Mbappé pone en un aprieto al Real Madrid por sus ansias de jugar la Copa Intercontinental

La lesión de Mbappé en el muslo de la pierna izquierda, según el parte médico del club, no le impedirá estar en la final de la Copa Intercontinental. Ancelotti confirma que no es algo serio, espera que pueda jugar una parte del partido y viajará a Qatar. Mbappé quiere poner todo de su parte para tener protagonismo, con lo que tendrá que forzar una recuperación en un muslo que ha sido castigado dos veces en tres meses.

Mbappé se subirá al avión para hacer un viaje de siete horas a Qatar y estar en la final de la Copa Intercontinental. Vino al Real Madrid para ganar títulos y el inoportuno pinchazo en el partido contra la Atalanta no le impedirá estar en la lucha por el segundo título de la temporada. Jugó la Supercopa de Europa, a mediados de agosto, sin hacer pretemporada y no se quiere perder la Intercontinental.

Lo mejor que hizo en Bérgamo es pedir el cambio cuando el músculo le avisó y sintió un dolor con el que se asustó. Había marcado el primer gol, estaba activo, rápido, participativo y se frenó en el momento del pinchazo. Pensó en no lastimarse más y en la Intercontinental.

Los plazos de recuperación, pese al optimismo moderado de Ancelotti y las ganas de Mbappé, son muy justos con una lesión que tiene riesgos de una recaída. Los médicos valoran los diez días, como mínimo, para darle descanso al bíceps femoral y el jugador pretende llegar a tiempo para jugar, ya sea de inicio o saliendo en la segunda parte.

Ni Ancelotti ni los médicos frenan a Mbappé en su obsesión por estar en la Copa Intercontinental. El jugador necesita quitarse la espina de una temporada en la que no es determinante en los grandes partidos. Lo prudente sería que no participara e, incluso, que se ahorrara el viaje a Qatar. El maratón del calendario pasa factura, lleva mucho desgaste acumulado desde el partido contra el Liverpool hasta el de la Atalanta y después de la Intercontinental queda el último encuentro del año contra el Sevilla en el Bernabéu.

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Lo mejor para Mbappé sería parar y preparar el regreso a la competición en el inicio del nuevo año, donde el Real Madrid comienza fuerte con el partido aplazado en Mestalla contra el Valencia el 3 de enero. Después viene la Copa del Rey, partido para rotar jugadores, pero el 9 de enero es la semifinal de la Supercopa de España contra el Mallorca en Arabia Saudí y el exigente calendario no da tregua.

"No va a perder la forma que ha conseguido", asegura Ancelotti, que tiene ante sí la dificultad de manejar el ansia que tiene Mbappé por jugar la Intercontinental. La gestión no es sencilla, depende de las sensaciones del francés y, si arriesga para jugar, que la intensidad de los esfuerzos no acabe en un infortunio.