El pavor de Ancelotti a las rotaciones choca con el enorme valor de los suplentes del Madrid
Los suplentes del Real Madrid, jóvenes y veteranos, tienen calidad y nivel para jugar más minutos. A Ancelotti le cuesta hacer los cambios y sorprende que diga que la plantilla es corta
A Ancelotti le cuesta rotar, mover el banquillo y se pone de mal humor cuando es cuestionado por este asunto. No es menor. Esta temporada solo ha gastado los cinco cambios en siete partidos de los 23 disputados. En Bérgamo hizo jugar todo el partido a Vinícius recién salido de una lesión. Lo alucinante es el argumento que esgrime: "No siempre es positivo meter a los jóvenes cuando el equipo no está bien". Los suplentes, jóvenes y veteranos, tienen un enorme valor. No solo por el coste fijo que pagó el club, que supera los 150 millones de euros entre Ceballos, Brahim Díaz, Fran García, Arda Güler y Endrick. Son competitivos y tienen nivel y talento.
La infrautilizada segunda unidad del Real Madrid funciona, pese a los reiterados tropiezos de Ancelotti de manifestar que la plantilla es corta y no es fácil rotar. Los suplentes rindieron y rescataron al equipo en Bérgamo. Respondieron en la importante victoria contra el Atalanta, sufrida, pero merecida, según palabras de Ancelotti. Participaron hasta siete jugadores que no son fijos. En el once estuvieron Lucas Vázquez, Fran García, Ceballos y Brahim Díaz. En la segunda parte salieron Modric, Arda Güler y Raúl Asencio. Un triunfo que reafirma a los menos habituales, aunque los tres goles fueran para los intocables: Mbappé, Vinícius y Bellingham.
El Real Madrid tiene fondo de armario, pero Ancelotti repite lo de la plantilla corta, el castigo de un calendario que es un maratón y la enorme cantidad de lesiones. "Cuando tienes una plantilla de 14 o 15 jugadores es difícil rotar", asegura. Su error es no verlos más necesarios. Son fundamentales para dar descansos a los titulares, evitar el desgaste y tener a todos con ritmo de competición.
Ancelotti no tiene la mentalidad de Hansi Flick en la gestión de las rotaciones. Está condicionado por el marcador, algo que el alemán lo tiene más claro. En los dos últimos partidos del Barcelona (Betis y Borussia Dortmund) sacó del campo a Rapinha y Lewandowski, sin el partido resuelto, para ahorrar esfuerzos a dos intocables y meterle frescura al equipo. El delantero polaco ha sido cambiado en 12 de los 22 partidos. Ferran Torres, su recambio, responde con goles.
🗣️ Carlo Ancelotti: "Ahora me habláis de que Endrick no le doy minutos, ha jugado poco y bla bla bla y bla bla bla, pero tiene que adaptarse y tiene que mejorar."
— REAL MADRID FANS 🤍 (@AdriRM33) December 13, 2024
JAJAJAJAJAJA 🤣🤣👏🏻 pic.twitter.com/FTzTZDM4LI
Hansi Flick dosifica los esfuerzos, tiene una mirada más a largo plazo que la de Ancelotti, al que se le han lesionado Vinícius y Mbappé por no administrar mejor sus minutos. El brasileño jugó en Leganés todo el partido, con el marcador resuelto, después de venir de competir con su Selección. Con Vinícius sí que hay dependencia. Mbappé se ha exprimido en los últimos cinco partidos, desde Liverpool a la Atalanta, con minutos innecesarios. Podía haber economizado energías contra el Getafe y Girona en las segundas parte. Recambio tiene y se llama Endrick, con el que los aficionados y también el club se impacientan por verle en el banquillo y calentar en la banda.
Gestión cortoplacista
La gestión cortoplacista de Ancelotti tiene estas cosas. Los suplentes no juegan hasta que el partido esté asegurado o no haya más remedio por las lesiones. Por este motivo se entiende su desahogo cuando, tras ganar a la Atalanta, soltó que "era una victoria muy importante porque nos permite llegar vivos a Navidad".
El coste para mantenerse con opciones en todas las competiciones supera la veintena de lesiones en los 23 partidos disputados de la temporada. Con Mbappé, el fichaje estrella, cogido entre alfileres. Vinícius forzando en Bérgamo y mostrando claros síntomas de cansancio. Hasta Fede Valverde, infatigable y sacrificado, reconoce que su fallo en San Mamés pudo ser producto del agotamiento. Fatiga mental y física porque el uruguayo, al igual que Rüdiger, no descansan. El central alemán acabó el partido contra la Atalanta con calambres en las piernas.
Ancelotti no abandona su plan y está convencido de que el equipo irá a más en la segunda parte de la temporada. Según vaya recuperando efectivos. En el periodo de crisis de resultados y juego, en los que no encontró el orden y la fluidez del juego, los que han sumado son los de la segunda unidad.
El Real Madrid necesitaba frescura, energía y calidad y se la han dado Fran García en el lateral izquierdo, Ceballos en el mediocentro, Arda Güler de interior y Brahim Díaz de delantero. Contribuye la aportación de Raúl Asencio con un rendimiento inmediato y mostrando que puede ser útil, pese a que el técnico prefiere antes a Tchouaméni de central.
Luego está Modric. El croata se adapta a todo. A salir de inicio o en la última media hora y dar pases ganadores a Vinícius, en Vigo, y a Mbappé, en Girona, que desequilibran partidos. Con Modric, además, existe una seguridad: no se lesiona. Es la importancia de la segunda unidad que la temporada pasada fue clave para ganar la Liga y la Champions.
El Real Madrid, por último, no tiene dependencia de Mbappé, de momento. Con lo que su lesión no supone un drama. El francés sufre un pinchazo en el muslo izquierdo, la misma zona por segunda vez en la temporada y, pese a sus registros (12 goles y 2 asistencias en 22 partidos), el equipo sale adelante con sus altibajos y la segunda unidad. Se esperaba que la estrella estuviera más fino, efectivo y determinante y este nuevo contratiempo mantiene en vilo cómo será su rendimiento en la Copa Intercontinental. Viaja a Qatar y hay que ver si al final la juega. Pierde más Mbappé si no participa que el Real Madrid.
A Ancelotti le cuesta rotar, mover el banquillo y se pone de mal humor cuando es cuestionado por este asunto. No es menor. Esta temporada solo ha gastado los cinco cambios en siete partidos de los 23 disputados. En Bérgamo hizo jugar todo el partido a Vinícius recién salido de una lesión. Lo alucinante es el argumento que esgrime: "No siempre es positivo meter a los jóvenes cuando el equipo no está bien". Los suplentes, jóvenes y veteranos, tienen un enorme valor. No solo por el coste fijo que pagó el club, que supera los 150 millones de euros entre Ceballos, Brahim Díaz, Fran García, Arda Güler y Endrick. Son competitivos y tienen nivel y talento.
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