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El desafortunado porrazo de Simeone: no hacía falta matar en público a Rodrigo Riquelme
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ANÁLISIS

El desafortunado porrazo de Simeone: no hacía falta matar en público a Rodrigo Riquelme

Simeone se equivoca llamando egoísta en público a Rodrigo Riquelme. Una crítica nada habitual en un entrenador que ha tapado los errores de Rodrigo de Paul y Lenglet

Foto: Rodrigo Riquelme, en el partido contra el Mallorca. (Reuters/Francisco Ubilla)
Rodrigo Riquelme, en el partido contra el Mallorca. (Reuters/Francisco Ubilla)

Simeone ha estado rematadamente mal calificando a Rodrigo Riquelme como un egoísta por no pasar un balón en una ocasión que podría haber sido el segundo gol en Mallorca. Un comentario desafortunado que ha hecho en público, impropio de quien tiene que proteger a sus jugadores si cometen un fallo y demostrar que este tipo de acciones se analizan en el ámbito privado.

Rodrigo Riquelme pudo no haber elegido bien cómo acabar una jugada en la que tenía la posibilidad de pasar el balón a Correa, pero en ningún caso merece que Simeone le deje vendido en público. Es sorprendente lo que ha hecho el Cholo. No es su estilo. Dos ejemplos: no recriminó a Rodrigo de Paul su fallo en Anoeta que le costó el empate ni cómo se durmió Lenglet en el Parque de los Príncipes y le penalizó con el gol del Paris Saint-Germain. Tampoco ha sido crítico con los desaciertos e imprecisiones de futbolistas como Nahuel Molina o Witsel.

¿Qué necesidad tiene Simeone de darle este palo en público a Rodrigo Riquelme? Ninguna, pero da la sensación de que el Cholo se dejó llevar por la euforia de ver cómo su hijo Giuliano hizo todo lo contrario a Riquelme en la jugada del gol al Mallorca. Giuliano pasó el balón a Julián Álvarez, la jugada acabó en gol y la alegría de Simeone fue doble. La de un entrenador que ganaba su cuarto partido consecutivo y la de un padre hinchado por lo bien que le está saliendo la apuesta por su hijo.

Para presumir de la primera jugada no hacía falta matar a Rodrigo Riquelme, un futbolista que necesita confianza y una jugada de la que nunca podremos saber si hubiera acabado en gol en caso de haber llegado el balón a Correa.

El Cholo no ha sido un padre protector con Rodrigo Riquelme porque le interesa que se sepa que para jugar en el Atleti hay que tener la generosidad y el sacrificio de Giuliano. "No debes ser egoísta. Tienes que ser un jugador de equipo. Afortunadamente, no tuvimos que pagar por ello", son unas palabras duras y sorprendentes que dejan en mal lugar a Simeone.

Foto: Arda Güler en un partido del Real Madrid. (Reuters/Benoit Tessier)

Le ha faltado tacto, le ha sobrado euforia y queda señalado por el agravio comparativo que hace en el trato con otros jugadores. Se ahorra los palos en público a Rodrigo de Paul, Nahuel Molina o Witsel, que en ocasiones se los merecen, y se muestra contundente con Rodrigo Riquelme.

Lo correcto habría sido animar su jugador en público y haberle dado un aviso, si lo cree, en privado. El Cholo, probablemente deslumbrado por los espléndidos esfuerzos que hace su hijo, el alma y coraje que pone en cada carrera y cómo pelea por cada balón, estuvo egoísta en su crítica pública a Rodrigo Riquelme.

Simeone ha estado rematadamente mal calificando a Rodrigo Riquelme como un egoísta por no pasar un balón en una ocasión que podría haber sido el segundo gol en Mallorca. Un comentario desafortunado que ha hecho en público, impropio de quien tiene que proteger a sus jugadores si cometen un fallo y demostrar que este tipo de acciones se analizan en el ámbito privado.

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