El bloqueo mental de Mbappé, con un penalti fallado en Bilbao, arruina al Real Madrid (2-1)
El Athletic, más ambicioso y agresivo, derrota a un Real Madrid que tiene un grave problema de juego y con su estrella. Mbappé falló un penalti. El francés lo tiró mal, con inseguridad
La ruina de Mbappé no se acaba y arrastra al Real Madrid a una dura derrota ante un buen Athletic. El francés no levanta cabeza. Está con una falta de confianza e inseguridad alarmante que le lleva a fallar su segundo penalti en una semana. Del espanto en Anfield al de San Mamés. El francés desaprovechó la ocasión de empatar el partido en San Mamés. Esta vez pidió el balón. No se quitó de en medio, como ante el Getafe. Dijo Ancelotti que tuvo un gesto altruista. Nada de esto es cierto. Es una señal más del bloqueo mental que destruye a un jugador de enorme talento, pero negado ante el gol. En Bilbao falló el penalti y no hizo nada para desequilibrar el partido.
El empate lo marcó Bellingham, atento y rápido para adelantarse a la defensa y batir a Agirrezabala. Disparó fuerte Mbappé, al centro, desvió el portero y el inglés estuvo pillo. Bellingham dio vida al Madrid en la recta final del partido. Duró poco. Volvió a marcar el Athletic en un fallo de Fede Valverde que aprovechó Guruzeta. El uruguayo se complicó, perdió el balón y Guruzeta le robó la cartera. Marcó en el uno contra uno ante Courtois.
El Real Madrid tenía que confirmar la mejoría en la Liga en una plaza grande como es San Mamés. Venía de encadenar una racha de tres victorias consecutivas (Osasuna, Leganés y Getafe) con la sensación de ser un equipo más sólido. Algo fundamental para Ancelotti. Pero entre medias decepcionó en Liverpool, partido de envergadura donde pagó su conservadurismo. El Athletic era otro examen para poner una nota con más rigor, en un día grande y con la presión de no fallar tras la victoria del Barcelona el día antes en Mallorca. Suspendió el Real Madrid con un plan rácano y Mbappé errático.
Salió el Real Madrid al partido atrás. Como en Anfield. En esta ocasión, la clave estaba en no dar espacios a Nico Williams y para ello Ancelotti juntó en la banda derecha a Lucas Vázquez y Fede Valverde. El plan conservador del técnico italiano, habitual en los partidos grandes. Ancelotti no quiere riesgos. Prioriza la solidez, el orden y que el bloque esté compacto. En la primera parte propuso más el equipo de Ernesto Valverde, más activo, decidido, valiente para presionar en el campo del Madrid y forzar los errores.
NO HAY PENALTI 📺
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Sánchez Martínez fue llamado por el VAR, pero no consideró punible la acción de Gorosabel con Rodrygo 🧐#LALIGAenDAZN ⚽ pic.twitter.com/Fgm1uxbVfJ
El primer despiste lo tuvo Raúl Asencio en el atasco para sacar el balón jugado. Lo perdió, cayó en Nico y el envío a su hermano Iñaki, solo en delante de la portería, lo frenó Courtois. Primera acción de peligro del Athletic a los cinco minutos. Intervención salvadora del portero belga.
Entró mal el Madrid a San Mamés. Con Tchouaméni, de vuelta tras un mes de baja por lesión, y sin dar soluciones para generar fútbol en el centro del campo. El francés fue otro de los despistados. Perdió otro balón que costó una acción de ataque del Athletic. No funcionaba nada en la fase de construcción y ofensiva del Madrid. Lento en la circulación y sin profundidad. Con el recurso de enviar balones en largo para que los cazara Mbappé. Cero eficacia.
Amenazaban los de Ernesto Valverde, más agresivos e intensos. Hasta que llegó una jugada aislada y embarullada por el costado izquierdo que acabó en gol de Mbappé. Una acción larga dentro del área. Cayó al suelo Rodrygo, remató Fran García y el rechace fue para Mbappé. Fusiló el francés y marcó ante la salida de Agirrezabala. El árbitro Sánchez Martínez lo anuló. La duda estaba en si era fuera de juego del francés en un balón que llegó rechazado de un jugador del Athletic o posibe penalti a Rodrygo.
Desde el VAR llamaron al árbitro y lo que revisó fue la caída de Rodrygo. El contacto de Gorosabel sobre el brasileño no lo vio suficiente como para penalti. Protestó el Madrid. Fue la mejor ocasión de una primera parte inofensiva del equipo de Ancelotti. Hizo más el Athletic, que estuvo cerca de marcar en una dejada de Iñaki Williams dentro del área a Berenguer. Remató alto delante de Courtois. Mala definición. Perdonó y el partido se fue al descanso con los leones más incisivos y los merengues resistiendo en su plan defensivo para frenar las arrancadas de los hermanos Williams.
Fallo de Asencio y Rüdiger
El Athletic se adelantó en el inicio de la segunda parte con una jugada que deja en mal lugar a los dos centrales del Real Madrid. Ni Asencio ni Rüdiger supieron cómo atacar un centro al área de Iñaki Williams. Asencio, extrañamente, se apartó. El balón botó en el área pequeña, se le echó encima a Courtois y lo desvió. Entró desde atrás Berenguer, que se anticipa a Rüdiger y marca en el rechace. El Madrid se hizo blando en un centro, pagó su pasividad y las dudas de los dos centrales.
¡LO PARA AGIRREZABALA! 🤯 Segundo penalti seguido que falla Kylian Mbappé 😯#LALIGAenDAZN ⚽ pic.twitter.com/8SICuU7yHi
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Vibró San Mamés, con un Athletic más decidido y ambicioso. Ancelotti quitó del campo a Ceballos para meter a Brahim Díaz. Un cambio para echar el equipo hacia delante, activarlo y darle la verticalidad que le faltaba. La reacción fue rápida. Se produjo en una llegada de Rodrygo hasta la línea de fondo, con pase atrás a Mbappé y el disparo del francés fue al centro. A las manos de Agirrezabala. Una ocasión clara que desperdició Mbappé. De nuevo, sin puntería, inseguro, sin confianza.
Ernesto Valverde metió jugadores de refresco: Guruzeta por Berenguer y Ruiz de Galarreta por Beñat Prados. No lo vio claro Ancelotti. Su equipo estaba incómodo, espeso, le costaba generar fútbol y superar líneas. El Athletic mordía arriba y se replegaba rápido. En un momento bajo del Madrid llegó el penalti en una jugada donde Agirrezabala arrolla a Rüdiger en su salida.
El balón lo cogió Mbappé. Asumió la responsabilidad, galones, lo que se le pide a un líder. Rugió San Mamés, había mucha presión y Mbappé lo lanzó como en Anfield. A media altura. Lo desvió Agirrezabala. Otro fallo de un delantero que está impreciso. Irreconocible. Ni con Arda Güler ni Endrick, en los minutos finales, pudo hacer más goles un Real Madrid con poca claridad de ideas. El fallo de Fede Valverde, impropio de un jugador tan seguro, es el síntoma de un equipo con problemas.
La ruina de Mbappé no se acaba y arrastra al Real Madrid a una dura derrota ante un buen Athletic. El francés no levanta cabeza. Está con una falta de confianza e inseguridad alarmante que le lleva a fallar su segundo penalti en una semana. Del espanto en Anfield al de San Mamés. El francés desaprovechó la ocasión de empatar el partido en San Mamés. Esta vez pidió el balón. No se quitó de en medio, como ante el Getafe. Dijo Ancelotti que tuvo un gesto altruista. Nada de esto es cierto. Es una señal más del bloqueo mental que destruye a un jugador de enorme talento, pero negado ante el gol. En Bilbao falló el penalti y no hizo nada para desequilibrar el partido.
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