sacrificio.

El Valencia se adelantó cerca de la media hora en una primera parte completa. Fue un equipo irreconocible por todo lo bueno que hizo. Salió más enchufado que el Real Madrid, con un fútbol atrevido para irse al ataque, con personalidad para tener el balón y moverlo con circulaciones rápidas, acciones directas y un repliegue defensivo que cerró los espacios a los atacantes del Madrid.

Pegó primero el Valencia con el gol de Hugo Duro en un remate solo y a puerta vacía tras un rechace de Courtois a disparo de Javi Guerra. Lucas Vázquez no llegó a tapar a Hugo Duro. Fue una jugada rápida, como todo lo que hizo el Valencia en un inicio de partido agresivo y valiente. Pero también una jugada de la que el Real Madrid se queja por una falta de Yarek a Rodrygo en el inicio de la acción.

El gol premiaba al que mejor hizo las cosas en el campo, con y sin balón. Courtois había realizado tres paradas a remates de Hugo Duro, Almeida y Foulquier. El Valencia generaba más peligro, tenía más claridad, finalizaba mejor las ocasiones y plantaba cara a un inofensivo Real Madrid. Lo más peligroso de los de naranja (así vistió el Madrid) fue un disparo potente y centrado de Fede Valverde que desvió Dimitrievski. Ni Vinícius, con un marcaje estrecho de Tárrega, ni Mbappé ni Rodrygo eran capaces de penetrar por el ordenado e intenso bloque que montó Carlos Corberán.

El Valencia jugó con más espíritu, solidaridad y rebeldía que un Real Madrid espeso y sin amenaza. Solo los disparos de Fede Valverde y las arrancadas de Vinícius ponían en aprietos. Nada de Bellingham, pasivo y desenchufado. Tras el gol de Hugo Duro, el Valencia cerró líneas, se hizo más compacto y, con la misma energía y compromiso colectivo, anuló a los de Ancelotti. El partido se fue al descanso con una versión impecable del equipo valencianista y un mano a mano de Vinícius con Dimitrievski que ganó el portero.

Modric, revulsivo

El propósito del Valencia en la segunda parte fue hacerle un partido incómodo al Real Madrid. Foulquier era una lapa para Bellingham. Bien estudiado por Corberán. No dejar correr al inglés, trabarle, era parte de la táctica para desconectar la reacción de los de Ancelotti. El Madrid tenía problemas para dar continuidad al juego, pero le puso una mejor actitud.

El Real Madrid encontró la solución en una recuperación del balón, con la presión de Vinícius, para Mbappé. El francés arrancó la moto, pugnó con Tárrega y fue derribado. El árbitro, Soto Grado, pitó penalti. Mbappé quedó tendido en el suelo, dolorido. El balón lo cogió Bellingham. Ni Vinícius ni Mbappé. Le tocaba al inglés tras los fallos del francés en Liverpool y Bilbao. Bellingham estrelló el balón en el poste. Lo tiró raro. Lo del Madrid con los penaltis es un caso extraño y preocupante. Está negado desde el punto fatídico.

placeholder Los jugadores del Real Madrid celebran el gol de Bellingham. (Reuter/Pablo Morano)
Los jugadores del Real Madrid celebran el gol de Bellingham. (Reuter/Pablo Morano)

El Madrid no desesperó y apareció la mejor combinación: Vinícius para Bellingham y el inglés para Mbappé. Una acción fulminante que acabó en gol del francés, pero que fue anulada por fuera de juego tras ser revisada por el VAR. La rodilla del galo estaba adelantada por milímetros, según la máquina del semiautomático. El Real Madrid no acertaba. Estaba más eléctrico, incisivo y ya hacía daño. Se enchufó, mejoró y el Valencia empezó a sufrir. Siguió acumulando ocasiones. Otra en un remate de cabeza alto de Rodrygo. Ancelotti quitó al brasileño y a Mendy, a falta de veinte minutos, para meter más energía con Brahim Díaz y Camavinga.

El partido se jugaba en el campo del Valencia, sólido como un bloque, trabajador en el achique de balones y con una extraordinaria resistencia para conservar un buen botín. En el fragor se produjo la expulsión de Vinícius por soltar las manos al cuello de Dimitrievski. El árbitro fue al monitor a revisar la acción, sin balón, y expulsó al brasileño. Un error de Vinícius, reprochable por su falta de autocontrol. Pese a la intensidad del toque o el empujón, se metió en el lío solo y le costó no acabar el partido. En el acta arbitral se recoge que "golpeó a un adversario en la cabeza de manera deliberada".

Modric salió por Ceballos en el minuto 80 y aprovechó su oportunidad. El croata, el veterano, hizo el empate en un mano a mano con el portero con cinco minutos en el campo. Consiguió el empate, encendió la mecha de la remontada y Bellingham salvó el petardazo en el minuto 95. El Madrid cogió el liderato provisional.

En el descuento y con diez. El Real Madrid empieza el año con remontada ante un Valencia brillante. Tiró la primera parte, Bellingham falló un penalti, a Mbappé le anularon un gol y Vinícius acabó expulsado por soltar las manos a Dimitrievski. Recuperó el pulso con el gol de Modric, ya con diez en el campo, y ganó con un gol de Bellingham en el minuto 96. El juego deja dudas y la derrota es cruel para un buen Valencia.

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